Nasser Kamel, secretario general de la Unión por el Mediterráneo: «El Proceso de Barcelona ha logrado crear una identidad común»
Nasser Kamel (El Cairo, 1959), exembajador de Egipto en Reino Unido (2014-2018) y Francia (2006-2012), cierra este mes de diciembre una etapa al concluir su mandato de siete años como secretario general de la Unión por el Mediterráneo (UpM), el organismo con sede en Barcelona que aglutina a 43 países del área euromediterránea para impulsar la cooperación y el diálogo regional. Estos días, la UpM celebra los 30 años de la Declaración de Barcelona y el lanzamiento del Proceso de Barcelona, que desembocó en 2008 en la creación del organismo intergubernamental. Kamel atiende a EL PERIÓDICO en el marco del Euro-Mediterranean Economic and Business Forum, organizado por la Cambra de Comerç de Barcelona y el Instituto Europeo del Mediterráneo (IEMed), celebrado esta semana en la Llotja de Mar y con voluntad de consolidarse como cita anual.
[–>[–>[–>Entre los principales objetivos del Proceso de Barcelona en 1995 estaban la creación de una zona de libre comercio, la promoción de la democracia y los derechos humanos, y la lucha contra el terrorismo. ¿Cuál es, según usted, el balance?
[–> [–>[–>El Proceso de Barcelona ha logrado crear una identidad común y una narrativa mediterránea compartida. Esto se evidencia en la cantidad de plataformas institucionales que han surgido, no solo a nivel gubernamental a través de la UpM, sino también a nivel científico, empresarial, universitario, agrícola o ciudadano. Hemos creado una serie de vías de cooperación en todo el espectro de la actividad humana que no existían antes. ¿Hemos alcanzado nuestro máximo potencial? La respuesta es no. Pero, sin duda, hoy estamos en una mejor posición en términos de integración y cooperación que hace 30 años.
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«La esperanza de que el Proceso de Barcelona pudiera contribuir a crear las condiciones para un entendimiento que garantizara la paz y la seguridad de palestinos e israelíes no se ha materializado»
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¿Y en qué aspecto ha quedado mucho por hacer?
[–>[–>[–>Los acontecimientos de los dos últimos años han demostrado que la esperanza de que este proceso pudiera contribuir a crear las condiciones para un entendimiento que garantizara la paz y la seguridad de palestinos e israelíes en el marco de una solución de dos Estados no se ha materializado.
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En el foro European Bridges del pasado lunes, en el que usted participó, se hizo hincapié en que el mundo de ahora no es el de 1995. ¿Cómo se adapta el Proceso de Barcelona a los nuevos desafíos?
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[–>La actualización se realizará mediante dos instrumentos. Uno de ellos es nuestra nueva declaración de visión, que adoptaremos en la conferencia ministerial del día 28. El otro es el Pacto por el Mediterráneo, que se presentará el mismo día y en el mismo lugar, y que representa la nueva estrategia de la UE en cuanto a su relación con el sur del Mediterráneo. Ambos incluyen muchos de los nuevos desafíos a los que nos enfrentamos. En 1995, el clima y el medio ambiente no estaban entre nuestras prioridades, todos vivíamos bajo la influencia del petróleo y el gas sin ser conscientes de su enorme impacto negativo. Tampoco estaba en primer plano el empoderamiento de la mujer, que no es solo una cuestión ética, sino también socioeconómica. El Proceso de Barcelona ha evolucionado, está evolucionando y seguirá evolucionando porque los retos son cambiantes.
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Nasser Kamel, secretario general de la Unión por el Mediterráneo, en la Llotja de Mar el pasado martes. / MANU MITRU
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La inmigración es considerada uno de los principales retos de la UE. Cada vez se levantan más muros físicos para evitar la llegada de migrantes, pero lo cierto es que son los países denominados de tránsito los que soportan una mayor presión. De hecho, la UE ha llegado a acuerdos con algunos de ellos, como Túnez, Albania o Turquía, para que ejerzan un papel de contención. ¿Es esta la vía a seguir?
