Un puente entre Pamplona y Madrid contra el cáncer
Desde la sala de espera del hospital de Madrid hasta los pasillos del edificio de investigación de Pamplona hay una promesa silenciosa: un trato humano, riguroso y conectado. Este puente, físico y simbólico, constituye hoy la columna vertebral del Centro Oncológico Clínica Universidad de Navarra ( … CCUN). En 2025, esta apuesta se vio recompensada: el centro recibió la acreditación de Centro Oncológico Integral de la Organización de Institutos Europeos del Cáncer (OECI), siendo el primer hospital privado de España en conseguirla.
Cuando Antonio González, director del CCUN, repasa el camino recorrido en los últimos años, lo hace con la certeza de que no ha sido fácil: integrar dos sedes, coordinar a más de 500 profesionales, superar más de 350 estándares europeos y combinar tratamiento, investigación y docencia. Según él, el esfuerzo valió la pena. «Esta acreditación es un reconocimiento a años de trabajo. Esto significa certificar que somos un centro comprometido con la calidad, con mecanismos que aseguran una atención integral al paciente con estándares de excelencia, y que integra de manera efectiva la investigación y la docencia. Para los pacientes, esta distinción significa algo simple pero vital: acceso a la mejor ciencia con la calidez humana de un equipo grande y dividido que trabaja como uno solo.
El germen de CCUN se remonta a 2017, cuando la Clínica Universidad de Navarra inauguró su sede en Madrid. Pamplona ya contaba con una larga trayectoria en oncología, con décadas de experiencia y reconocimiento. Pero abrir un segundo hospital planteó un nuevo desafío: cómo garantizar que el paciente recibiera la misma atención en ambas ciudades. En 2018 se inició el diseño de su estructura, en 2019 se avanzó en el modelo y, a pesar de la pandemia, en 2020 se inauguró en Madrid la unidad de terapia de protones. Ese mismo año se aceleró la creación de espacios interdisciplinarios reuniendo a profesionales de ambas sedes bajo un mismo sistema.
El modelo actual opera en 14 áreas clínicas entre sitios. Oncólogos, cirujanos, radioterapeutas, patólogos, enfermeras especialistas y otros profesionales trabajan según protocolos comunes y reuniones conjuntas semanales. «Queríamos garantizar que daba igual que el paciente entrara por Madrid o por Pamplona. La atención debe ser la misma. Incluso un mismo paciente puede ser atendido a la vez en un lugar y al día siguiente en otro», afirma González.
El desafío no era sólo clínico, sino también administrativo. Se ha diseñado un sistema de trazabilidad que permite reconocer a cada paciente desde el primer momento como miembro del Centro Integral Oncológico y seguir su itinerario con total transparencia. “Cualquier institución se resiste al cambio, pero logramos unificar los procesos y crear un mecanismo que hoy funciona como una sola institución”.
Por delante de Europa
Cuando la CUN ya había comenzado a trabajar en este modelo descubrió que los centros acreditados por la OECI cumplían exactamente con estos estándares. La decisión fue natural: alinearse con su hoja de ruta. «Compartimos sus criterios de calidad, así que seguimos este camino. Cuando la Comisión Europea anunció en 2021 que la atención del cáncer debería organizarse para 2030 a través de centros oncológicos integrales, ya estábamos en el camino correcto. Esto nos permitió adelantarnos cinco años a lo que pide Europa». El proceso de acreditación fue integral. Auditorías presenciales en Pamplona y Madrid, entrevistas, revisión de procedimientos y validación de indicadores clínicos, de investigación y de satisfacción del paciente. “Cumplimos con más del 90% de los estándares en la primera evaluación. Pero más que un motivo de orgullo, es una responsabilidad. «Ahora hemos lanzado un plan para mejorar lo que aún tenemos que lograr».
El centro reúne a más de 500 profesionales y trata a más de 2.500 nuevos pacientes cada año.
