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Dejar de beber cambió mi relación con todo. Poco puedes conseguir cuando estás en un círculo de adicciones

Dejar de beber cambió mi relación con todo. Poco puedes conseguir cuando estás en un círculo de adicciones
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  • Publishednoviembre 23, 2025



Cuando Arkano (Alicante, 1994) era un preadolescente, un vídeo descargado a través de internet cambió su vida. Era una batalla de la Red Bull, algo que su mente no podía procesar: ¿cómo era posible que alguien improvisara así, al momento, sin preparación?

Años después, ese mismo chaval tímido de Alicante que pedía a sus padres que no lo vieran competir se convertiría en una de las figuras más importantes del freestyle hispanohablante. Hoy, a los 31 años, Arkano es sinónimo de excelencia en las batallas y una voz que ha trascendido los escenarios para ocupar espacios en la televisión, la música y, recientemente, en la conversación pública sobre la salud mental y las adicciones.

Su historia no es solo la de un campeón, sino la de alguien que ha vivido el freestyle en todas sus dimensiones: como acto de libertad juvenil en parques locales, como competición profesionalizada, como espectáculo mediático, como plataforma para el activismo social, y finalmente, como refugio durante sus momentos más oscuros.

En los últimos meses, Arkano ha documentado públicamente su lucha contra el alcohol y las drogas, compartiendo un proceso de recuperación que podría haber permanecido privado pero que eligió abrir a quienes lo siguen. Este acto de vulnerabilidad lo devolvió a lo que realmente lo define: la pasión por el freestyle, esa conexión que parecía haber perdido.

Con la conmemoración de los 20 años de la Red Bull Batalla, Arkano estará presente en un evento histórico el próximo 29 de noviembre, en Buenos Aires. Esta entrevista con EL ESPAÑOL es un viaje por su experiencia personal a través de dos décadas de evolución del freestyle.

P.- Con solo 7 años tu hermana te puso los primeros discos de rap: Violadores del Verso, Nach… Luego vino descubrir las batallas. ¿Recuerdas cuál fue la primera que viste?

Sí, la primera batalla que vi fue Zatu contra Ba de la Red Bull de 2005. No tengo claro cómo llegué a ella. Yo ya había descubierto el rap años antes gracias a mi hermana. Escuchaba rap, escribía mis canciones y rapeaba con los colegas del instituto. Grabábamos alguna canción en casa con un micro barato. Pero cuando descubrí las batallas, me engancharon desde el principio.

De primeras no entendía bien. Yo decía: «¿Pero esto es improvisado de verdad? ¿De verdad lo están haciendo al momento?». Era algo que me petaba la cabeza. Al principio creía que estaba preparado, que una persona no podía hacer eso. No podía creer que una mente humana fuera capaz de ello. Pero poco a poco empecé a probarlo yo mismo. Improvisaba con mis amigos y se me fue dando bien.

Hasta que vi que organizaban una batalla en Benidorm. Yo soy de Alicante, así que dije: «Me voy a presentar». Y ahí empezó todo para mí.

«La primera batalla que vi fue Zatu contra Ba de la Red Bull de 2005 […] Al principio creía que estaba preparado, que una persona no podía hacer eso»

P.- En esa primera batalla a la que te presentaste, en 2008, tenías apenas 14 años. ¿Qué lleva a alguien de esa edad a atreverse a subir a un escenario de freestyle?

R.- Aparte de ser muy pequeño, yo era muy tímido. Yo no levantaba la mano en clase por vergüenza. Era un chaval muy callado, muy buenecito. De hecho, cuando se lo conté a mis padres no se lo creían. Les prohibí ir a la batalla porque me daba vergüenza que me vieran en un escenario. Pero mi madre fue en secreto sin que yo me enterara y la vi al final de la batalla.

Recuerdo que me daba mucho miedo. Me ponía muy nervioso pensar en subirme a un escenario. Pero me gustaba tanto desde que descubrí esa primera batalla que eso pesó más que los nervios y el miedo. La verdad es que salió muy bien.

Llegué a semifinales donde perdí contra Jonko, que luego fue mi compañero de grupo. Era un mítico de las batallas. Además, el público me acogió muy bien. De repente, un chaval de 14 años enano, gordo y con rizos que salía ahí a gritarle a los otros (ríe).


