Cada día al despertar tienes espantar de los pies de la cama a dos gremlins


un gorrión. Fue un pequeño gorrión quien abrió los ojos a Elsa Punset en su camino hacia el autoconocimiento, hacia el crecimiento personal. Era un verano en el que necesitaba descansar, recuperarse. Un gorrión se había caído del tejado, dejándolo lejos del cuidado de sus padres. Estaba en una carretera, expuesto a coches y gatos. Elsa Punset lo acogió y dedicó todo el verano a cuidarlo. Luego escribió alas para volarun libro que cambió la vida de cientos de personas. Y el resto, como suele decirse, es historia.
La teoría de este experto en crecimiento personal es sencilla. Todos crecemos cometiendo un gran error.. Avanzamos con lo que aprendimos de nuestros padres, de nuestro entorno, con creencias y límites prestados. Y debemos levantarnos, como este gorrión, y cuidarnos, alimentarnos y mimarnos, hasta que estemos listos para volar. El proceso es doloroso, pero una vez finalizado, todo empieza a tener sentido.
un gorrión
Imagina por un momento que eres este pequeño gorrión perdido. Creces en una familia con ciertas creencias, miedos y limitaciones. Y sin darte cuenta, lo heredas. Todo lo que piensas sobre ti mismo, el mundo, tus posibilidades e incluso tu percepción de las cosas está coloreado por lo que has heredado. Son unas gafas grises que nublan la visión.
Esta visión del mundo puede ser similar en algunos aspectos a lo que usted mismo pensará sobre la vida más adelante, pero puede ser todo lo contrario. De cualquier manera, un día te encuentras arrojado del techo, solo frente al mundo y con una maleta de ideas y creencias prestadas. Es normal que nos sintamos perdidos.
Elsa revela el problema en una entrevista que concede a Podcast de vidas reflexivasla cosa es Nuestras mentes no están diseñadas para hacernos volar.sino para hacernos sobrevivir.
sobrevivir o vivir
“El ser humano necesita entusiasmo”, afirma el escritor y divulgador. Es fundamental lograr lo que Abraham Maslow llama “autorrealización”. “Muchos no llegan porque tienen limitaciones: heridas de la infancia, miedos, hábitos, distracciones, sociedad de consumo. “Todo esto nos mantiene en piloto automático”, explica la experta en una entrevista que concede a los españoles,
Superar estas barreras implica tomar ciertas decisiones y, sobre todo, enfrentar tu mente. «Es un proceso difícil, pero profundamente transformador y liberador.“, dice Punset.
La clave, dice, nos la dio Jung, “una de las voces más sabias que hemos tenido en Occidente”. Debemos enfrentarnos a los dos duendes de la mente.
Duendes de la mente
Con esta palabra tan moderna como atemporal, Punset se refiere a la cita de Jung. “Todos los días, al despertar, tienes que espantar a dos duendes que están al pie de la cama: el miedo y la pereza”.
Estos dos elementos constituyen, en general, los obstáculos que nos separan de la meta final, que es la autorrealización. Y como explica el experto, “el ser humano necesita soñar, necesita tener una razón para vivir, necesita estar ilusionado”. Nuestra mente es compleja, es capaz de “escribir sinfonías, poemas, capaz de encontrar la belleza en la tristeza y la tristeza en la belleza”, pero el miedo y la pereza nos impiden conectarnos con lo que nos apasiona.
Miedo
Cada uno de estos “gremlins”, como los llama Punset, bastaría para un libro. Pero cuando se trata de miedo, explica la experta, el más predominante es el miedo a ser diferente. “Hay que ser un gran optimista para empezar a hacer cosas que vayan a contracorriente” dice el escritor. Generalmente tenemos miedo de correr riesgos y pensar fuera de lo común. Tenemos una vocecita que nos dice “fuera de la manada se esconde la muerte”. Pero es importante encontrar el camino hacia la autenticidad.
Este es el primer obstáculo contra el que debemos luchar, y que también enlaza con la idea del gorrión que nos presenta el divulgador.. Debemos deshacernos de las creencias y miedos heredados.debemos atrevernos a ser diferentes si queremos vivir una vida verdaderamente emocionante. Si queremos sentirnos completos y realizados.
pereza
El segundo “gremlin” es la pereza, porque nuestro cerebro también está diseñado para ahorrar energía. Por eso es tan difícil adoptar buenos hábitos, porque naturalmente hay que la ley del mínimo esfuerzo.
Pero si conectamos con lo que nos apasiona y conseguimos la motivación necesaria, podremos derrotar a este “duendecillo vago” y adquirir hábitos que nos impulsen. Hábitos que nos permiten ser felices, mantener nuestro cuerpo con buena salud, pero también que estructuran las bases esenciales sobre las que construir ese futuro que soñamos.
Y el mensaje más importante que debemos conservar es esta frase tan abarcadora con la que el bobina quien comparte Mentalidad Seiko de la intervención de Punset en Vidas contadas: Los seres humanos necesitan soñar.
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