El CCUN reúne a más de 500 profesionales: alrededor de 200 médicos especialistas y 120 investigadores, organizados en 51 grupos de trabajo. Cada año atiende a más de 2.500 nuevos pacientes, para un número total cercano a los 3.000. «Es una cifra que nos sitúa en la media alta de los centros europeos. No somos gigantes, pero tenemos la masa crítica para ofrecer lo que requiere un centro oncológico integral: excelencia clínica, investigación y docencia de calidad», afirma González.
Dr. Antonio González, director del CCCUN
El equipo humano, insiste, está en el centro del proyecto. «Tuvimos la oportunidad de formar un equipo espectacular, con un compromiso enorme. Sin esta cohesión nada de esto hubiera sido posible. Y la filosofía del CCUN no se limita al tratamiento de los tumores. Se centra en la persona en toda su complejidad. El centro cuenta con un apoyo integral que incluye nutrición, psicooncología, rehabilitación, control de síntomas, medicina paliativa y asistencia social. Al inicio del tratamiento se realiza una valoración global para detectar riesgos y necesidades. “Queremos integrar todo este apoyo en un mismo programa de atención individualizada. Nuestro compromiso es ir más allá de la atención médica y poner al paciente en el verdadero centro del proceso”, explica el director.
El Centro Oncológico también destaca por su apuesta por las terapias avanzadas. La unidad de protonterapia de Madrid ha tratado ya a más de mil pacientes y la clínica ha sido pionera en España en el campo de las terapias CAR-T, que produce y administra desde sus propios laboratorios. «Ahora hemos lanzado la medicina genómica para integrar todos los diagnósticos moleculares y ofrecer al paciente una medicina personalizada y sin barreras. Y participamos en ensayos clínicos de terapias basadas en virus oncolíticos. También estamos explorando la inteligencia artificial para aprovechar los datos clínicos en beneficio de los pacientes», afirma González.
A este esfuerzo de innovación se suma el trabajo científico que se lleva a cabo en el Cima Universidad de Navarra, donde se concentran más de 300 proyectos y cerca de 500 ensayos clínicos. Muchos de estos son estudios en fase inicial, que son la forma más rápida para que un paciente acceda a terapias en investigación de vanguardia. «Los ensayos de las primeras fases son una de nuestras características. Permiten a nuestros pacientes beneficiarse antes de los avances que marcarán el futuro de la oncología».
Compromiso con la enseñanza
Esta visión global del cáncer se complementa con un compromiso igualmente fuerte con la educación. «Formamos a los médicos del mañana, desde la licencia hasta la residencia. Los estudiantes de medicina rotan por nuestras áreas de oncología en Pamplona y Madrid. Tenemos un programa de residencia desde hace años y acreditamos unidades docentes en Madrid. También recibimos residentes externos que vienen a formarse en áreas específicas». La enseñanza, añade, no se limita al conocimiento técnico. “Queremos transmitir un modelo de oncología que combine la ciencia más avanzada con una atención humana. «Esta es la mejor lección que podemos dar a los profesionales que curarán el cáncer mañana».
“Nuestro compromiso es ir más allá de la atención médica y poner al paciente en el verdadero centro del proceso”
Antonio González
Director del CCCUN
De cara al futuro, CCUN afronta ahora una nueva etapa con un plan estratégico para los próximos cinco años. «Nuestros tres ejes serán la investigación, la atención global al paciente y la colaboración en redes nacionales e internacionales. Nacimos con la vocación de ser un centro de referencia, dentro y fuera de España, y seguiremos trabajando en esa dirección.
Con más de 40 años de experiencia en oncología, la Clínica Universidad de Navarra ha hecho de su Centro Oncológico un modelo único. Un puente entre ciencia y humanidad entre Madrid y Pamplona, entre el laboratorio y la cama del paciente.
El reto ahora, concluye González, es mantener el liderazgo, seguir innovando y consolidar una red de colaboración con otros centros europeos. Pero sobre todo no olvides lo esencial: detrás de cada tratamiento hay una persona. “Queremos acelerar la llegada de nuevas terapias a los pacientes y hacerlo desde un modelo en el que la persona está siempre en el centro”.
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