Solo España cumple con el control a la pesca importada dentro de la UE
Europa es un coladero de productos del mar de terceros países que pueden estar fomentando la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada (IUU, por sus siglas en inglés) sin castigo alguno. Ese es el resumen del último dictamen publicado por el Consejo Consultivo de la Flota Comunitaria de Larga Distancia (LDAC), que preside Iván López, y el Consejo Consultivo de Mercados (MAC), remitido ya a la Comisión Europea y en el que ambos organismos —representativos del sector— advierten que «las diferencias significativas en el alcance y calidad de las inspecciones entre Estados miembros están debilitando el sistema de control de importaciones de la Unión Europea». Conforme exponen, los Veintisiete recibieron cerca de 800.000 certificados de captura procedentes del extranjero entre 2020 y 2023, aunque solo verificaron el 0,3% de la mercancía y rechazaron el 0,01%. La insostenibilidad del sistema de vigilancia despunta en Países Bajos, Dinamarca o Polonia, por ejemplo. Todos ellos persisten en incumplir el umbral legal de inspeccionar, como mínimo, el 5% del total de sus desembarques. España supera el 80%.
El férreo examen que aprueban las partidas de pescado y marisco foráneo que traspasan las fronteras nacionales es la excepción en un bloque comunitario laxo. Según las cifras más actualizadas, Irlanda (34,3%), Francia (13,1%) y Suecia (6%) supervisan un tercio o menos de las descargas que llegan a sus dominios: «El marco legal existe, pero su implementación no es sólida ni armonizada».
Teniendo en cuenta la fuerte dependencia de la UE —que apenas es capaz de generar el 30% de los alimentos acuáticos que consume y cuyas compras al exterior se dispararon hasta los 32.000 millones de euros en 2022—, tanto el MAC como el LDAC instan a Bruselas a asignar más recursos humanos y financieros a la Dirección General de Asuntos Marítimos y Pesca (DG Mare) para controlar la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada, así como emplear la base de datos del nuevo sistema digital de certificados de captura (Catch IT) para facilitar la cooperación y realizar análisis avanzados. Si la desigualdad no cede con eso, instan al Ejecutivo europeo a iniciar procedimientos de infracción «contra los Estados miembros que no cumplan», lo que podría derivar en sanciones si no optan por cambiar de rumbo.
«Es esencial garantizar que los productos extranjeros vinculados a la pesca IUU y abusos asociados, como el uso de trabajo forzoso en buques pesqueros, no puedan entrar en el mercado», evidencian los organismos. «Esto es clave para salvaguardar los ecosistemas marinos, la seguridad alimentaria de las comunidades costeras y mantener condiciones laborales decentes», agregan en su informe. Se trata de un debate que ya ha puesto sobre la mesa la CE, que en abril lanzó una consulta pública que precisamente concluye hoy y que abre la puerta a excluir de su rebaja arancelaria a la pesca «insostenible», recabando antes la opinión de todos los grupos de interés para actuar.
«China y Rusia son los dos países considerados de mayor riesgo«, subraya el dictamen. De toda la UE, España recibió el 12,4% de los desembarques de Moscú entre 2020 y 2023 y examinó el 78,5%. Países Bajos captó el 87%, pero inspeccionó solo el 3,9%.
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