Arkano, sobre su primera batalla con 14 años: «Mi madre fue en secreto sin que yo me enterara»

P.- Ahora todo está documentado en las batallas, pero habrá momentos de los inicios que te hayan marcado pero que nunca se vieron porque sucedieron en parques o plazas, sin cámaras.

R.- Si no me equivoco, y nadie me ha corregido este dato todavía, pero las primeras batallas de parque que se hicieron en España, las organicé yo en 2008 en Alicante.

Todo fue porque me quise apuntar a una batalla en Cartagena en un festival que se llamaba Urban Party y no me dejaron apuntarme por ser menor de edad. Dije: «Voy a organizar yo mis batallas solo para menores de edad. Si eres mayor de edad, no te puedes apuntar».

Y así creé la Junior Battle en el Parque de Canalejas de Alicante. Esto fue en el verano de 2008. Yo no he encontrado batallas de parque antes que eso, así que es posible que las primeras las organizara yo en Alicante.

Se sumó toda la gente del freestyle alicantino y funcionó muy bien. Allí se creaban muchas rivalidades. Había un chaval que se llamaba Twister que era muy bueno y teníamos cierta rivalidad. De hecho, hicimos batallones. No sé si queda algún vídeo por ahí, pero sí, se formaban rivalidades chulas y era un ambiente muy bonito.

P.- A los 15 años ya eras el campeón nacional más joven de la Red Bull Batalla. ¿Cómo viviste esa responsabilidad a una edad tan temprana mientras, imagino, eras un chaval normal?

R.- Yo llegué a esa Final Nacional de 2009 sabiendo que no era el mejor. Mi propia madre me decía: «Va a ganar Invert». En ese momento, había muchísimos que eran mejor que yo. Estaba Skone, que llevaba más años, más rodaje. Estaba Jonko, estaba Invert…

Pero eso es lo bonito de la improvisación: no siempre gana el mejor, sino gana el que esté más inspirado, el que conecte más ideas. Yo tuve la suerte de ganar ese día.

Arkano, con 15 años, en la Final Nacional de 2009 que ganó


Arkano, con 15 años, en la Final Nacional de 2009 que ganó

Red Bull Content Pool

Fue muy pronto para mí. Con 15 años estás en plena adolescencia, con todo el pavo. No tienes claro ni quién eres ni qué lugar ocupas en el mundo. Fue algo bonito, muy bonito, sin duda.

Además, fue toda mi familia a verme ahí a la Nacional, que fue en Madrid en la Noche en Blanco. Había como 10.000 personas de público. Fue brutal. Pero visto con perspectiva, yo creo que fue algo difícil de gestionar y quizá no recomendable para el ego de un adolescente.

5. La Red Bull Batalla comenzó en 2005 en Puerto Rico. En aquella época, mirando a los que eran tus referentes, ¿cuál era la diferencia entre lo que era el freestyle sin estructura mediática y lo que representó la profesionalización a través de competiciones como la Red Bull?

R.- El cambio más evidente es la mejora de nivel. Cuando nosotros empezamos no teníamos apenas referentes. Podías ver a lo mejor cinco o seis vídeos de cada uno de los freestylers y tenías pocas referencias. Había pocas batallas realmente, había pocos momentos para competir. Yo recuerdo que cada vez que había Red Bull era como ‘buah’, una ocasión super especial porque tenías una o dos batallas al año.

«Antes era nuestra pasión. Ahora entrenas como si fueras un atleta de alto rendimiento»

Con el paso del tiempo han salido muchísimos más competidores, muchísimas más competiciones. Esto ha hecho que el nivel aumente. Ahora empiezas a improvisar y ya estás viendo a gente que hace absolutas locuras. Esa ya es tu base de primeras y de ahí ya a mejorar.

Y sobre todo que se ha convertido en algo mucho más parecido a un deporte que antes. Antes era nuestra pasión, improvisábamos. A nadie se le pasaba por la cabeza entrenar. Simplemente rapeabas con tus colegas cuando te apetecía, salías al escenario. No pensabas en «tengo que entrenar, tengo que hacer todo perfecto», como si fueras un atleta de alto rendimiento, que es lo que sucede ahora.

