así es la nueva red que quiere revolucionar el turismo cultural en España
Cruce Este es el nuevo gran proyecto de la Asociación Rutas culturales de Españauna red que reúne ocho itinerarios turísticos de primer nivel para invitar al viajero a recorrer el país a través de su historia, su patrimonio y sus tradiciones vivas. La iniciativa, presentada en Madrid Nació hace unas semanas con un objetivo claro: posicionar el turismo cultural nacional como una experiencia de viaje estructurada, atractiva y sostenible, conectando ciudades, pueblos y paisajes de norte a sur y de este a oeste.
¿Qué es Carrefour?

Cruce de Caminos identifica y resalta los lugares donde convergen dos o más rutas culturales importantes del país. Son once enclaves piloto que funcionan como nodos: puntos de paso de calzadas romanas, calzadas medievales, rutas históricas, tradiciones festivas o paisajes emblemáticos. Estas encrucijadas no son sólo un mapa, sino una invitación a detenerse, a conocer y a quedarse.
La idea es sencilla y poderosa: si hasta ahora el visitante elegía una única ruta, ahora puede descubrir varias capas culturales en un mismo destino. Roma, la Edad Media, el arte contemporáneo, la gastronomía local, la artesanía, la naturaleza y las fiestas populares conviven en un radio cercano, ofreciendo una experiencia más rica y ligada al territorio.
Ocho grandes rutas culturales conectadas

El proyecto articula ocho rutas culturales nacionales ya consolidadas que suman más de 5.000 kilómetros de rutas turísticas. Entre ellos destaca el Ruta de la Vía de la Plataque sigue el gran eje romano que unía el norte y el sur peninsular y que hoy atraviesa ciudades monumentales, vías históricas y una gastronomía con fuerte identidad local. También el Camino del Cidinspirado en el periplo literario e histórico del Cid Campeador, con castillos, arquitectura medieval y pueblos del interior de enorme valor patrimonial.
A ellos se suman los Rutas del Emperador Carlos Vque recuperan los viajes asociados a la figura del emperador en España y Europa, y los Caminos de pasióncentrado en el patrimonio barroco, las tradiciones religiosas, la artesanía y la gastronomía popular de los pueblos andaluces. Asimismo, el Rutas de arte rupestre prehistórico Reúnen algunos de los primeros “museos” de Europa, con refugios de arte paleolítico y enclaves declarados patrimonio de la humanidad por la UNESCO.
Estas rutas están pensadas para recorrerlas tranquilamente: en coche, moto, bicicleta o incluso a pie en determinados tramos. El proyecto apuesta por los llamados “viajes inmersivos”, más ligados al conocimiento del territorio que al turismo rápido en fotografías y salidas.
Mérida, ejemplo de Carrefour

Uno de los destinos designados como “Cruce de Caminos” es Méridaciudad catalogada como patrimonio de la humanidad gracias a su complejo arqueológico romano. En este punto se juntan historias de diferentes épocas y, además, Ruta de la Vía de la Plataconvirtiéndolo en un lugar clave para comprender la herencia romana de la península y su continuidad en la vida cotidiana actual.
Teatros aún en funcionamiento, gastronomía de raíces milenarias y una tradición cultural renovada cada año con festivales y eventos hacen de Mérida un ejemplo perfecto de lo que ofrece el proyecto: vivir el destino desde una perspectiva patrimonial, histórica y local, en contacto directo con productos locales, artesanos y actividades culturales auténticas.
Turismo cultural, sostenible y vivo
Cruce de Caminos no es sólo una campaña promocional, sino un proyecto estratégico financiado con fondos europeos UE de nueva generaciónbajo el programa estatal Experiencias turísticas en Españaimpulsado por Ministerio de Industria y Turismo.
Su objetivo es doble: por un lado, reequilibrar el turismo, acercando a los viajeros hacia el interior peninsular y hacia localidades medianas y pequeñas que conservan un patrimonio de gran valor; y por otro lado, consolidar una red estable entre territorios para que los beneficios económicos del turismo cultural lleguen a las comunidades locales y no se queden sólo en los grandes centros urbanos.
Esta sostenibilidad tiene varias dimensiones: formación especializada para los destinos, estándares de calidad comunes, señalización consistente en toda la red, digitalización de los recursos, accesibilidad, igualdad e inclusión, y una narrativa compartida que sitúa el patrimonio, tanto tangible como intangible, en el centro de la experiencia de viaje.
Una experiencia diseñada para el viajero que busca algo más

El perfil que aborda Cruce de Caminos es el del viajero cultural que busca profundidad, que disfruta tanto de un museo arqueológico como de una fiesta tradicional en la plaza del pueblo, que valora tanto un carril bici patrimonial como una degustación de la gastronomía local. El proyecto ofrece productos turísticos combinados, como caminatas por antiguas calzadas romanas, visitas a complejos fortificados medievales, visualización de arte rupestre y talleres con artesanos locales, que pueden realizarse durante estancias cortas o como viajes temáticos más largos.
Para el viajero internacional, el mensaje es directo: España no es sólo sol y playa. Es una red de ciudades históricas, fortalezas medievales, yacimientos romanos, tradiciones vivas y paisajes rurales que aún conservan su propio ritmo. Y todo está conectado y listo para ser explorado dentro de la misma narrativa.
Un proyecto clave para el turismo español
El lanzamiento de Cruce de Caminos llega en un momento decisivo para el sector turístico. España busca fortalecer el turismo interno y desestacionalizar los viajes, ofreciendo alternativas poderosas fuera de los meses de verano y más allá de los grandes centros urbanos. Esta misma línea, destacando la autenticidad local, el “slow travel” y el contacto directo con el territorio, forma parte de las recientes estrategias de promoción internacional de Turespañaque apuestan por hacer que los visitantes sean más conscientes y respetuosos con el medio ambiente.
Cruce de Caminos funciona como un gran escaparate común: cada ruta mantiene su propia identidad, pero todas hablan juntas bajo una misma marca. Se trata de una iniciativa que ordena la oferta, facilita el descubrimiento de destinos menos conocidos por los viajeros y transforma este descubrimiento en un producto turístico claro, accesible y comercializable.
Un viaje al corazón del país, donde cada travesía se convierte en una oportunidad para descubrir quiénes fuimos, quiénes somos y hacia dónde vamos.
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