A medida que se acerca el invierno, Rusia continúa intensificando su brutal campaña de bombardeos contra Ucrania. Durante la noche del miércoles al jueves, las tropas de Vladimir Putin lanzaron sobre distintas regiones del país más de 650 drones y más de 60 misiles de diversos tipos, incluidos proyectiles balísticos, que han impactado edificios civiles e infraestructuras energéticas.

El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, ha detallado en un mensaje publicado en su cuenta X que uno de los peores atentados se ha registrado en la localidad de Zaporizhzhia, donde han muerto dos personas y más de una decena han resultado heridas, entre ellas cinco niños.

«Rusia continúa su guerra terrorista contra la vida misma, y ​​es crucial que cada vil ataque contra civiles tenga consecuencias concretas para Rusia: sanciones y presión real», exigió Zelensky, acusando a Moscú de intentar «destruirlo todo».