MADRID 29 de octubre (EUROPA PRESS) –

Los vecinos del barrio de Penha, en la zona norte de Río de Janeiro, han acumulado en la calle los cadáveres de 64 personas, supuestamente asesinadas durante la sangrienta operación policial de este martes contra Comando Vermelho, que ha dejado oficialmente otros 60 muertos, además de cuatro policías más.

Penha y Alemao fueron escenario este martes de una gran operación en la que alrededor de 2.500 agentes intervinieron contra esta organización criminal, la más importante de Brasil, y que acabó con la detención de uno de sus líderes, Thiago do Nascimento Mendes, alias ‘Belao do Qutungo’.

Sin haber contado aún los cadáveres de estas presuntas víctimas, se trata de la operación más mortífera de la historia de Río de Janeiro. Los vecinos de Penha han trasladado los cuerpos sin vida de otras 64 personas a la Plaza Sao Lucas, una de las más destacadas del estado de Río de Janeiro.

El jefe de la Policía Militar de Río de Janeiro, coronel Marcelo Menezes Nogueira, ha confirmado que los cadáveres que han sido acumulados en la citada plaza no han formado parte del recuento oficial de las autoridades. Aunque se realizarán las investigaciones correspondientes para determinar la situación de los cadáveres.

Se trata de al menos 64 hombres, todos desnudos para acelerar las labores de identificación de los familiares. «En 36 favelas, después de varias operaciones, nunca había visto algo así. Es algo nuevo, de brutalidad y violencia de un nivel desconocido», dijo el activista Raull Santiago, informa el portal G1.

A la espera de confirmar el estatus legal de estos cuerpos, el operativo policial en los barrios de Alemao o Penha de este martes se ha convertido en el más mortífero de la historia de Río de Janeiro, superando con creces las 28 muertes que se registraron en Jacarezinho, también en la zona norte de la ciudad, en 2021.

La operación se ha saldado con más de 80 detenciones y varios heridos, entre ellos personas que no tenían nada que ver con los objetivos, y la incautación de una treintena de fusiles de guerra y otras armas de menor calibre. La Policía informó que fueron recibidos con bombas lanzadas por drones.