TRUCO AHORRO CASA | El truco para ahorrar más de 100 euros está en un aparato que todos tenemos en casa: no lo cierres
Con el constante aumento del precio de la electricidad, cada vez más hogares buscan maneras prácticas y efectivas de reducir el consumo energético. Aunque solemos fijarnos en grandes cambios o inversiones costosas, lo cierto es que existen pequeños gestos diarios que pueden marcar una gran diferencia en la factura de la luz. Uno de ellos está relacionado con un electrodoméstico que usamos varias veces por semana: la lavadora.
Y es que, sin saberlo, miles de personas cometen un error muy común tras cada lavado que, con el tiempo, puede aumentar el gasto eléctrico de forma considerable. Por suerte, la solución es simple, no cuesta nada y puede ayudarte a ahorrar más de 100 euros al año.
La mayoría de las personas, al terminar el ciclo de lavado, retiran la ropa mojada y cierran la puerta de la lavadora sin pensarlo. Este gesto automático, que responde a una cuestión de orden o estética, puede parecer inofensivo, pero en realidad tiene consecuencias negativas tanto para el electrodoméstico como para tu economía doméstica. ¿La razón? Al cerrar la puerta inmediatamente después del lavado, se impide que el tambor se ventile, lo que favorece la acumulación de humedad en el interior de la lavadora.
Esa humedad residual, que puede permanecer durante horas, crea un entorno perfecto para la proliferación de moho, bacterias y malos olores. Esto no solo afecta a la higiene de la colada, que puede salir con olor desagradable, sino también al estado de los componentes internos del electrodoméstico. Las gomas de sellado y el tambor sufren un desgaste prematuro cuando están constantemente expuestos a la humedad, lo que puede derivar en costosas averías.
Impacto directo en el consumo energético
Más allá de los problemas de higiene, hay un factor que suele pasar desapercibido: el impacto en el consumo energético. Una lavadora en mal estado, con moho o componentes deteriorados, pierde eficiencia. Los ciclos de lavado pueden alargarse, el uso de agua caliente aumenta y, como consecuencia, también lo hace el gasto en electricidad. Se estima que una lavadora con mal mantenimiento puede incrementar su consumo en un 10% o incluso un 15%, dependiendo del modelo y del uso. Esto se traduce en un sobrecoste de entre 80 y 120 euros anuales.
El truco de la puerta de la lavadora
La solución es tan sencilla como efectiva: deja la puerta de la lavadora abierta durante al menos dos o tres horas después de cada uso. Este pequeño gesto permite que el interior se ventile y se seque correctamente. Si tienes espacio y la lavadora está en un lugar sin ventilación directa, lo ideal es dejar la puerta ligeramente entreabierta de forma permanente. Así, evitarás la formación de humedad, prolongarás la vida útil del electrodoméstico y ahorrarás dinero en la factura eléctrica.
Ignorar este sencillo consejo puede salir muy caro. Por ejemplo, reemplazar la goma de la lavadora puede superar los 100 euros, y una reparación del tambor puede costar hasta 250 euros. Evitar estos gastos es tan fácil como adoptar el hábito de ventilar la lavadora tras cada uso. Además, mantenerla en buen estado evita tener que repetir lavados, lo que también supone un ahorro importante en consumo de agua y electricidad.
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