KIWI SALAS | Optimismo entre los productores de kiwis de Salas, que esperan un 30 por ciento más de cosecha
Los kiwis son, desde hace años, una de las frutas más importadas en España. La causa, una demanda que desborda por completo a la oferta. Anualmente, en todo el país se consumen, aproximadamente, unas 80.000 toneladas. En la parte contraria, en la producción, apenas se alcanzan las 30.000 toneladas cosechadas, de las cuales entre el 15 y el 20 por ciento se recogen en Asturias.
[–>[–>[–>Una de las empresas que trabajan esta codiciada fruta es Kiwis La Rodriga, en Salas, cuyo gerente, Rafael Olivo, prevé optimismo en la cosecha y estima que los productores asturianos podrán superar este año las 4.000 toneladas en las cerca de 250 hectáreas de plantaciones de kiwis que hay en el Principado.
[–> [–>[–>«Hay más cosecha que el año pasado. Pasaremos de las 4.000 toneladas, lo que es un año normal, estándar», señala Olivo. Esta previsión de recogida supera ampliamente las cifras del año pasado, cuando se cosecharon 3.000 toneladas de kiwis (un 30 por ciento menos de lo que se estima para este año). Esta aumento en la previsión de la cosecha se debe, según Olivo, a que los frutos han disfrutado de un invierno y un verano más beneficiosos: «Va a ser un fruto muy sabroso. Ha crecido muy bien».
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La finca La Rodriga. / S. H.
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De todas estas toneladas, al menos en el caso de La Rodriga, la cosecha se divide para su venta, por lo que una parte se exporte a territorio nacional y el resto al extranjero, principalmente a Francia. «En el mercado nacional, la valoración del kiwi asturiano es muy buena», concreta Olivo, que destaca que tiene «una calidad intrínseca» superior a las de otras zonas productoras del país. Esto, señala el gerente de La Rodriga, se evidencia en el precio, siendo el del kiwi asturiano entre 10 y 20 céntimos más caro que el kiwi gallego, cántabro o vasco.
[–>[–>[–>Actualmente, en Asturias existen unas 250 hectáreas de plantaciones de kiwis, la mayoría de la variedad verde -la más conocida y extendida-, mientras que cerca de 10 por ciento -unas 30 hectáreas- están dedicadas a la producción de la variedad «gold», cuya principal característica es que cuenta con una pulpa de tonos amarillos y dorados, además de que su sabor es más dulce y su piel más lisa y amarronada.
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El intendente de Salas, Sergio Hidalgo, con Rafael Olivo en la finca La Rodriga. / A. S.
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En el caso de La Rodriga, la finca cuenta con 15 hectáreas, de las cuales diez son para la variedad «gold», cuatro para la verde y una última hectárea «experimental» destinada a nuevas variedades tanto verdes como amarillas, cuyos resultados se verán en los próximos años. «El kiwi da trabajo. Es un trabajo constante, nunca se acaba. Terminas la cosecha del verde y ya empiezas a centrarte en el amarillo. No paramos», concluye Olivo.
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