Los precios subieron hasta el 2,2% en septiembre, por encima del objetivo del 2% fijado por la organización monetaria. Un aumento que no parece alarmar en Frankfurt ya que desde hace algunos meses ya consideran que la inflación está bajo control y esto permite mantener los tipos en un nivel acomodaticio. Aunque eso no significa que no vigilen la situación, ya que el mandato del BCE es precisamente mantener los precios bajo control.

El nivel actual del 2% equivale a lo que muchos analistas consideran el tipo neutral del precio del dinero. Y el BCE se siente cómodo, por el momento, a este nivel. De cara al futuro, no parecen vislumbrarse subidas de tipos a pesar de la presión ejercida por la inflación; Más bien, lo que los analistas señalan es que hacia finales de año quizás podría haber algunos recortes más.

«La inflación continúa en niveles cercanos al objetivo del 2% en el medio plazo y la evaluación del consejo rector deLas perspectivas de inflación se han mantenido prácticamente sin cambios. La economía ha seguido creciendo a pesar del difícil entorno internacional. La fortaleza del mercado laboral, la solidez de los balances del sector privado y las anteriores reducciones de las tasas de interés aprobadas por el consejo de gobierno siguen contribuyendo de manera importante a la resiliencia. Sin embargo, las perspectivas siguen siendo inciertas, especialmente debido a los actuales conflictos comerciales internacionales y tensiones geopolíticas», afirma el BCE en su comunicado.

Una vez más, la institución presidida por Christine Lagarde ha vuelto a señalar que tomarán decisiones reunión a reunión en función de los datos disponibles en cada momento, lo que no les ata a ningún camino de evolución. Específicamente, el comunicado afirma que el consejo de gobierno «aplicará un enfoque dependiente de los datos, en el que se toman decisiones en cada reunión, para determinar la dirección apropiada de la política monetaria».