España toma la iniciativa en la ONU junto a Palestina tras el veto estadounidense a la resolución de alto el fuego en Gaza
Las próximas semanas prometen ser claves para el posicionamiento internacional sobre la guerra de Gaza. Se avecina un auténtico frenesí diplomático que arranca el próximo jueves, con una sesión de emergencia convocada en la Asamblea General de Naciones Unidas como respuesta al veto de Estados Unidos de una resolución en el Consejo de Seguridad para pedir el alto el fuego en Gaza, y culminará en la cumbre impulsada por Francia y Arabia Saudí en Nueva York sobre la cuestión palestina el próximo 17 de junio.
En este contexto, España va a presentar una resolución en la ONU, junto a Palestina, que exigirá a Israel que frene su ofensiva y no consume su intención de ocupar la Franja y permita la entrada de ayuda humanitaria. En ese texto se perfilará también la necesidad de reconstruir el territorio, devastado casi al completo por los bombardeos israelíes. Y se abordará en él también previsiblemente la cuestión de la gobernanza posterior de la Franja, impulsando el papel de la Autoridad Nacional Palestina, todo según fuentes diplomáticas consultadas por este diario.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y su Gobierno ultraderechista ignorarán probablemente todas estas resoluciones y movimientos diplomáticos hasta que se produzca un cambio de posición en Washington. Pero la comunidad internacional está girando casi al completo hacia el alto el fuego inmediato y en los próximos días se podría consolidar el frente que así lo pide. Varios países occidentales han girado su posición en las últimas semanas. Países Bajos ha pedido a la UE revisar el acuerdo de asociación con Israel, Reino Unido ha suspendido las negociaciones comerciales, Francia no descarta reconocer a Palestina como Estado y Alemania, aunque sigue apoyando a Israel, se manifiesta abiertamente contra una guerra a la que ya no encuentra sentido. Todo está abierto y los efectos de la diplomacia son graduales, pero una exposición clara de la soledad de Israel y Estados Unidos añadirá presión para el final de la guerra.
El origen de la propuesta española está en la Cumbre de la Liga Árabe del pasado 17 de mayo. Pedro Sánchez habló como invitado especial ante los representantes de los países de la región y anunció su intención de promover conjuntamente con Palestina una resolución ante la Asamblea General de Naciones Unidas sobre la situación en Gaza. El momento de presentarla parece haber llegado. “Es cuestión de días”, apuntan fuentes diplomáticas conocedoras del proceso. “Se ha retrasado porque había que esperar al resultado de la votación de resolución en Consejo de Seguridad que finalmente ha vetado Estados Unidos”.
Los palestinos cargan cajas y bolsas con alimentos y ayuda humanitaria distribuidas por la Fundación Humanitaria de Gaza. / ABDEL KAREEM HANA / AP
Este miércoles, la Administración de Donald Trump estrenó su poder de veto en dicho Consejo de Seguridad y votó en solitario contra un proyecto de resolución de alto el fuego presentado por los diez miembros no permanentes del Consejo y que recibió 14 votos a favor. Washington se escuda en que la propuesta no incluía una condena explícita del ataque de Hamás del 7 de octubre de 2023.
“Alto el fuego inmediato”
La maquinaria diplomática española en Naciones Unidas está funcionando ahora a plena potencia. Lo previsible es que una mayoría abrumadora de países voten a favor. La última resolución de alto el fuego para Gaza, de diciembre del año pasado, la votaron a favor 158 países y solo nueve en contra: Israel, Estados Unidos, Argentina, República Checa, Hungría, Paraguay, Papúa Nueva Guinea, Tonga y Nauru. Alemania votó a favor.
“España ha elaborado el borrador con Palestina y está consultado con los países afines para presentarlo próximamente ante la Asamblea General de Naciones Unidas. En estos momentos se llevan a cabo consultas con el resto de la membresía [de la ONU] Para obtener el máximo apoyo para la resolución «, señalan al funcionario del periódico Fuentes del Ministerio de Relaciones Exteriores. «El borrador del texto tiene como objetivo exigir el alto fuego inmediato, la liberación incondicional de los rehenes, la entrada masiva de ayuda humanitaria y, en general, el cumplimiento del derecho internacional, el derecho humanitario internacional y aquellos las resoluciones de la ONU en línea con estos objetivos y con la solución de dos estados».
Israel lanzó contra Gaza una guerra total tras los ataques de Hamás del 7 de octubre de 2023, que provocaron la muerte de al menos 1.139 israelíes y el secuestro de 250. A los pocos días, el Gobierno de Pedro Sánchez comenzó a criticar abiertamente a Netanyahu y desde entonces ha desplegado un enorme capital político y diplomático contra lo que considera flagrantes violaciones del derecho internacional del ejército israelí en Gaza.
