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«La industria alimentaria influye en el diseño de las políticas alimentarias»

«La industria alimentaria influye en el diseño de las políticas alimentarias»
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  • Publisheddiciembre 8, 2025


La obesidad es un problema global. Se estima que en 2035 más de 2.000 millones de personas tendrán sobrepeso. Las iniciativas globales en desarrollo incluyen el proyecto MAPPS II, liderado por la Federación Mundial de Obesidad (WOF), que intenta identificar cómo los sistemas de salud locales, nacionales y globales pueden mejorar la atención de la obesidad, proyecto en el que participa España. ABC Salud habló con Magdalena Wetzel, directora de Política y Seguridad de (WOF) durante su participación en el Congreso de la Sociedad Española de Obesidad (Seedo).

La evidencia muestra la relación entre los alimentos ultraprocesados ​​y las enfermedades crónicas… ¿Por qué están impulsando la “pandemia de obesidad”?

‘The Lancet’ acaba de publicar una nueva serie de estudios sobre alimentos ultraprocesados ​​que demuestran que los hábitos alimentarios ricos en estos productos se asocian sistemáticamente con un mayor riesgo de obesidad, diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares y otras enfermedades crónicas. Los alimentos ultraprocesados ​​están sustituyendo a las dietas basadas en alimentos frescos y comidas preparadas en casa, deteriorando la calidad general de la dieta y facilitando el exceso de energía. El informe Feeding Profit de UNICEF también documenta cómo las niñas y los niños están expuestos a un suministro constante de productos ultraprocesados ​​baratos y muy publicitados, mientras que las opciones nutritivas son menos accesibles. Este también fue un tema central en la mesa intersectorial MAPPS en Toledo, donde se discutió cómo estas dinámicas afectan especialmente a los niños y a los hogares con menos recursos.

¿Cómo afecta la influencia de la industria alimentaria a la regulación y control del consumo de alimentos ultraprocesados?

La influencia de la industria alimentaria puede verse en la forma en que se diseñan los entornos y las políticas alimentarias. Los niños y adolescentes están expuestos a una avalancha de marketing y a la disponibilidad de productos ultraprocesados ​​baratos, mientras que las opciones saludables son menos visibles y accesibles. Las grandes empresas utilizan la presión política y estrategias de comunicación para poner fin a medidas como el etiquetado frontal, las restricciones a la publicidad dirigida a los niños o los impuestos favorables. Organizaciones como GHAI han documentado tendencias similares en varios países. Todo esto significa que, incluso cuando la evidencia es clara, la regulación avanza más lentamente de lo que sería deseable desde una perspectiva de salud pública.

¿Los alimentos ultraprocesados ​​representan una amenaza para la salud pública comparable a otros factores de riesgo importantes?

El primer artículo de la serie The Lancet sobre alimentos ultraprocesados ​​y salud humana concluye que la sustitución de dietas basadas en alimentos frescos por modelos centrados en alimentos ultraprocesados ​​es un «impulsor clave» de la creciente carga mundial de enfermedades crónicas: un mayor riesgo de obesidad, diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares, depresión y mortalidad prematura. Al mismo tiempo, los niños y adolescentes están particularmente expuestos a estos productos, lo que amplifica su impacto a lo largo de la vida. Dada su prevalencia en la dieta y la magnitud de los efectos negativos asociados a ellos, muchos expertos consideran que los alimentos ultraprocesados ​​representan una amenaza para la salud pública de una magnitud comparable a otros factores de riesgo importantes.

“La obesidad es un reflejo de la desigualdad social además de un problema de salud”

¿Por qué existe una relación tan fuerte entre la obesidad y la desigualdad socioeconómica?

Los barrios con menos recursos tienden a tener más difícil acceso a alimentos frescos, menos espacios seguros para la actividad física y una mayor exposición a productos de baja calidad nutricional. El estudio PASOS 2022 de la Fundación Gasol muestra que uno de cada tres niños y adolescentes de 8 a 16 años vive con sobrepeso u obesidad en España, y que la situación es peor en contextos de renta baja, donde también se observan peores hábitos de sueño, alimentación y actividad física. Todo ello hace que la obesidad, además de un problema de salud, sea un reflejo de las desigualdades y oportunidades sociales.

