ZÁPAD 2025 | Así son las maniobras de Rusia y Bielorrusia cerca de Polonia
Rusia y Bielorrusia celebran desde este viernes y hasta el próximo martes unos ejercicios militares conjuntos cerca de Polonia. Los llamados Západ-2025 suponen el despliegue de alrededor de 13.000 soldados, según el Ministerio de Defensa ruso. Es la primera vez que se hace un alarde de este tipo tan cerca de un país OTAN desde que comenzó la invasión a gran escala de Rusia el 24 de febrero de 2022.
Moscú está entregando a las agencias internacionales de noticias fotos de submarinos y buques de guerra de la Flota del Norte navegando en los mares Báltico y de Barent, y de helicópteros de ataque Ka-52, tanques y vehículos de transporte de tropas rasgando el barro de la estepa bielorrusa. Aseguran que harán pruebas de despliegue del temible misil balístico hipersónico Oréshnik.
Aunque se trata de una movilización planificada de antemano, se produce en un contexto inédito. Ocurren tan solo dos días después de que Rusia sorprendiera a la OTAN violando con un enjambre de 19 drones de combate el espacio aéreo polaco, activando la defensa conjunta europea, que derribó al menos cuatro de ellos con misiles Patriot y aviones de combate. “Estamos lo más cerca de un conflicto abierto que en ningún otro momento desde la Segunda Guerra Mundial”, dijo el primer ministro polaco, Donald Tusk.
Rusia aseguró que fue un desvío no intencionado de sus aeronaves, pero desde los cuarteles de la Alianza Atlántica se ha interpretado como una forma de testar los límites de respuesta de los aliados.
Corredor de Suwalki
Además, no se olvida que a la invasión de Ucrania le precedió un despliegue de decenas de miles de soldados en la frontera que, hasta el último día, Moscú disfrazó de meros ejercicios militares.
Uno de los escenarios que barajan los analistas como posible siguiente paso de Moscú en su agenda imperialista es que tenga planificada una segunda fase que consista en atacar el llamado Corredor de Suwalki.
Se trata de una línea de unos 70 kilómetros de longitud que separa Bielorrusia, el principal aliado de Rusia en la zona, de Kaliningrado, un territorio de la Federación Rusa. El problema es que es espacio fronterizo de dos países OTAN, Lituania y Polonia. Este está identificado como una suerte de “talón de Aquiles” de la OTAN, en palabras de un diplomático español. ¿Se involucraría en una guerra para defenderlo el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, con filia por su homólogo ruso y fobia por las intervenciones militares en el extranjero, especialmente para defender a los que ha llamado “parásitos” europeos?
La información que llega por el momento sobre el despliegue militar ruso-bielorruso que acaba de comenzar es tranquilizadora. Ni siquiera Ucrania está preocupada por que se trate una nueva ofensiva desde el frente bielorruso para conquistar Kiev, algo que ya intentó sin éxito Rusia con una columna de tanques desde Bielorrusia en 2022.
El Servicio de Guardias Fronterizos de Ucrania vigila de cerca la situación, pero cree que los ejercicios en el territorio de Bielorrusia no suponen actualmente una amenaza evidente para Ucrania, según explicó en la televisión ucraniana Andrí Demchenko, el portavoz de dicho cuerpo responsable de la frontera, informa EFE. No son suficientes hombres y Ucrania ha construido importantes defensas, incluidos extensos campos de minas, a lo largo de la frontera con Bielorrusia.
La respuesta de la OTAN
Inmediatamente tras la invasión de su espacio aéreo este miércoles, Polonia invocó el artículo IV del Tratado del Atlántico Norte y se convocó una reunión urgente de los miembros de la OTAN para preparar la respuesta a la provocación rusa. Esa respuesta la ha anunciado este viernes el secretario general de la Alianza, Mark Rutte, coincidiendo con el inicio de los ejercicios ruso-bielorrusos: una nueva iniciativa militar bautizada con el nombre de “Centinela oriental” para reforzar la defensa del flanco oriental.
Arrancará «en los próximos días», según ha dicho Rutte, informa Europa Press. Varios países ya han confirmado su intención de sumar activos a este Centinela del Este, aunque el comandante Supremo Aliado de la OTAN, Alexus G. Grynkewich, confía en que otros Estados miembros se incorporen «pronto». Entre quienes ya se han sumado figuran Dinamarca, con dos cazas F-16, Francia, con tres Rafale, y Alemania, que incorporará cuatro Eurofighter, mientras que Reino Unido ha dicho que participará sin concretar aún, según consta en un comunicado.
Grynkewich ha apuntado que, aunque el flanco oriental sea «la primera línea de defensa», Moscú «puede llegar a cualquier otra parte» de la Alianza. «Aunque la inmediatez nos lleva a Polonia, la situación trasciende a las fronteras de una sola nación. Lo que afecta a un aliado nos afecta a todos», ha enfatizado.
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