nació con 4 meses de antelación y apenas 393 gramos
Abraham Giménez debería haber venido al mundo en octubre de 2024, pero lo hizo un 3 de julio. Cuatro meses antes, su madre, Noemí Gabarre, dio a luz y requirió cirugía. Cesárea de emergencia que generó un sinfín de dudas. en esta etapa del embarazo. Dudas que el pequeño Abraham cargó sobre sus espaldas y resolvió paso a paso, día a día, superando los obstáculos que encontró.
Con 393 gramos de peso y 19 centímetros, este valiente es el bebé más pequeño de Galicia y, a partir de los datos que aprecian sus padres, de España o incluso del mundo.
Es el más pequeño, pero no el único, los números son considerables. Cada año, 500 familias en Galicia experimentan un parto prematuro, un nacimiento que se produce antes de las 37 semanas de gestación (teniendo en cuenta que un embarazo a término dura de 39 a 40 semanas). Según la Sociedad Española de Neonatología, la tasa de nacimientos prematuros en nuestro país ronda el 7%. Las complicaciones que pueden surgir en estos casos son numerosas, pero afortunadamente también lo son los avances en este ámbito.
“Un niño prematuro es un niño cuyos órganos están todos madurando y que por tanto tiene una patología muy particular que hay que conocer y que también implica muchas cosas de cara al futuro”, explica Raquel Fernández Patiño, pediatra de la unidad de neonatología del Hospital Universitario de Ourense.
La tasa de bebés prematuros en España es del 7%
Abraham luchó duro durante casi cinco meses de hospitalización. Cinco meses que fueron largos pero que trajeron grandes recompensas. Salió sano y feliz y pudo regresar a su casa en Vilagarcía de Arousa, en Pontevedra, rodeado de su familia. Su padre, Luis Miguel Giménez, declaró entonces ante el micrófono de Antena 3 Noticias que el pequeño era casi como un teléfono y que cabía en la palma de su mano. Eran tiempos muy difíciles en los que las primeras 72 horas fueron cruciales. Comentarios. Hoy es un niño feliz, un terremoto que lo único que quiere es que le ayuden a levantarse y correr.
Son conscientes de que existe una alta probabilidad de que su hijo no sobreviva. No dudan en llamarlo «bebé milagro». Y sus ángeles de la guarda fueron los profesionales del Hospital de Salnés y del Hospital Clínico de Santiago de Compostela, a quienes están profundamente agradecidos.
“Para los padres es algo que no se esperan. A veces incluso se sienten culpables, piensan que han hecho algo por lo que están aquí y en la mayoría de los casos no es así, es algo que pasa, que no se puede predecir”, explica el doctor Patiño.
Gracias a las unidades neonatales
Gracias a una de estas unidades neonatales, el pequeño Abraham cumple ya un año, ha crecido, ha ganado peso y, aunque ha necesitado ciertas exploraciones y ayuda, podemos decir que se encuentra en perfecto estado de salud. Sus padres y toda su familia están orgullosos, especialmente su abuelo, cuyos ojos se iluminan cada vez que lo sostiene en sus brazos.
Una alegría que es la de muchas familias que, sin ser casos tan extremos, viven la preocupación y el miedo por el nacimiento de sus hijos o hijas semanas antes de lo previsto. Un día para resaltar esta valentía y agradecer el apoyo, médico pero también humano, de las unidades de neonatología que casi se hacen cargo de estos bebés milagrosos.
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