[–>[–>[–>No creo que la gestión de la inmigración sea la única solución. Es parte de ella. No cabe duda de que hay que ocuparse de la inmigración ilegal. Pero debemos abordar las causas profundas mientras intentamos gestionar mejor el fenómeno a corto plazo. La mayor parte de la inmigración ni siquiera proviene del vecindario inmediato, sino de lugares más lejanos, del África subsahariana, Afganistán, Irán y otros países. Así pues, la solución también reside en el codesarrollo y una mayor cooperación económica. Si no se abordan todas las dimensiones que llevan a las personas a correr tales riesgos al desplazarse desde sus hogares hacia el norte, no creo que la mera gestión sea suficiente.
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La Primavera Árabe supuso una breve brisa de esperanza democrática para muchos países de la ribera sur del Mediterráneo. Ahora, las protestas de la Generación Z en algunos países, como Marruecos, han traído aquellas revoluciones a la memoria. ¿Por qué no logran consolidarse los regímenes democráticos en estos países?
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La Primavera Árabe, sí, trajo esa esperanza, pero solo eso. No dio los frutos esperados. La democracia es un proceso, no una decisión. Es algo que se va consolidando a lo largo de los años. Confío plenamente en que aquellas sociedades con mayor desarrollo socioeconómico, educación e inclusión de las mujeres en los ámbitos político, social y económico, avanzarán pacíficamente. Transformar un sistema en 24 horas no es la fórmula. Y vemos que los líderes de muchos países son plenamente conscientes de que deben abrir el espacio público, permitiendo la oposición. Marruecos es un buen ejemplo. Pero querer actuar precipitadamente a veces puede llevar a lo que hemos visto en Libia, Siria y tantos otros casos.
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«Debemos abordar las causas profundas de la inmigración mientras intentamos gestionar mejor el fenómeno a corto plazo»
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¿Qué opinión le merece el plan impulsado por Donald Trump para Gaza que ha recibido esta semana el aval del Consejo de Seguridad de la ONU?
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Bueno, hay que ver cómo se implementa. Usted me pide que evalúe el proceso, pero no puedo. Evaluaré el resultado. Y espero que ese proceso pueda conducir en primer lugar al fin de la guerra. Eso en sí mismo es un logro, al menos no volveremos a ver el horror, la cantidad de muerte y la destrucción que el pueblo palestino ha sufrido durante más de dos años. Al menos se cumplirán las condiciones mínimas necesarias para una existencia digna, no digo una vida digna. Estoy al tanto de las críticas al plan. Pero también sé que es la única opción disponible. En el Consejo de Seguridad ningún país se opuso; solo Rusia y China se abstuvieron. Los actores regionales, incluidos Turquía, Egipto, Emiratos y Arabia Saudí, están a favor. Así pues, espero, al igual que ellos, que este plan pueda llevarnos a una situación mejor y a un estado de las cosas más favorable que el que vivimos actualmente.
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¿Y qué papel quiere desempeñar la UpM en la Gaza de posguerra?
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Esperamos desempeñar un papel en la dimensión de la resiliencia, con apoyo a los centros educativos y al desarrollo de capacidades, gobernanza y transparencia. No somos una agencia de desarrollo, por lo que, dentro de nuestros recursos limitados, debemos seleccionar las actividades en las que podamos aportar valor. Pero estamos realmente interesados en contribuir a brindar ayuda al pueblo palestino.
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«Espero que el plan de Trump para Gaza pueda llevarnos a una situación mejor y a un estado de las cosas más favorable que el que vivimos actualmente»
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En diciembre finaliza su mandato de siete años como secretario general de la UpM. ¿Cómo valora esta etapa?
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Hemos logrado muchas cosas, pero aún queda mucho camino por recorrer. Hay muchas cosas que podríamos mejorar y podríamos hacer más. El potencial de esta región es ilimitado. Así que sí, el balance es positivo en comparación con mi punto de partida y el de mis predecesores. La región se ha unido más durante los últimos siete años, pero ¿hemos alcanzado nuestro máximo potencial? Como dije al principio de la entrevista, todavía no. Por eso estamos adoptando una nueva estrategia, una nueva visión. Estamos reestructurando la organización para dejarla en condiciones óptimas y capaz de afrontar los nuevos retos de los próximos años.
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¿Quién va a ser su sucesor?
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Este tema se abordará durante las próximas semanas.
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