Un juez absuelve a Tommy Robinson de terrorismo y critica a la policía por detenerle por «sus creencias políticas”
Él El activista británico de extrema derecha Tommy Robinson, cuyo nombre real es Stephen Yaxley-Lennon, ha sido absuelto hoy de un delito vinculado a la ley antiterrorista tras negarse a facilitar la contraseña de su teléfono móvil durante un control fronterizo en el túnel del Canal de la Mancha en julio de 2024. El juez Sam Goozee determinó que el La detención había sido motivada por las creencias políticas del acusado. y no por indicios de una relación con actividades terroristas. “No puedo ignorar que fue lo que usted representa, y sus ideas, las que motivaron la búsqueda”, dijo el magistrado al dictar sentencia.
Robinson, 42 años, Fue detenido mientras se dirigía a España en un Bentley Bentayga, cuando la policía le exigió que desbloqueara su iPhone en virtud del artículo 7 de la Ley contra el Terrorismo, que autoriza controles en los puertos británicos para prevenir posibles delitos de terrorismo. El activista alegó que el dispositivo contenía material periodístico confidencial, por lo que se negó a colaborar. Durante el juicio, su defensa acusó a los agentes de realizar una “expedición de pesca” sin pruebas, mientras que el juez destacó la “falta de memoria” de los agentes sobre las preguntas formuladas durante la detención, calificando su actuación de discriminatoria.
Después de la absolución, Robinson agradeció públicamente al empresario estadounidense Elon Musk, a quien atribuyó la financiación de sus gastos judiciales -una cifra cercana a las 100.000 libras, según el propio activista-, aunque el entorno del magnate no ha confirmado esta información. El vínculo entre ambos ha suscitado preocupación en el ámbito político: representantes laboristas y liberales han advertido sobre la influencia de actores extranjeros en los movimientos de extrema derecha británicos.
Mientras sus partidarios celebraban el veredicto en la sala del tribunal, el fallo de Goozee reabrió un viejo debate en el Reino Unido: los límites entre seguridad nacional, libertad de expresión y sesgo ideológico en la aplicación de las leyes antiterroristas.
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