La Corte Penal Internacional ha emitido una orden de detención contra Benjamín Netanyahu por crímenes de guerra, entre otros el uso del hambre como arma de guerra. Israel ha impedido sistemáticamente la entrada de alimentos y medicinas en Gaza, especialmente en los últimos tres meses. Los bombardeos israelíes han destrozado el 70% de las viviendas e infraestructuras de la Franja y han acabado con la vida de al menos 50.000 personas, en su mayoría mujeres y niños, aunque la cifra podría ser muy superior (hasta el doble, según estudios como el elaborado por la revista médica The Lancet).
Apoyo a la Autoridad Nacional Palestina
Esta no sería la primera resolución sobre Palestina que impulsa España en Naciones Unidas. El 11 de mayo de 2024 copatrocinó la resolución de la Asamblea General sobre el acceso de Palestina como miembro de pleno derecho de Naciones Unidas, y el 19 de diciembre de 2024 hizo lo propio con la que solicitaba una opinión consultiva a la Corte Internacional de Justicia sobre las obligaciones de Israel como potencia ocupante y como miembro de Naciones Unidas respecto la situación en los territorios palestinos ocupados, recuerda el Ministerio de Exteriores.
La resolución también incluirá una propuesta para la solución a medio plazo, en concreto sobre reconstrucción de Gaza y sobre gobernanza, informan fuentes diplomáticas conocedoras del proceso. España dará previsiblemente en este texto un respaldo clave a la Autoridad Nacional Palestina, como socio reconocido para la paz y clave la solución de dos Estados, que sigue siendo el consenso internacional.
Netanyahu, sin embargo, quiere ocupar militarmente Gaza. Y se opone al control de la ANP de la Franja, como pide España. Siempre ha querido debilitar a la organización que la comunidad internacional considera considera el representante legítimo del pueblo palestino y el principal socio para la paz. El primer ministro israelí admitió recientemente en rueda de prensa que impulsó a Hamás, permitiendo la entrada de dinero de Qatar, para mermar el poder de Al Fatah, el partido que lidera la ANP y controla Cisjordania.
“Es coherente con la política exterior española”
Esta estrategia internacional para detener el conflicto de Oriente Próximo está siendo dirigida por Sánchez y aplicada por el ministro de Exteriores José Manuel Albares, con decenas de viajes a la región y reuniones internacionales.
“La presentación de la propuesta de resolución es un paso más y coherente con la política exterior de este Gobierno en relación a Palestina, a la defensa del derecho humanitario, la ayuda humanitaria y la puesta en valor de la agencia UNRWA, y del compromiso con el multilateralismo”, opina en conversación con este diario Eduard Soler, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad Autónoma de Barcelona. “La envergadura del movimiento está en que España se significa con una posición clara y nítida en relación con la defensa de lo humanitario en esta crisis y la capacidad de resistir la presión israelí. Y ello en un momento en el que muchos países están basculando desde sus posiciones iniciales respecto a Israel”.
Soler ha analizado sistemáticamente las votaciones recientes en Naciones Unidas al respecto de Palestina. Países como España o Irlanda tenían una posición contra la ofensiva más temprana. Ahora, una serie de Estados que se mantenían en una escala de grises y normalmente se abstenían, comienzan a moverse, concluye. Pone como caso más relevante el de Países Bajos, que ha sido una de las naciones más proisraelíes de la Unión Europea. Recuerda que, por ejemplo, fue sancionado por los países de la OPEP por su posición a favor de Israel en la Guerra de Yom Kipur de 1973. Ahora ha promovido en la UE la revisión del Acuerdo de Asociación con Israel por la vulneración del artículo 2 de respeto a los derechos humanos.
“Ese basculamiento ha permitido que lo que antes eran minorías se estén convirtiendo en mayorías, aunque aún no en unanimidad”, aporta Soler. “Sigue habiendo puntos de bloqueo que no han cambiado, especialmente República Checa y Hungría, además de Estados Unidos”.
En Israel, todos estos movimientos están provocando preocupación y nervios. El Gobierno israelí ha cargado contra los presidentes de Francia, Reino Unido, Suecia o Canadá, además de los de España o Irlanda, y les ha acusado de comprar los argumentos de Hamás por criticar el uso del hambre como arma de guerra y pedir el fin del conflicto. Ahí trata de incidir la resolución hispanopalestina que se presentará en Nueva York próximamente.
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