La senda de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) comienza este lunes con María Jesús Montero. convocando a los asesores del Tesoro de las comunidades autónomas al Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) para que presenten su propuesta de senda de estabilidad para el periodo 2026-2028.

Este encuentro está marcado por el recuerdo del anterior CPFF en el que los concejales del PP abandonaron la mesa antes de finalizar el acto, en una reunión que tenía como objetivo votar el alivio de la deuda de las comunidades autónomas. Con ese recuerdo en mente, cabe preguntarse si los concejales ‘populares’ volverán a levantarse de la mesa, algo que descartan fuentes consultadas por laSexta, que confirman que se sentarán en la reunión.

En este encuentro también se abordarán temas relacionados con la financiación autonómica, algo que la mayoría de comunidades ven como una prioridad. Es más, desde el PP Llaman «paripé» a esta cita y hablan de la «improvisación» de Montero.

La presentación de la senda de estabilidad a las regiones y su posterior aprobación en el Consejo de Ministros supone el pistoletazo de salida para los PGE, que acumulan meses de retrasos. Este lunes, el Tesoro presentará objetivos de déficit, deuda y regla de gasto para el periodo 2026-2028, tanto para el conjunto del sector público como desagregados por subsectores, que estarán en línea con los compromisos europeos y cuya aprobación está garantizada porque el Gobierno tiene la mitad de los votos.

Estos objetivos se aprobarán luego en el Consejo de Ministros junto con el techo de gasto -que no se vota- y se enviarán a las Cortes, que podrán avalarlos o rechazarlos -si el Congreso los aprueba pero el Senado los rechaza, el Congreso podría retirar el veto-.

En caso de rechazo -algo previsible dada la oposición de Junts, que ya ha tumbado la senda de estabilidad 2025-2027-, el Gobierno tendrá que volver a aprobar la senda dentro de un mes, ya sea la misma o una nueva, y reiniciar todo el procedimiento.

Si también se rechaza la segunda vía, los objetivos enviados a Bruselas entrarán en vigor, sin que el Tesoro haya aclarado si serán los del programa de estabilidad de 2023 (Déficit del 2,5% del PIB para 2026) o los del plan fiscal (2,1% del PIB). En cualquier caso, con objetivos aprobados o no, tanto el Gobierno central como el regional tendrán un camino vigente sobre el que construir sus presupuestos para el próximo año.

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