La ONU constata posibles crímenes de guerra contra los alauíes en Siria
La comisión de la ONU que investiga la situación en Siria ha concluido que las fuerzas vinculadas al nuevo gobierno, Dominados por los islamistas de Hayat Tahrir al Sham (HTS) y otros grupos relacionados Podrían haber cometido crímenes de guerra para «violencia sistemática2 ejercidos a principios de año contra la comunidad de alauí. Alauís es un grupo religioso, enfatizado con el Islam chiíta, que representa Aproximadamente el 10% de la población siriaEl clan familiar del depuesto presidente Bachar Al Asad pertenece y perteneció a la mayoría de las altas posiciones militares y las fuerzas de seguridad del régimen anterior.
El intento de insurrección se llevó a cabo contra las nuevas autoridades sirias por grupos armados leales al régimen depuesto en sus antiguos bastiones costeros de Latakia y Tartús -Uica demarcaciones sirias de alauí- fue severamente aplastado por las fuerzas gubernamentales a principios del mes pasado Marzo. Con la aquiescencia o no del ejecutivo interino, la respuesta «a gran escala» del comando militar provisional y los grupos y partidarios del corte yihadista resultó en una sucesión de ejecuciones civiles, la gran mayoría de ellos acusa de tener de tener de tener de tener de tener de tener de tener de tener de tener de tener de tener de tener de tener de tener de tener de tener de tener de tener de tener de tener que tener de tener de La dictadura del asad durante décadas-, en las demarcaciones de Cankia, Tartú y Hama.
Alrededor de 1.500 muertos
La antes mencionada Comisión de Investigación de las Naciones Unidas estima que Alrededor de 1.400 personas, la mayoría de ellas civiles, murieron En una explosión de violencia que tenía como víctima principal la comunidad de Alauí (aunque también perdieron la vida Miembros de milicias islamistas sunitas). Otras investigaciones plantean solo la cifra Víctimas civiles alauís hasta 1.500.
Incluso la reciente confrontación entre las fuerzas de Beduine y Druss en la provincia sur de Sueida en julio pasado había sido El peor brote de violencia sectaria en Siria desde la caída del régimen de Asad. La gravedad de lo que sucedió empujó a las autoridades provisionales sirias dirigidas por el autoproclamado presidente Ahmed Al Sharaa para crear una comisión de investigación.
Después de más de cinco meses de los peores episodios, los investigadores de la Comisión de las Naciones Unidas hicieron ayer un nuevo informe:Basado en más de 200 entrevistas y visitas a tumbas comunes– en el que explican casos de asesinatos, tortura, saqueo y incendios entre los meses de enero y marzo, en algunos casos para registrar y difundir las imágenes con el objetivo de terminar humillando a las víctimas.
La comisión detectó patrones que se repiten y que comenzaron en algunos de los casos por Identificar hombres que podrían ser parte de la minoría alauí A, una vez separado de mujeres y niños, matarlos en sangre fría. Sus cuerpos estaban al aire libre o estaban enterrados en tumbas comunes.
Además, los autores del informe continúan recibiendo información que teme que continúen produciendo secuestros, arrestos arbitrarios y desapariciones Forzado en las áreas afectadas por la violencia sectaria, desde donde ha surgido un «clima de miedo e inseguridad» que se extiende en todo el país.
La ONU insta a adoptar medidas para evitar nuevos asesinatos.
Aunque verifica en el informe que la administración provisional de Siria respondió «constructivamente» a las recomendaciones planteadas en investigaciones anteriores, ya que el presidente Ahmed Al Sharaa ha defendido la necesidad de construir un país para todos sin discriminación sectaria, el grupo enfatiza la «urgencia» de la adopción de medidas para evitar los nuevos brotes de violencia de intercomunicidad en Syria.
No es sorprendente que julio pasado la provincia de Sueda Era la escena de una nueva escalada en la que unas 1.500 personas perdieron la vida. En esta ocasión se produjeron los enfrentamientos entre Milicias beduinas – Sunniislamists – y Drusos Groups ArmedComunidad mayoritaria en la provincia mencionada del sur de Siria.
«La magnitud y brutalidad de la violencia es muy preocupante», dice el jefe de esta comisión, Paulo Sérgio Pinheiroquienes instala a las autoridades actuales para garantizar la responsabilidad y favorecer el procesamiento de todos los responsables del abuso, «independientemente de su afiliación o posición». En su opinión, las docenas de arrestos se llevaron a cabo en estos últimos meses todavía Son insuficientes.
Los expertos exigen el cese inmediato de cualquier persona sospechosa y controles más estrictos para que cualquier abuso responsable pueda ingresar al futuro a integrar las fuerzas de seguridad del nuevo gobiernoque hasta ahora se ha negado a valorar el trabajo de la Comisión de las Naciones Unidas.
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