El Junta General Extraordinaria de Accionistas de la empresa española Cox -adjudicatario de los activos de la extinta Abengoa- aprobó este martes la compra del 100% de Iberdrola México, anunciado el pasado mes de julio por unos 4.200 millones de dólares, unos 3.653 millones de euros al cambio actual.

Con esta adquisición, Timonelpresente en México desde hace más de una década, accede a una plataforma con 2.600 megavatios (MW) de capacidad instalada operativa y el mayor proveedor privado del país, que cuenta con una cuota de mercado del 25% y más de 20 teravatios hora (TWh) distribuidos entre más de 500 grandes clientes. La compañía también integrará la plantilla de más de 800 profesionales de Iberdrola en México

En una nota, Cox asegura que esta operación lo posiciona como un actor «clave» en el mercado energético mexicano y que forma parte del nuevo contexto regulatorio energético incluido en el Plan México, que refuerza la seguridad jurídica para la inversión extranjera.

El presidente ejecutivo de Cox, Enrique Riquelme, señaló en la Junta que la absorción de Iberdrola México es «un paso decisivo» en la estrategia global de la compañía y añadió que refuerza su presencia en este importante mercado, además de consolidar a Cox como un actor relevante a nivel mundial en los sectores del agua y la energía.

La Junta, celebrada en Sevilla (sur de España), contó con un quórum del 84,30% y se aprobaron las tres propuestas de acuerdo incluidas en el orden del día, con una votación media a favor del 100%.

En julio pasado, Cox explicó que la compra de Iberdrola México completa su plan estratégico (2025-2028) tres años antes de lo previsto y que espera cerrar este año con una cifra de ventas pro forma cercana a los 3.000 millones de euros y 750 millones de beneficio bruto de explotación (ebitda).

Iberdrola utilizará el producto de la venta para cubrir sus inversiones en redes de transporte y distribución eléctrica, estimadas en 55.000 millones de euros, en sus filiales en Estados Unidos (Avangrid Networks), Reino Unido (ScottishPower Energy Networks), Brasil (Neoenergia) y España (i-DE), que casi duplicarán su base de activos regulados hasta alcanzar los 90.000 millones de euros en los próximos años.