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Esta centenaria marca de moda cierra su histórica tienda tras 50 años en activo

Esta centenaria marca de moda cierra su histórica tienda tras 50 años en activo
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  • Publishedjulio 13, 2025



La legendaria marca de moda de moda ha cerrado una de sus tiendas más emblemáticas en Barcelona, la ubicada en la avenida diagonal desde 1975. Esta decisión marca un nuevo capítulo en la estrategia comercial de la empresa, que busca adaptarse a los desafíos actuales del mercado, apostando por una estructura más compacta y flexible. El histórico local diagonal, una de las principales exhibiciones de la enseñanza durante casi cinco décadas, ahora da la importancia de su punto de venta en Pau Casals Avenue, abierto desde 1973 y se convertirá en el nuevo eje de operaciones de la compañía en la capital catalana.

Con este movimiento, Furtest continúa un proceso de racionalización de su red de tiendas que se ha estado funcionando durante años. La compañía ya había cerrado en 2019 su establecimiento icónico del Paseo de Gràcia, inaugurado en 1917 y considerado uno de los templos de moda masculinos durante décadas. El aumento imparable de los alquileres en esa área se vio obligado a abandonar ese enclave histórico, que actualmente ocupa una tienda Zara. También cerraron otros puntos de venta, como los ubicados en los centros comerciales de Glòries, el maquinista, diagonal Mar, Mataró parc y en la ciudad de Reus.

Actualmente, Furtest mantiene solo tres tiendas físicas operativas: la de Pau Casals en Barcelona, y otras dos en Girona y San Sebastián. A principios de 2024, ya había dejado caer la persiana de su establecimiento en el número 609 de la diagonal, muy cerca de la Plaza María Cristina. Según fuentes cercanas a la compañía, la razón principal del cierre de las últimas instalaciones diagonales fue su tamaño excesivo y su proximidad a la tienda Pau Casals, que generó redundancia operativa.

Una empresa centenaria que continúa reinventándose

Furtest es una de las marcas más largas del textil español, con una historia que comienza en 1898. Fue fundada por Estanislao Furast Roca, hermano del famoso homeópata Modesto Furtest, creador de Vichy Catalan. Su primera tienda abrió en Plaza Real, al lado de Ferran Street, un epicentro comercial de Barcelona a fines del siglo XIX. En 1917, la firma se mudó al Paseo de Gràcia, consolidando su fama entre la burguesía local. Este establecimiento pasó a varias generaciones de clientes fieles, atraídos por un estilo sobrio, elegante y de calidad.

A pesar del cierre de las premisas históricas, Furtest mantiene una fuerte presencia entre una audiencia selecta y fiel, gracias a su combinación de tradición y modernidad. En sus estantes, los productos de su propia marca coexisten con una cuidadosa selección de firmas internacionales como Hogan, Mac Jeans, Calce, Lubiam, Daniele Fiesoli, Wool & Co, Café Leather o Clae. Esta diversidad le ha permitido mantener una oferta competitiva y alineada con las nuevas tendencias sin perder su esencia clásica.

En términos económicos, la compañía ha logrado recuperarse después de un período complicado. Entre 2013 y 2021 acumuló pérdidas en ocho de los nueve años, pesadas por la crisis comercial tradicional, la digitalización del sector y los altos costos fijos. Sin embargo, en los últimos tres años ha logrado superar. En 2024 registró una ganancia neta de 239,000 euros, triplicando las ganancias de 2022, cuando obtuvo 88,000 euros. La facturación se mantuvo estable en 3.5 millones de euros, lo que refleja una gestión más eficiente y se ajusta a la nueva realidad comercial.

Un futuro basado en el formato boutique

La estrategia futura de Furtest pasa a través de una nueva red de tiendas en Barcelona, pero más pequeña y con una distribución más ágil. Esto está indicado por fuentes cercanas a la compañía, que aseguran que el objetivo sea acercar la marca a los vecindarios sin incurrir en los altos costos de las grandes locales de antaño. Este modelo más flexible permitiría a la empresa mantener el contacto directo con su clientela, fortalecer la experiencia de compra personalizada y evitar los gastos operativos que implica mantener las superficies.

Este enfoque también responde al cambio en los hábitos de consumo, especialmente entre los clientes más jóvenes. La compra en línea, la preferencia por las marcas con el propósito y la búsqueda de exclusividad han transformado la relación entre consumidores y marcas. En este contexto, Furtest está comprometido con un modelo híbrido que combina la tradición del comercio de cara a cara con una propuesta adaptada a los tiempos.

A pesar de su discreción pública, la compañía no ha querido hacer declaraciones oficiales, el cierre de las premisas diagonales no significa la disminución de la marca, sino un paso más en su transformación. Actualmente administrada por Claudio Freest Peyra y Lucas Furnest Pardo, la compañía enfrenta el futuro con el objetivo de continuar siendo relevante en un mercado cada vez más exigente, sin renunciar a su legado o su clientela más fiel.

El caso de Furtest es un claro ejemplo de cómo incluso las marcas más tradicionales deben reinventarse para sobrevivir. En un entorno donde la competencia global y la transformación digital marcan el paso, el comercio textil vive una revolución que solo puede enfrentar a esas empresas capaces de adaptarse sin traicionar su identidad. Con su nueva hoja de ruta, Freest busca continuar siendo sinónimo de estilo y calidad en el siglo XXI.






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