¿Cuál es el objetivo principal del proyecto de la Federación Mundial de Obesidad?

El objetivo de MAPPS II es comprender cómo responden los sistemas de salud a la obesidad como enfermedad crónica y qué barreras impiden una atención adecuada. El proyecto analiza desde el acceso al diagnóstico y tratamiento hasta la formación profesional, pasando por el estigma y las desigualdades territoriales y socioeconómicas. También estudia cómo los determinantes sociales y comerciales determinan la prevención y el manejo de la obesidad, más allá de la responsabilidad individual. Sus resultados ayudarán a los países a integrar la obesidad en la cobertura sanitaria universal.

¿Cómo influirán en las políticas públicas?

Queremos transformar nuestras conclusiones en informes nacionales, hojas de resultados y recomendaciones concretas para los tomadores de decisiones. Estos documentos informarán las actividades del Atlas Mundial de la Obesidad 2027 y del Día Mundial de la Obesidad, proporcionando datos sólidos para justificar reformas en la atención primaria, la financiación y la equidad.

¿Qué resultados, recomendaciones o intervenciones se deben obtener?

Esperamos contar con perfiles nacionales claros, análisis de brechas y propuestas concretas para mejorar la atención integral de la obesidad. Las recomendaciones incluirán fortalecer las vías de atención, mejorar la formación profesional, reducir el estigma y el vínculo entre la obesidad y las enfermedades no transmisibles y estrategias de cobertura sanitaria universal. El impacto se medirá por el uso de esta evidencia en políticas y planes nacionales, por la inclusión de la obesidad en las prestaciones sociales y por la consolidación de redes multisectoriales que involucren a sociedades científicas, organizaciones como la Fundación Gasol y personas con experiencia vivida.

“El mensaje ‘come menos y muévete más’ refuerza la estigmatización de las personas obesas”

¿Cuáles son las limitaciones de las intervenciones tradicionales (dieta, ejercicio) y por qué muchas personas recuperan el peso perdido?

El mensaje “come menos y muévete más” es una simplificación que no hace justicia a la complejidad de la obesidad y refuerza el estigma. Las intervenciones basadas únicamente en dieta y ejercicio generalmente resultan en pérdidas modestas y son difíciles de mantener cuando no van acompañadas de apoyo clínico continuo y cambios ambientales. Muchas personas viven rodeadas de productos baratos y ricos en calorías, tienen poco tiempo para cocinar o realizar actividad física y enfrentan barreras económicas para acceder a apoyo profesional. En este contexto, responsabilizar únicamente al individuo es injusto e ineficaz; Por eso hablamos de la necesidad de modelos de atención crónica integrados en los sistemas y políticas de salud que transformen los entornos, no solo los comportamientos.

“Los tratamientos contra la obesidad deben incluirse en la cobertura universal para no ampliar la brecha de acceso”

¿Cuál es el papel emergente de los nuevos tratamientos farmacológicos en el manejo de la obesidad?

Los tratamientos basados ​​en GLP-1 y sus análogos (del tipo ozempic) se han erigido como una herramienta emergente para determinados adultos que padecen obesidad y que necesitan apoyo adicional para cambiar sus hábitos con el fin de mejorar su salud. La evidencia indica que pueden ayudar a reducir el peso y mejorar ciertos factores de riesgo, siempre bajo supervisión médica y como parte de programas de atención al crónico. World Obesity aboga por que estas terapias se incluyan de forma segura, adecuada y equitativa en los sistemas de salud, idealmente como parte de una cobertura universal. Al mismo tiempo, sin estrategias deliberadas de equidad y asequibilidad, su introducción puede ampliar las brechas de acceso entre quienes pueden costearlos y quienes no.



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