Aprovechando que hace unos días fue 20N, Isma Juárez ha visitado el Alberche del Caudillouno de los pocos pueblos que conserva su nombre franquista pese a la ley de Memoria Democrática, con el objetivo de preguntar a sus vecinos si conviene cambiarlo.

El reportero de El Intermedio se reúne con el «auténtico Parlamento» del pueblo, un grupo de vecinos en torno a un banco, a quienes propone varias opciones para cambiar el nombre del pueblo, de ‘Alberche del Chiquillo’, a solo Alberche.

Otra mujer, María, defiende que su pueblo siempre se ha llamado Alberche del Caudillo y «lo que me interesa es que arregla el camino para nosotros«.

Un hombre, que dice ser «el primero en nacer» en Alberche, se muestra partidario de quitar el ‘Caudillo’ del nombre del pueblo: «Aquí había mucha hambre»dice este vecino que, aunque reconoce que agradeció que el régimen les entregara las parcelas, «Los agricultores se vieron obligados a plantar lo que querían» y que “desde hace 40 o 50 años se paga”.

Otra vecina, por su parte, recuerda que el pueblo fue fundado por francoquien según ella era quien repartía las casas y el terreno: “Mi padre no tenía casa, estaba en un campo y gracias a Dios hemos tenido casa y tenemos campo”. Por tanto, no es partidaria de cambiar el nombre.

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