Von der Leyen dice que está analizando la última oferta de EEUU, mientras Alemania y Francia piden un acuerdo «rápido»
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha anunciado este viernes que el Ejecutivo comunitario ha recibido un último documento de Estados Unidos en el marco de la negociación comercial que están analizando, con vistas a lograr un acuerdo antes del próximo 9 de julio, con Francia y Alemania presionando para cerrarlo lo antes posible.
“Hoy hemos recibido el último documento de EEUU para proseguir las negociaciones. Lo estamos evaluando en estos momentos”, ha dicho von der Leyen en rueda de prensa, tras la reunión del Consejo Europeo. En esa reunión, von der Leyen habría presentado esa propuesta a los líderes, que han abordado el estado de las negociaciones con la Casa Blanca, instando a Bruselas a cerrar el trato cuanto antes.
Von der Leyen ha asegurado que tuvo una “buena conversación” con el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, durante la reunión del G7 la pasada semana. En esa reunión ambos se comprometieron a impulsar las negociaciones para encontrar una salida pactada a la guerra comercial. Pero el tiempo se acaba. El 9 de julio expirar la tregua comercial concedida por Washington.
“Nuestro mensaje hoy es claro”, ha dicho la presidenta de la Comisión, “estamos dispuestos a llegar a un acuerdo”. Sin embargo, la UE se prepara para un escenario en el que esto no sea posible, con una lista de productos a los que incrementar los aranceles a modo de represalia. “Defenderemos el interés europeo por encima de todo”, ha dicho von der Leyen, “todas las opciones siguen sobre la mesa”.
Acuerdo o aranceles
El presidente del Consejo Europeo, Antonio Costa, no ha querido entrar en detalle sobre la oferta de Estados Unidos que von der Leyen habría presentado a los líderes. Costa ha insistido en cualquier caso en que “un acuerdo siempre es mejor que un conflicto y cero aranceles -lo que ofrece la UE a Washington- mejor que cualquier arancel”. El portugués ha insistido en que lo mejor para la economía, las empresas, y los trabajadores, es un acuerdo lo antes posible para evitar la incertidumbre.
Esa es la postura que comparten también Francia y Alemania. El presidente francés, Emmanuel Macron, ha pedido concluir “rápido un acuerdo” para evitar que las negociaciones “duren eternamente”, pero “no a cualquier precio». En este sentido, Macron ha advertido de que si la UE acepta un incremento de los aranceles del 10%, ese mismo porcentaje debería aplicarse también a las importaciones desde Estados Unidos.
El canciller alemán, Friedrich Merz, ha advertido de que no hay tiempo para cerrar un “acuerdo sofisticado” de aquí al 9 de julio, cuando acaba la tregua arancelaria. Los aranceles, que afectan a sectores estratégicos de la economía alemana como el acero o los coches, están poniendo a la industria “en riesgo”. Por Merz ha abogado por trabajar para cerrar un acuerdo “rápido y sencillo”.
Apoyo a von der Leyen
“Todos estamos de acuerdo en que debemos actuar como una verdadera comunidad. Tenemos que ser innovadores, si es necesario, creativos, inteligentes, y a veces, impredecibles”, ha dicho Donald Tusk, que cierra con esta cumbre la presidencia polaca del Consejo. Tanto Tusk como Costa han respaldado en cualquier caso el papel de la Comisión en la negociación con Estados Unidos. Lo han hecho después de que el primer ministro húngaro, Viktor Orban, haya achacado la falta de avances a que Estados Unidos tiene “un peso pesado hacedor de acuerdos” mientras que los europeos tiene “líderes débiles”.
Mientras busca un acuerdo con Washington, von der Leyen sigue explorando vías para reforzar los lazos con otros socios comerciales. En este contexto, la presidenta de la Comisión Europea habría presentado a los líderes un modelo de cooperación estructurada y basada en reglas que poner a prueba con los países de la Asociación Transpacífico que incluye a Australia, Brunéi, Canadá, Chile, Japón, Malasia, México, Nueva Zelanda, Perú, el Reino Unido, Singapur y Vietnam. El objetivo es aprender de los errores cometidos por la Organización Mundial del Comercio. Y “enseñarle al mundo que puede haber comercio libre entre un amplio número de países, basado en reglas”, ha dicho la presidenta de la Comisión.
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