Militares de EEUU advierten que Irán mantiene la capacidad de golpear a EEUU
Irán mantiene aún “capacidades tácticas significativas” para golpear a ciudadanos, intereses y tropas de Estados Unidos en Oriente Próximo. Esa es la estimación que ha hecho este martes ante el Congreso el vicealmirante Charles ‘Brad’ Cooper, el nominado del presidente Donald Trump para ponerse al frente del Mando Central, que dirige todas las operaciones militares en la región.
Cooper se ha referido a los misiles balísticos como los que Irán lanzó el lunes en su ataque a Al-Udeid; la base aérea de EEUU en Qatar, Esa fue una acción controlada con la que Teherán dio réplica al ataque estadounidense a tres de sus instalaciones nucleares, colocando la rampa de desescalada que ha permitido llegar a la frágil tregua en la guerra. Pero en caso de un deterioro de la situación podría no haber avisos previos como los de esa operación mayoritariamente simbólica.
La sesión ante el Congreso también ha incluido testimonio de Alexus Grynkewich, un lugarteniente de la Fuerza Aérea nominado por Trump para liderar el Mando Europeo, y este ha reconocido que los hutíes, las milicias alineadas con Irán en Yemen que EEUU dejó de bombardear el mes pasado tras alcanzar un acuerdo, “probablemente serán un problema persistente con el que EEUU tendrá que lidiar en el futuro varias veces”.
Mohamed al-Bukhaiti, un alto cargo y portavoz de los hutíes, le recordaba precisamente este martes a ‘The Wall Street Journal’ que ellos no están vinculados por el acuerdo de alto el fuego pactado por Israel e Irán y ha prometido mantener operaciones contra Israel “hasta que acabe la agresión a Gaza”.
Dudas persistentes sobre el golpe nuclear
Las capacidades tácticas de Teherán con misiles balísticos de corto y medio alcance o las acciones de los hutíes y de otras milicias alineadas con Irán no son la única preocupación de EEUU. Otros cargos militares y expertos siguen tratando de determinar el auténtico alcance que tuvo el ataque que EEUU lanzó el sábado contra tres instalaciones nucleares de Irán.
Trump ha pasado desde aquel mismo día presumiendo de que esas instalaciones en Fordow, Natanz e Isfahan han sido “totalmente destruidas”, “pulverizadas”. “Todo el mundo lo sabe”, escribía el republicano en uno de sus mensajes en redes sociales, mientras en otro este mismo martes proclamaba: “Fue un gran honor para mí destruir todas las instalaciones y capacidades nucleares (de Irán) y luego detener la guerra!”
La segunda parte pende ahora de un alto el fuego que, pese a su fragilidad, parece sostenerse pero la primera, sencillamente, no es verdad. Y los expertos, e incluso militares de su Gobierno, como el Jefe del Estado Mayor, el general Dan Caine, han dicho públicamente que pueden hacer falta días, e incluso semanas, para tener el análisis definitivo de lo que se conoce como “valoración de daño de batalla”.
Nadie niega el golpe profundo que supusieron los ataques de EEUU, que el sábado lanzó potentes municiones, incluyendo bombas de más de 13 toneladas y alcance subterráneo en el caso de Fordow, en la estela de bombardeos previos de los israelíes. Incluso si las sofisticadas centrifugadoras iraníes no recibieron impacto directo, pudieron resultar dañadas, pues se trata de máquinas delicadas extremadamente sensibles a las vibraciones, como explicó el director del organismo Internacional de Energía Atómica, Rafael Grossi, el lunes en una reunión de emergencia que convocó en Viena.
Hay expertos, no obstante, que avisan de que Irán tiene otras capacidades que no fueron afectadas. Incluso si físicamente su programa ha retrocedido, mantienen el conocimiento técnico para reactivarlo o acelerarlo. Y además se cree que mantiene incluso tras los ataques de Israel y EEUU 400 kilos de uranio enriquecido, suficiente para más de una docena de bombas.
Es lo que recordó en un mensaje en X Jeffrey Lewis, experto nuclear y en no proliferación en el Instituto de Estudios Internacionales Middlebury en Monterey (California), que el domingo acusó al vicepresidente J.D. Vance de dar información falsa en televisión exagerando los supuestos éxitos. “Nadie sabe dónde está el uranio enriquecido”, escribió Lewis, que aseguró que los iraníes, por ejemplo, habían estado almacenando en túneles en Isfahan que no fueron golpeados.
En unas declaraciones a ‘The Washington Post’, Lewis reconocía que los iraníes han sufrido pérdidas importantes con los ataques pero también que el golpe de Washington y Tel Aviv debería haber sido de escala mayor para alcanzar la meta marcada públicamente de eliminar definitivamente el programa nuclear iraní. “Esto les ha retrasado y sin duda debe haber cosas que han sido destruidas que ahora tienen que reconstruir pero se puede hacer probablemente en menos de un año”.
Sin informar al Congreso
El retraso en las respuestas definitivas no es solo para la ciudadanía. Este martes el Gobierno de Trump retrasaba sesiones informativas a puerta cerrada y con información clasificada que debía mantener con legisladores de las dos cámaras del Congreso. La del Senado tendrá lugar, en principio, este jueves ( lo que permitirá que participen el secretario de Defensa, Pete Hegseth, y el de Estado, Marco Rubio) pero la de la Casa de Representantes no tiene nueva fecha.
“¿De qué tiene tanto miedo la Administración?”, planteaba críticamente Chuck Schumer, líder de la minoría demócrata en el Senado, que pedía información sobre “detalles críticos: los resultados del reciente ataque, el alcance y trayectoria de este conflicto, la estrategia a largo plazo de la Administración para evitar que Irán se haga con armas nucleares y los riesgos potenciales que enfrentan las tropas y los ciudadanos estadounidenses”.
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