Bolivia deja atrás la era del Movimiento al Socialismo y tendrá un sorpresivo segundo turno en octubre entre Paz Pereira y «Tuto» Quiroga
Los bolivianos no solo decidieron a través del voto sepultar la hegemonía del izquierdista Movimiento al Socialismo (MAS) a lo largo de dos décadas, sino darle una oportunidad a un centrista al que las encuestas no le asignaban grandes posibilidades. Escrutado el 90% el padrón electoral, Rodrigo Paz Pereira, de 57 años, del Partido Demócrata Cristiano, obtuvo el 32% de los votos. Competirá por la presidencia en el segundo turno del 19 de octubre con el derechista Jorge «Tuto» Quiroga, quien quedó seis puntos detrás de la verdadera sorpresa política del domingo. El empresario Samuel Doria Medina, uno de los favoritos en los sondeos, se ubicó en el tercer lugar, con el 19% de las adhesiones.
El predominio del MAS concluye de manera lastimosa. Eduardo del Castillo, el delfín del actual mandatario Luis Arce, cosechó el 3,2% de las adhesiones. Andrónico Rodríguez, la actual autoridad del Senado que se separó del oficialismo meses atrás, alcanzó apenas los ocho puntos. Las disputas entre Arce y Morales por el control partidario precipitaron la debacle interna de ese partido. Los analistas sostienen que esa es una de las razones por las que muchos tradicionales votantes del MAS decidieron darle la oportunidad a Paz Pereira. Hijo del expresidente Jaime Paz Zamora, el ganador del primer turno nació en Santiago de Compostela en 1967, cuando su padre se encontraba en el exilio. Ha sido alcalde de Tarija, y senador nacional por Comunidad Ciudadana, una alianza liderada por el expresidente Carlos Mesa. Su compañero de fórmula es el excapitán de Policía Edman Lara, conocido especialmente en las redes sociales por sus revelaciones de varios casos de supuesta corrupción en la institución policial. «Capitalismo para todos», ha sido una de las consignas del aspirante a tomar las riendas del Ejecutivo. Durante la campaña electoral se mostró contrario a un acuerdo del Fondo Monetario Internacional (FMI) para resolver los problemas económicos. «Creo que mi generación tiene el derecho de plantear una alternativa para el país», dijo días atrás. Al pasar al segundo turno, Paz Pereira parece ser el portador de un mensaje de parte de la sociedad que busca un camino intermedio entre el MAS y la derecha tradicional que encarna Quiroga.
«Este domingo sale el sol», había dicho «Tuto», exmandatario provisional tras la muerte de Hugo Bánzer, en 2002. Pero la luz parece esquivarlo. La necesidad de reunir detrás suyo a todo el espectro conservador para hacer realidad su anhelo de retornar al Palacio Quemado, ha encontrado la primera dificultad en la noche del domingo. Doria Medina decidió respaldar a Paz Pereira.
Una caída anunciada
El derrumbe del MAS no ha sorprendido a nadie. No solo las pujas internas que terminaron con Morales fuera del partido y sin posibilidades legales de competir por la presidencia, ponen punto final a un ciclo que ha tenido momentos virtuosos como la reducción de la pobreza del 60% al 36% y situaciones controversiales. Bolivia ha perdido el 14% de los bosques entre 1976 y 2021. La deforestación se aceleró con Morales en el poder. La agricultura industrial de carácter extensivo es una de las razones de la deforestación que afectó a reservas naturales y áreas habitadas por comunidades indígenas. Las reiteradas invocaciones a la Madre Tierra de «el Evo» se dieron de bruces con ese proceso de deterioro.
La agonía del partido mayoritario ha sido también la de un modelo económico extractivo que se sustentaba en la renta gasífera. Bolivia acumula una inflación del 25% en el último año, la más alta desde 2008. La escasez de combustible, alimentos y medicina constituyeron una fuente de malestar social. En las largas colas se fue cocinando el enojo de parte de los votantes. La crisis ha golpeado al tejido productivo.
Morales había instado a votar nulo después de haber perdido el control partidario y encontrase con la negativa judicial para participar de la contienda. Un 19% de las personas en condiciones de sufragar acataron su llamado, una prueba de que mantiene parte de su predicamento. «Tu futuro es una hamaca caliente en Cuba -si escapas antes que cambiemos Gobierno- o una celda fría en La Haya», dijo no obstante este domingo Quiroga. El exlíder de los campesinos cocaleros ha convertido al Chapare, en el centro del país, en su bastión. Ejerció su derecho al voto rodeado de sus seguidores que lo acompañaron con una caravana de motociclistas. Aunque no tiene la gravitación de años atrás y ha sido uno de los responsables de la descomposición del MAS, iniciada hace una década, Morales demostró que todavía no es un personaje marginal de la escena política boliviana. El cambio de ciclo político puede depararle más de una complicación judicial. Sobre la espalda del hombre que gobernó entre 2006 y 2019, cuando fue objeto de un golpe de Estado, pesa una orden de captura por un caso de trata gravada de personas. Ha sido denunciado por una supuesta relación que tuvo con una menor con la que tuvo un hijo mientras él era presidente.
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