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de problemas en el pasaporte biológico a la posible sanción definitiva

de problemas en el pasaporte biológico a la posible sanción definitiva
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  • Publishednoviembre 1, 2025



El ciclismo español vive días convulsos después de que la UCI anunciara la suspensión provisional de Oier Lazkano. El organismo internacional detectó “anomalías que muy probablemente provengan de un método o sustancia prohibida” en su pasaporte biológico, un registro que recoge los valores hematológicos de cada corredor a lo largo de los años. No se trata de un típico signo positivo, pero sí de una señal inequívoca de que algo no se corresponde con los parámetros fisiológicos del ciclista vasco.

El corredor, que jugó en el Equipo Movistar durante buena parte del periodo estudiado (2020-2024) y este año había firmado con Red Bull-BORA, fue inmediatamente despedido por su equipo. La suspensión significa que ya no podrá competir hasta que se aclare el asunto. Desde Movistar se apresuraron a señalar un matiz importante: “Lazkano nunca dio positivo mientras estuvo en el equipo”. Sin embargo, el problema no radica en una sustancia detectada, sino en los valores registrados en sus análisis de sangre durante este período.

Oier Lazkano

Oier Lazkano

El pasaporte biológico, implementado en 2008 por la UCI y la Agencia Mundial Antidopaje, tiene como objetivo detectar indirectamente el dopaje, mediante el seguimiento de las variaciones en el perfil hematológico o endocrino del deportista. Cuando estas cifras quedan fuera del rango esperado sin una explicación médica o fisiológica clara, se inicia un procedimiento. Es decir: un ciclista no puede dar positivo durante un control, pero sí ser sancionado si los datos reflejan alteraciones incompatibles con el esfuerzo natural. En el caso de Lazkano, el panel de expertos de Lausana concluyó que «Es muy probable que se haya utilizado una sustancia o método prohibido y es poco probable que sea el resultado de cualquier otra causa».

Lazkano en su bicicleta

Lazkano en su bicicletaBETFAIR

Hay precedentes como el de Franco Pellizotti en 2010

El proceso está entrando ahora en una fase lenta y compleja. El corredor tiene derecho a presentar alegaciones e intentar justificar estas variaciones ante la UCI y la Agencia Internacional de Pruebas (ITA). Si no logra convencer al jurado, se enfrenta a una sanción de dos a cuatro años, similar a la de un positivo directo. Hay precedentes como el de Franco Pellizotti en 2010, sancionado por alterar su pasaporte sin haber dado positivo en ningún test.

Su última carrera fue la París-Roubaix el 13 de abril, donde cruzó la meta en el puesto 117. No ha competido desde entonces. De confirmarse la sanción, esta podría empezar a contar a partir de esta fecha. Y si finalmente se demostrara su inocencia, el reto para Lazkano sería doble: limpiar su nombre y encontrar un nuevo equipo dispuesto a ofrecerle una segunda oportunidad.





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