Yo sentía todo como mucho más libre, mucho más relajado, mucho más orgánico. Que no quiere decir que una cosa sea mejor que otra, pero esos son los cambios que noto.

P.- Tu batalla contra Dtoke en la Final Internacional de 2015 fue la más vista en la historia del freestyle hispanohablante durante mucho tiempo. En ese momento, ¿siente uno que está haciendo algo que puede llegar a ser tan grande?

R.- En ningún momento. Además, en ese momento no piensas en nada. Estás improvisando, es lo que te sale al momento. Además, en esa Final Internacional yo estuve muy, muy, muy conectado.

Cuando un freestyler está conectado, está haciendo todo lo contrario a pensar. No le da tiempo a pensar, a tener miedos. Simplemente está fluyendo, está cogiendo todo lo que recibe y transformándolo en rima. En ese momento evidentemente no era consciente de la trascendencia que tenía esa batalla.

Arkano, durante su famosa batalla contra Dtoke en la Final Internacional de 2015


Arkano, durante su famosa batalla contra Dtoke en la Final Internacional de 2015

Red Bull Content Pool

P.- Diez años después, ¿te sigues poniendo esa batalla?

R.- Me encanta. Es una de las pocas batallas mías que vuelvo a revisitar. La verdad es que soy muy autocrítico y cuando veo algún vídeo mío siempre me aparecen cosas que pienso: «Esto no me gusta, esto tal». Pero esa batalla le guardo mucho cariño. De hecho, cuando tengo que enseñarle a alguien algo, que no sabe nada de las batallas y me pide que le enseñe algo mío, pues este es uno de los vídeos que enseño. Todo el tema del beso, el minuto en el que le quito la gorra…

Es una batalla a la que le guardo mucho cariño. La veo y digo: «Esto es una película».

P.- Y ganas esa Internacional, en Chile, en la que además también venciste dos veces a Aczino. ¿Tienes ganas de reencontrarte con él en Buenos Aires?

R.- Tengo muchísimas ganas. Además, si no me equivoco, tenemos el marcador 2-2. Yo en Chile le gané dos veces. Él luego en su casa en México me ganó la Internacional y nos enfrentamos en Colombia hace un año.

Y especialmente le tengo ganas por ese enfrentamiento de Colombia, porque sucedió hace un año en un momento en el que yo estaba en uno de los peores momentos de mi vida. Tenía muchísimas ganas de esa batalla, pero lo hice muy mal. Lo hice horrible.

De hecho, es una batalla que no he vuelto a ver. Mi novia me lo dice: «Vamos a ponernos la batalla para que veas que no lo hiciste tan mal». Pero es un trauma para mí. Es un trauma. Quiero quitarme ese mal sabor de boca.

No sé si me cruzaré con él en este evento, pero la verdad es que me gustaría, independientemente del resultado, volver a medirme a Aczino, pero ahora ya sí en un buen momento.

Aczino y Arkano, durante su batalla en México en 2017


Aczino y Arkano, durante su batalla en México en 2017

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P.- Tu siguiente hito fue el récord Guinness en 2016, improvisando más de 24 horas sin parar en la Puerta del Sol. ¿Fue un punto de inflexión para ti? ¿Volverías a hacer algo así?

R.- Sin duda fue un punto de inflexión. El tema del récord Guinness me abrió al gran público. A lo mejor hacías batallas y lo escuchaba la gente que le gustaba y la cosa iba creciendo. Con el tema del récord Guinness le llegó a muchísima gente. Empezaron a dar hueco al freestyle en televisiones, en radios, se hablaba de ello. En mi carrera y en mi historia personal noté un cambio brutal, sin duda.

¿Si haría otro récord Guinness? Hacer otro récord Guinness no lo haría porque tampoco le vería sentido. En su momento tuvo todo el sentido del mundo. Fue un reto increíble, fue algo épico, fue algo extremo. Me encantó hacerlo. Pero hoy en día otro récord no haría.

Pero vamos, siempre le estoy dando vueltas a la cabeza a ver qué se me puede ocurrir. Si me viniera una buena idea de algo extremo, algo diferente, sin duda lo haría.

