Hay tantas cosas que podría contar…
Sergio «Checo» Pérez descubrió la caja de truenos en el Fórmula 1 con declaraciones explosivas que revelan la verdadera dimensión del desafío de ser compañero de equipo. Max Verstappen En Toro rojo.
El piloto mexicano, que compartió garaje con el holandés durante cuatro temporadas antes de su marcha a finales de 2024, lo admitió en una entrevista con deportes aéreos Detalles inéditos sobre las complejidades internas de la selección austriaca.
La afirmación más contundente del mexicano no deja lugar a la ambigüedad: «Ningún piloto sobreviviría a esto. No importa si traes a Hamilton o a Leclerc. Todos tendrían serios problemas».
Una afirmación sorprendente que aborda no sólo el talento del tetracampeón, sino también la estructura y filosofía de trabajo del equipo que dirigió hasta este año. Christian Horner.
Según Pérez, la raíz del problema está en el desarrollo del coche. El RB20 -de 2024- y sus predecesores han sido especialmente diseñados para adaptarse al particular estilo de conducción agresivo de Verstappen, obligando a cualquier otro conductor a abandonar el gasolina para adaptarse a las exigencias del holandés.
“Hay que adaptarse constantemente a sus necesidades, así de sencillo”, admitió abiertamente el mexicano.
Esta situación crea un círculo vicioso en el que el segundo conductor se encuentra en desventaja permanente. El equilibrio del coche responde a parámetros muy concretos que favorecen el estilo de conducción de Max, y cualquier desviación de ese estilo deja a su compañero completamente desorientado en la pista.
Verstappen celebra su victoria en el GP de Italia
Reuters
Una realidad que explica la constante rotación de pilotos en este segundo asiento desde la salida de Daniel Ricciardo en 2018. Pérez mostró empatía hacia quienes ocuparon su lugar tras su salida: “Ay del que venga después”, dijo mientras firmaba su salida del equipo.
Sus palabras resultaron proféticas. Liam Lawson Apenas duró dos carreras desastrosas en Australia Y Porcelana antes de ser separados, mientras Yuki Tsunoda ni ha logrado revertir la tendencia desde Gran Premio de Japón.
“Hay tantas cosas que podría contarte… pero, en el fondo, es un trabajo muy complicado para un piloto”, admitió el mexicano, sugiriendo que hay aspectos internos que prefiere mantener en secreto.
Esta discreción calculada añade aún más misterio a una situación que muchos en el paddock consideran anormal entre la élite del automovilismo.
Firma para Cadillac
Las revelaciones de Pérez llegan en un momento particular de su carrera. El piloto se prepara para volver a la parrilla en 2026 con cadillac, tras una difícil temporada 2024 que culminó con su salida de Red Bull.
Pese a la dureza de sus críticas a la estructura del equipo, el mexicano mantiene su respeto por Verstappen, a quien considera el gran favorito para ganar el quíntuple campeonato en 2025.
Estas declaraciones resaltan un problema estructural que Red Bull deberá resolver si pretende mantener ambos coches competitivos.
La historia reciente muestra que, hasta ahora, el equipo ha priorizado maximizar el rendimiento de Verstappen sobre el equilibrio interno del equipo, una estrategia ganadora en términos de títulos pero cuestionable en términos de su sostenibilidad a largo plazo.
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