El clamor de 11.000 voces exige justicia contra Yoon Suk-yeol y Kim Keon-hee por la Ley Marcial
Unas 11,000 personas han comenzado Una acción legal sin precedentes contra el ex presidente Yoon Suk-Yeol y su esposa, Kim Keon-HeeIndicado por desencadenar el estado de emergencia del 3 de diciembre, un episodio que muchos califican como un «golpe suave» para salvaguardar los intereses de la ex primera dama. Este lunes, el Tribunal Central de Seúl organizará esta demanda de masa, en la que cada participante solicita 100,000 votos (alrededor de 60 euros) por daño emocional y la afrontal sufrida.
Bajo la dirección del abogado Kim Kyung-ho, del ho-in, Los demandantes acusan a Yoon de ejecutar la crisis y, en un hecho histórico, señalan a Kim como el instigador principal. Según la carta, la medida buscaba detener una ley que investigaría a Kim y ocultaría su supuesta participación en el caso «Namtaegyun Gate», un escándalo que revela supuesta gestión de influencia y abuso de autoridad. «Kim no era un mero espectador en el palacio presidencial; fue la fuerza la que promovió a Yoon a violar la orden estatal para proteger sus intereses», dice el documento judicial.
Un ataque a la democracia surcoreana
Este litigio tiene una historia significativa. El 25 de julio, el Tribunal Central de Seúl estableció un hito al condenar a Yoon para compensar con 100,000 votos a cada uno de los 104 demandantes por los daños psicológicos de los «12 · 3». Ese veredicto, que reconoció El dolor colectivo de una nación traicionadadesató una cascada de acciones legales contra el ex presidente y ex funcionarios, como el ex ministro de defensa, Kim Yong-Hyun. Sin embargo, Esta nueva queja marca un punto de inflexión al incluir a los apodados como «María Antonieta» surcoreana del Sur, Desafiando la tradición de un país donde los líderes de los líderes rara vez enfrentan tribunales.
El texto legal describe el estado de emergencia como un «asalto intencional» contra los derechos fundamentales, que cometió seguridad ciudadana y humilló la soberanía democrática. «El 3 de diciembre, Corea del Sur se sorprendió al ver tanques y soldados en las calles, no por un peligro externo, sino por las ambiciones de una pareja en el poder», dice la acusación.
Un escándalo sin fin
La imposición de la emergencia, que paralizó a las instituciones democráticas y sumergió al país en el desconcierto, se interpreta como Un intento de Yoon por proteger a su esposa contra investigaciones que apuntaban a su influencia indebida en los asuntos estatales. La «puerta de Namtaegyun» ha consolidado la idea de que el acusado, lejos de ser una figura ceremonial, ejerció un dominio excesivo, colocándose en el centro de la controversia política.
Yoon, quien apeló la sentencia inicial y depositó 10.4 millones de votos para evitar el pago inmediato de compensación, ahora enfrenta un desafío aún mayor. Las regulaciones de Corea del Sur son claras: aquellos que perpetran, instigan o colaboran en actos ilícitos deben responder juntos. Para los demandantes, no hay duda: el dúo actuó en complicidad, y ambos deben contabilizar Por el daño infligido a una nación que aún lleva las heridas de su lucha por la democracia.
Un proceso que definirá un legado
Cuando el tribunal abre sus puertas, se juzgará una pareja influyente y el legado de una presidencia que prometió estabilidad y terminó envuelta en el desacredit absoluto.
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