Arkano, tras cumplir su récord Guinness en la Puerta del Sol en 2016


Arkano, tras cumplir su récord Guinness en la Puerta del Sol en 2016

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P.- Hace unos años pusiste en el foco público tu lucha contra la homofobia y el machismo dentro del freestyle. ¿De dónde surgió esa necesidad de usar tu plataforma para estos temas? ¿Crees que la escena ha evolucionado en este sentido?

R.- Bueno, la conciencia con temas sociales es algo que viene de siempre. Es al final un conjunto de factores. Quizás el hecho de haber crecido en un barrio obrero, en una familia humilde, las situaciones que me han tocado pasar, mis círculos de amistades. Al final es algo que te conecta más con lo social y es algo que ha estado presente siempre en canciones, en freestyles, en entrevistas, intervenciones, etcétera.

Yo creo que el mundo del freestyle, igual que la sociedad en general, ha evolucionado un montón. Por esa parte estoy muy contento.

P.- Más recientemente has dado el paso de hablar públicamente de las adicciones, incluso documentando tu reto de 365 días sin beber en redes sociales. ¿Sientes que ha cambiado incluso tu relación con el freestyle haber dejado el alcohol?

R.- Sin duda, sin duda. Ha cambiado mi relación con absolutamente todo. Con el freestyle creo que es evidente. Solo hay que ver mi desempeño al respecto el año pasado y compararlo con mi desempeño este año.

El año pasado estaba en la liga de Perú de FMS y me quedé en último puesto. Hoy en día estoy en la liga española y estoy en primer puesto. Eso ya es un dato evidente.

Pero más allá de los resultados tangibles, a nivel de sensaciones, a nivel de emociones, he sentido algo que pensaba que no iba a volver a sentir en toda mi vida. Me retiré de las batallas porque dejé de estar conectado con el freestyle, porque dejé de emocionarme en un escenario, porque los miedos podían conmigo.

El retiro me vino bien para coger perspectiva, para volver a tener ilusión de volver a sentir eso. Pero en mi vuelta no lo conseguía. También poco puedes conseguir a nivel emocional, a nivel mental cuando estás en un círculo de adicciones.


Arkano, sobre dejar el alcohol: «Ha cambiado mi relación con absolutamente todo, incluido el freestyle»

El dejarme todo esto, el empezar a trabajar a nivel psicológico, toda la parte de las emociones, el tomarme en serio lo que es el freestyle, me ha hecho volver a conectar con lo mismo que conectaba en esos años de 2015. Me vuelvo a sentir así y eso es increíble.

P.- ¿Crees que esa transparencia forma parte de tu recuperación?

R.- Claro, sí. Yo lo hice principalmente por mí, para salvarme a mí. A veces me preguntan: «¿Pero esto lo hiciste para ayudar a la gente o para concienciar?». No, no. Sé que quedaría muy bien decir eso, pero yo lo hice por mí.

Después de llevar años luchando con esto, no encontrarle solución, siempre tener como medio pactos conmigo mismo, estar unos momentos mejor, unos momentos peor, llegó el momento de decir: «Tío, voy a comprometerme con toda mi comunidad a ver si esto me da la fuerza para de verdad salir de esta mierda».

«Haber tomado esta decisión me ha salvado la vida»

Y efectivamente creo que fue un acierto tremendo por mi parte. El primer mes subí un vídeo diario. El primer mes es lo más complicado. Mi mente estaba en cada día, era como: «Bueno, tienes que centrarte en hacer un vídeo, en contar cómo te estás sintiendo, ya sea que te sientas bien, que te sientas mal».

Cada día me sentía apoyado por mi comunidad. Claro, por el camino me he ido dando cuenta de que esto también ha ayudado a gente. Perfecto, absolutamente maravilloso. Pero a mí me ha ayudado para salvarme a mí mismo.

El hecho de poner 365 días era por tener un reto tangible, por tener algo alcanzable. Pero yo creo que he pasado ya la parte más difícil y sin duda el tomar esta decisión me ha salvado la vida.

P.- En 2024 participaste en Supervivientes y, precisamente, te abriste mucho sobre tus luchas personales. ¿Cómo fue salir de tu zona de confort del freestyle y exponerte de una forma tan vulnerable en un reality show?

