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Noboa emula a Bukele y abre una megacárcel para combatir la violencia entre bandas que azota las prisiones de Ecuador

Noboa emula a Bukele y abre una megacárcel para combatir la violencia entre bandas que azota las prisiones de Ecuador
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  • Publishednoviembre 11, 2025



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El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, ha inaugurado una megaprisión de máxima seguridad en Santa Elena, inspirada en el modelo de Nayib Bukele en El Salvador, para combatir la violencia entre bandas en las prisiones del país.

Los primeros 300 presos de alta peligrosidad, entre ellos el exvicepresidente Jorge Glas, ya fueron trasladados a la nueva prisión tras una reciente masacre en el penal de Machala que dejó 31 muertos.

La nueva ‘Cárcel de Encuentros’, construida con un presupuesto de 52 millones de dólares, cuenta con avanzadas medidas tecnológicas y estará custodiada por policías y militares retirados.

La apertura de la megacárcel coincide con una semana clave para Noboa, marcada por un inminente referéndum sobre la convocatoria de una Asamblea Constituyente y otras reformas.

Daniel Noboa pretende combatir la violencia carcelaria imitando Nayib Bukele. El presidente de Ecuador confirmó este lunes la llegada a una prisión de máxima seguridad ubicada en una zona aislada de la provincia costera de Santa Elena y que imita la megacárcel de El Salvador de los primeros 300 presos. Un grupo catalogado como de alta peligrosidad y entre el que se encuentra el exvicepresidente correísta Jorge Glas.

El traslado de prisioneros se produjo apenas un día después de que 31 prisioneros fueran asesinados en un enfrentamiento entre miembros de dos bandas criminales rivales dentro del penal de Machala. El Gobierno atribuyó la masacre a este movimiento, pero los propios presos lo han rechazado.

La llegada de presos a este penal se produjo también en el inicio de la semana decisiva en la que Noboa se juega su capital político con un referéndum que ha convocado para establecer una Asamblea Constituyente para redactar una nueva constituciónentre otras reformas como el establecimiento de bases militares extranjeras.

Este centro penitenciario, con capacidad para 736 reclusos y que pretende emular el modelo Bukele, fue una de las grandes promesas de Noboa cuando llegó al poder en 2023, junto a otra de similares características que aún no se ha materializado.

La construcción comenzó en junio de 2024 con un presupuesto de 52 millones de dólares (unos 45 millones de euros) y las obras fueron realizadas por la empresa Puentes y Calzadas Infraestructuras, filial del español Grupo Puentes, que controla la empresa estatal China Road and Bridge Corporation.

Nombrado por Noboa como el cárcel de reunión En referencia al lema del Gobierno del expresidente Guillermo Lasso (2021-2023), al que reemplazó el actual mandatario, este penal está ubicado en una zona inhóspita de la provincia costera de Santa Elena, una de las más afectadas por el crimen y la violencia que azota al país desde hace años.

«Bienvenidos» a Glas

Horas después de anunciarse el traslado de los presos, el mandatario confirmó la presencia del exvicepresidente correísta en las nuevas instalaciones pese a las últimas medidas cautelares emitidas por la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte Interamericana), que solicitó al Estado ecuatoriano garantizar la salud física y mental del expolítico.

«Bienvenidos al nuevo hogar. Pronto llegarán otros delincuentes.«, escribió Noboa en las redes sociales junto a algunas fotografías de Glas, quien hasta el momento se encontraba en el penal de La Roca, vestido con los habituales trajes naranjas de los reclusos.

Glas tiene actualmente tres condenas por delitos de corrupción, y desde abril de 2024 volvió a prisión luego de que Noboa ordenara un asalto a la Embajada de México en Quito para recapturarlo y sacarlo por la fuerza, una vez que el exvicepresidente había recibido asilo del Gobierno mexicano, al considerarlo perseguido político.

Más de 600 muertos

Esta prisión fue promovida por Noboa en respuesta a la crisis de violencia criminal que ha azotado a las cárceles ecuatorianas en los últimos años, donde más de 600 reclusos han sido asesinados desde 2021, la mayoría de ellos en una serie de masacres por parte de enfrentamientos entre bandas rivales como Los Choneros, Los Lobos y Los Lagartos, entre otros.

Según detalló el ministro del Interior, John Reimberg, la prisión cuenta con «todas las medidas tecnológicas» para que «no pueda entrar ningún artefacto que no sea el que debe existir dentro de este centro penitenciario», además de contar con «todo lo necesario para la atención médica» y evitar así que los presos tengan que acudir a los hospitales.

También se espera que el Gobierno contrate policías y militares retirados para estar a cargo de su seguridad, en lugar de los agentes del Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Privadas de Libertad (SNAI), oficina del Ejecutivo encargada de administrar y custodiar los centros penitenciarios.

La gran mayoría de las cárceles de Ecuador están militarizadas desde enero de 2024, cuando el presidente Daniel Noboa declaró el «conflicto armado interno» para combatir la violencia en el país, que vive la peor crisis de su historia reciente hasta el punto de liderar América Latina en tasas de homicidios.





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