Aclaro que puede que me haya perdido algo del "interrogatorio" de Pedro Sánchez en el Senado. Digamos que al principio cometió un grave error, llamando "circo" la comisión sin ningún motivo todavía para hacerlo. Luego, entre varias intervenciones duras, hubo algunas muy graves, sobre todo la relacionada con los motivos de la salida de Ábalos del Gobierno (el senador Queralt, creo). Hasta que le llegó el turno al PP. Cualquier abogado experto en ese noble arte sabe que un interrogatorio "bruto" Casi siempre es un mal interrogatorio, porque de él, si el juez lo tolera, no suele salir nada que no se supiera ya. Otra cosa es satisfacer las pasiones básicas del cliente, algo que buscan los malos abogados. El senador del PP, con un acoso vago e ineficaz, parecía decidido a hacer buena la afirmación de Sánchez de que se trataba de un circo inquisitorial. Otra cosa es que los clientes del abogado estén contentos.



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