R.- Fue muy duro, fue muy duro. A nivel profesional es lo más duro que he hecho nunca. Porque además es algo que por mucho que hayas visto el programa, por mucho que quieras imaginarte cómo se viven las cosas allí, hasta que no lo vives, hasta que no estás ahí, no eres consciente de lo duro y lo complicado que es.

Lo primero que me pregunta la gente es si es real como dicen o si nos dan comida por detrás o tal. Yo te confieso que tenía la esperanza de que hubiera tongo y que detrás de cámaras nos dieran algo de comer o algo así. Pero para nada, para nada.

Y así consiguen la desesperación en nosotros. Porque nosotros no somos actores y se ve también el peso que perdemos y todo. Es una experiencia tremenda.

Sobre todo hay algo que no se ve en el programa: la cantidad de horas que tienes que pasar ahí solo con tu cabeza, sin ninguna otra distracción. En muchos momentos compartiendo con gente con la que no te llevas bien o que incluso has tenido un conflicto. Estás ahí tirado en una playa pasando horas con hambre, sin energía. Eso ha sido lo peor que he pasado a nivel profesional.


Arkano, sobre su participación en ‘Supervivientes’: «Ha sido lo peor que he pasado a nivel profesional»

P.- Vayamos al presente. Red Bull Batalla: Nueva Historia conmemora 20 años de competiciones. En tu grupo competirás junto a Skone, Invert y Aczino. ¿Qué te dicen estos nombres?

R.- Son tres leyendas. Son tres leyendas que han aportado muchísimo, muchísimo al freestyle. Cada uno en su ámbito, cada uno con su estilo, cada uno con su impronta. Creo que han dado mucho a toda la cultura. Solo te puedo decir que es un orgullo, es un orgullo. Estoy muy feliz, aunque me tocará machacarlos (risas).

P.- ¿Te consideras a ti mismo una leyenda o, en parte, siente uno el síndrome del impostor cuando está arriba?

R.- No, no, no tanto como síndrome del impostor. Simplemente es algo que no me gusta decir de mí mismo. No me gustan palabras como «leyenda» o «referente» o tal. Si lo quiere decir la gente, bien. Si veo que la gente lo dice, no siento el síndrome del impostor. Digo: «Pues bueno, puede tener sentido». Pero no me miro al espejo y digo: «Qué leyenda eres». Ríe.

Arkano, levantando la bandera LGTBI en una de sus batallas


Arkano, levantando la bandera LGTBI en una de sus batallas

Red Bull Content Pool

P.- Este evento reúne a leyendas de diferentes épocas. A ti te podríamos incluir también en los grupos de 2005-2009 y 2019-2024 ¿Cómo crees que se compara el freestyle de las nuevas generaciones con las anteriores?

R.- Bueno, una característica principal de los nuevos es que rapean mucho mejor. En cuanto a técnica, por lo general, rapean mucho mejor. Vienen muy frescos. Pero no te puedo decir muchas cosas más porque sería entrar en generalizaciones que no se corresponderían con casos específicos.

P.- Considerando todo lo que has vivido desde 2008, ¿cuál crees que es el momento más importante en la historia del freestyle?

Ostras, ostras. (Piensa en silencio unos segundos). No te sé decir un momento que haya sido clave para la historia del freestyle, porque ha habido muchísimos momentos. Desde esa primera batalla de 2005 que ahí empezó todo.

No me podría quedar solo con una Final Internacional porque cada una ha tenido sus cosas. A ver, quizás un momento clave fue cuando Red Bull decidió volver del parón. Porque después de 2009 hubo un parón y parecía que no se iba a volver a organizar. Parecía que el ámbito competitivo del freestyle había muerto más allá de cosas que se hacían a nivel local.

Y yo creo que fue clave. Tenemos que estar muy agradecidos a que Red Bull tomara esa decisión de recuperar las batallas. Eso yo creo que es uno de los grandes causantes de que hayan llegado a lo que han llegado hoy en día.

P.- Mirando hacia el futuro, ¿qué le falta al freestyle para evolucionar aún más? ¿En qué dirección debería ir la disciplina para mantener su relevancia cultural sin perder su esencia de improvisación y autenticidad?

R.- Yo creo que no tenemos que centrarnos tanto en evolucionar o hacia dónde vamos, sino al contrario: mantener esa esencia, mantener lo que ha sido el freestyle desde el principio



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