Juegas 3 horas, ¿que haces las otras 21?
Manipulación de cargas en el NBA La actualidad ha generado una polémica que divide opiniones entre distintos sectores del baloncesto profesional. Esta práctica, que inicialmente surgió como una estrategia preventiva ante posibles lesiones, ha evolucionado hasta convertirse en un tema constante de discusión que involucra a franquicias, fanáticos y ejecutivos de la liga.
La organización respondió implementando una regulación específica llamada Política de participación del jugadorpretende reducir las ausencias injustificadas de las principales figuras del campeonato.
Esta normativa establece restricciones claras: las franquicias tienen prohibido excluir a sus estrellas sanas de los partidos retransmitidos a nivel nacional o correspondientes a la Copa NBAsiempre que estos jugadores hayan sido reconocidos como All-Star o All-NBA en los últimos tres años.
Adán Platalíder de la competición, justificó esta decisión argumentando que representa un beneficio directo para quienes siguen el deporte, destacando que la disponibilidad constituye un componente esencial del rendimiento deportivo.
El sistema de sanciones económicas es poderoso: comienza con 100.000 dólares por el primer incumplimiento, aumenta a 250.000 dólares la segunda vez y supera el millón de dólares por violaciones posteriores.
La opinión de Jordania.
Durante una conversación con BNC, michael jordán expresó su opinión sobre esta situación. «Bueno, eso no debería ser necesario para algunos. Sabes, nunca quise perderme un juego porque era una oportunidad para mostrarles a los fanáticos que están ahí para verme jugar». Su carrera confirma estas palabras: completó nueve temporadas disputando los 82 partidos programados.
Jordan enfatizó el compromiso moral con quienes invierten en el deporte: «Tienes una responsabilidad: si la gente viene a verte jugar, no quiero perder esa oportunidad. Ahora, si no puedo hacerlo físicamente, no puedo hacerlo. Pero si puedo físicamente y simplemente no quiero, eso es algo completamente diferente». Su mentalidad diferenciaba claramente entre limitaciones reales y falta de disposición personal.
Explicó que su enfoque del juego se basaba en tres pilares esenciales: «Juegas baloncesto dos horas y media, tres horas al día, ¿no? Ese es tu trabajo. Para eso te pagan como jugador de la NBA. ¿Qué haces con las 21 horas restantes?». Más allá del tiempo en la cancha, considera fundamental mantener la forma física y preservar el vínculo del equipo que puede romperse con las ausencias.
Su compromiso alcanzó momentos legendarios, siendo el más emblemático el llamado «Flu Game» en la final de 1997 contra Utah, donde a pesar de una fiebre alta, anotó 38 puntos. Esta actitud ilustra su filosofía de que el orgullo profesional y el respeto por los aficionados que pagan para verte deben prevalecer incluso en circunstancias adversas.
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