Un juez del Supremo pide absolver a Bolsonaro y el juicio contra el expresidente tiene un giro inesperado
El juicio contra Jair Bolsonaro y sus siete colaboradores por el intento de golpe de Estado del 8 de enero de 2023 tuvo este miércoles hasta entrada la noche un giro sorprendente en el Supremo Tribunal Federal (STF). Uno de sus integrantes, Luiz Fux pidió este miércoles la anulación del caso al cuestionar la «incompetencia absoluta» del alto tribunal. «Se impone la nulidad de todos los actos procesales realizados». Dos magistrados, Alexandre de Moraes y Flavio Dino, habían votado a favor de una condena ejemplar. Se necesita una mayoría simple de tres de los cinco magistrados para dictar sentencia. Faltan los pronunciamientos de Cármen Lúcia y Cristiano Zanin. El juicio se extiende en principio hasta el viernes.
Bolsonaro y los otros siete acusados son juzgados por los delitos de abolición violenta del Estado democrático de derecho, golpe de Estado, organización criminal, daños graves y deterioro del patrimonio protegido. Para Fux el expresidente no puede ser acusado de golpe de Estado porque era «el titular del cargo» ejecutivo. Tampoco puede ser sentenciado por los ataques contra la sede de los tres poderes públicos en Brasilia porque fueron cometidos por terceros. Fux también se mostró favorable a a absolver al ex comandante de la Marina Almir Garnier.
De acuerdo con el diario paulista ´Folha`, el juez ha dejado su huella en un proceso histórico pero no de la manera esperada. «Las contradicciones asumidas por el ministro impresionaron incluso a los entusiastas defensores de los acusados». Los abogados creen no obstante que el «voto divergente» es motivo de celebración, «El voto de Fux ofrece a Bolsonaro una salida para revertir la condena en el STF en el futuro», señaló al respecto Malu Gaspar, del diario carioca ´O Globo`. A su criterio, «la idea era plantar la semilla para que, si en el futuro el clima político cambia», como ocurrió con el actual presidente, Luiz Inacio Lula da Silva, que llegó a ser condenado y encarcelado, «la condena de Jair Bolsonaro también pudiera ser revertida» en algún momento.
Escenarios
La ultraderecha y sus aliados no pierden de vista el hecho de que el año venidero se celebran elecciones presidenciales. El gobernador paulista Tarcísio de Freitas se perfila como el candidato de ese espacio y ya ha dicho que indultará a Bolsonaro en caso de llegar al Palacio Planalto. El pronunciamiento de Fux le ha dado mayor consistencia a esas aspiraciones. «Ahora está votando en sentido contrario a lo que él mismo votó», señaló sobre el juez del STF Míriam Leitão, analista de la misma publicación. «Primero, aceptó todas las cuestiones preliminares diciendo que el STF no era el foro adecuado y, por lo tanto, declaró la incompetencia absoluta del proceso. Luego, votó por la nulidad de la propia acción penal, juzgando que hubo restricción de la defensa por exceso de documentos y poco tiempo para analizarlos. A continuación, consideró improcedente el delito de organización criminal. Y, por último, considera que los dos delitos, golpe de Estado y abolición violenta del Estado de Derecho, son del mismo tipo penal. Nada de esto había tenido en cuenta cuando juzgó y ayudó a condenar a personas desconocidas que atacaron los edificios de los Tres Poderes».
Para el diario ´Estado`, el mayor desafío de los integrantes del STF será llegar a un acuerdo para calcular las penas. «Los ministros apuestan por un término medio entre las expectativas de la Fiscalía General y la petición de las defensas. Se espera que las penas oscilen entre 25 y 30 años de prisión». Y añadió: «cuando finalice el juicio, es posible que Bolsonaro siga preso. Si se decreta el inicio inmediato del cumplimiento de la pena, el colegio decidirá si permanece en su domicilio o si será trasladado a la prisión de Papuda, en Brasilia». En el STF la norma es que el condenado espere en libertad hasta que la sentencia sea firme, cuando se hayan analizado todos los recursos disponibles para la defensa. «Pero, como Bolsonaro ya se encuentra en arresto domiciliario para evitar su fuga y la obstrucción de las investigaciones, no tendría sentido liberarlo al final del juicio hasta que se analicen los recursos». Las audiencias en el STF estuvieron marcadas por las explícitas presiones de Estados Unidos en favor de una solución favorable al excapitán del Ejército. La administración de Donal Trump reconoció que la imposición de aranceles del 50% a las exportaciones brasileñas no está disociada de la suerte judicial de Bolsonaro. Washington ha llegado a sancionar al juez De Moraes y a otros funcionarios, lo que ha provocado la reacción del Gobierno de Lula.
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