El «criptogate» presenta nuevos capítulos que pueden complicar más a los hermanos Milei

El «criptogate» promete mayores complicaciones para Javier Milei en los momentos más delicados de su mandato debido a una confluencia de factores políticos y económicos. Un nuevo capítulo del escándalo se ha abierto cuando todavía ocupa las primeras planas la represión de la protesta policial contra pensionados e hinchas de fútbol y se prepara una nueva manifestación para el próximo miércoles. El diario ´La Nación` dio a conocer una investigación de Fernando Molina, un ingeniero especialista en activos digitales, según el cual el token $LIBRA que se investiga en tribunales de Argentina y Estados Unidos fue creado a las 18.38 del pasado 14 de febrero. Milei lo promovió 21 minutos más tarde. Entre uno y otro momento, a las 18:47 horas se lanzó otro token, $ARG, hasta ahora desconocido, que también alude al extertuliano televisivo. «Como símbolo de este movimiento y en honor a las ideas libertarias de Javier Milei, el token $ARG está diseñado para fortalecer la economía argentina desde cero, apoyando el emprendimiento y la innovación», se señaló en sus fundamentos. Las palabras, recordó ´La Nación`, «suenan parecido, pero no son exactamente iguales» a las que utilizó el mandatario para difundir $LIBRA. El mensaje que borró cuando se había consumado el timo, decía: «La Argentina Liberal crece!!! Este proyecto privado se dedicará a incentivar el crecimiento de la economía argentina, fondeando pequeñas empresas y emprendimientos argentinos». Tanto $LIBRA como $ARG fueron creados por cuentas que recibieron dinero de la firma exchange Fixed Float.
Molina también detectó que no sólo $LIBRA y $ARG comparten semejanzas. A las 18:12 del 14 de febrero, el día que apunta a ser una línea divisoria en la valoración pública del anarco capitalista, se había creado $MILEI. «¿Hubo un intento de cambiar el nombre a último minuto de $LIBRA a $ARG? «. Los tres memes, sostuvo el ingeniero, comparten al menos una misma operatoria. Apenas se registraron 11 operaciones de compra y venta con $ARG, de cinco billeteras diferentes que también compraron $LIBRA. Sesenta y tres billeteras virtuales compraron y vendieron $MILEI y $LIBRA.
La vista de Hayden Davis
Por el momento, el ciudadano norteamericano Hayden Mark Davis se atribuyó la responsabilidad en el proyecto $LIBRA, el detonador de una estafa de unos 100 millones de dólares. Nadie se ha adjudicado $MILEI y $ARG. La revelación, ampliamente citada por otros medios, abrió otra vez el ojo de la sospecha alrededor de las autoridades ejecutivas. El presidente sostuvo públicamente $LIBRA, luego se desdijo y después dio otra pirueta desconcertante. «Yo no lo promocioné, solo lo difundí», dijo. Lo calificó a su vez «un problema entre privados» que no supuso pérdidas para el Estado. «Cuando vas al casino y pierdes, ¿cuál es el reclamo?», dijo, en respuesta a los que denunciaron una estafa. El «criptogate» estrecha un cerco alrededor de la mujer más poderosa del Gobierno, Karina Milei. Ese movimiento se puede acelerar si avanza la propuesta de crear una comisión investigadora en la cámara de Diputados.
Hugo Alconada Mon, de ´La Nación`, recordó que Milei se reunió con Davis el 30 de enero pasado. La cita «se concretó a contrarreloj y por un motivo insoslayable: la pidió el presidente». Sobre la base de dos testimonios, Mon reconstruye que fue una «llamada de Milei» la que «obligó a Davis a alterar su agenda de imprevisto para viajar a Buenos Aires» y reunirse con el mandatario y Mauricio Novelli y Manuel Terrones Godoy, otros dos protagonistas del «criptogate». Fue el propio Milei el que hizo pública en X la reunión con una foto que compartió con el norteamericano, «una decisión que sorprendió y molestó a Davis». En ese tuit, el anarco capitalista dijo haber mantenido una «reunión interesante» con el visitante, quien lo «asesoró» sobre «el impacto y las aplicaciones de la tecnología blockchain e inteligencia artificial en el país».
Otro escándalo en puertas
En este contexto ha despuntado otro frente noticioso que amenaza con complicar al Gobierno: una denuncia sobre el aterrizaje en la ciudad de Buenos Aires de un avión privado lujoso que había partido de Estados Unidos y llegó con una sola pasajera y muchas maletas que la Aduana no pudo inspeccionar porque habría recibido una orden superior taxativa. La pasajera, Laura Belén Arrieta, es una de las coordinadoras de las filiales estadounidense y argentina de la Conferencia Política de Acción Conservadora (CPAC), el foro de ultraderecha donde Milei ha estrechado lazos con Donald Trump y Elon Musk. Se explicó oficialmente que el equipaje quedó a bordo y no se revisó porque se tratara de un vuelo en tránsito. La escala no fue breve. El avión permaneció una semana en la capital argentina. Pertenece a un exagente de inteligencia argentino, Leonardo Scatturice, dueño de la empresa de seguridad COC Global Enterprise. Scatturice vive en Miami y está también estrechamente vinculado a la CPAC y el trumpismo. Su contacto con el Gobierno de Milei es Santiago Caputo, quien se desempeña como «asesor» presidencial, pero tiene control sobre las agencias de seguridad y uno de los promotores de la «mano dura» frente a una protesta social que da señales de reactivarse.
Las noticias sobre presuntos actos de corrupción coinciden con días tormentosos para el Gobierno. En la última semana, el Banco Central ha tenido que desprenderse de 700 millones de dólares para contener el precio de la moneda norteamericana que es clave para el sostén de su programa de lucha contra la inflación. Milei está urgido de un acuerdo con el Fondo Monetario Internacioanl (FMI) que permita la entrada de una suma importante de dinero para que no se derrumbe el esquema que le permitió gobernar con una importante dosis de aceptación social. El «criptogate» supuso, sin embargo, una caída de su popularidad. La imagen negativa es en la actualidad superior a la positiva.
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