No vamos a ir a Rusia o Chipre
Viacheslav Bykovel ex policía ruso que protagoniza la Guardadohoy, más de tres años en prisiones españolas y todavía vive escondida después de salir de prisión. Su caso ha revelado la existencia de una red de extorsión dirigida por agentes rusos que operan incluso en Españautilizando la amenaza de extradición como mecanismo de presión. Bykov fue clave para desmantelar esta trama, de la que él mismo fue víctima.
El ex policía denunció que Agentes rusos exigieron un millón de euros: «Me siguieron amenazando con conseguir el dinero. No tengo dinero para pagar un caso inventado», dijo ante el tribunal. Gracias a las grabaciones de conversaciones telefónicas y nombres de los implicados que había recopilado, Bykov logró dar credibilidad a su denuncia ante la Fiscalía Anticorrupción y la Policía Nacional.
Gonzo entrevista a su abogado en España, Javier Ruiz Blayquien cuenta cómo, al ser detenido en agosto de 2018 en Platja d’Aro (Girona), lLo primero que recibió en prisión fue la visita de un abogado ruso que representaba a «estas personas que ya conoces bien».. «Él le da los nombres y es cuando le pide ese millón de euros para poder presentar la causa penal en Rusia y así acabar con la extradición», afirma Ruiz Blay. Por suerte, Bykov había estado tomando notas, tenía grabaciones, nombres y datos. «Y, por tanto, podría dar credibilidad a una denuncia. Porque Si vas a una comisaría y cuentas esto, es una historia totalmente increíble.«.
Su decisión de denunciar a la Justicia española
Bykov informó a la Fiscalía Anticorrupción y a la Policía Nacional de todo lo sucedido, aportando pruebas concretas y datos de terceros que podrían corroborar su versión. «Le creyeron porque fue capaz de proporcionar un nivel muy alto de detalleporque pudo aportar pruebas que sustentaban y respondían a todo lo que decía. Y porque les dio información de otras personas con las que también podían hablar, que habían sido testigos o le habían ayudado en algún momento, que corroboraron lo que dijo”, afirma el abogado.
Al principio, Bíkov No sabía si él era el único objetivo de la red extorsionadora en España. «Pensó que era el único. En ese momento no tenía pruebas de que se estuviera llevando a cabo tal persecución contra otras personas. De hecho, pensó que era por su caso, por las detenciones que había hecho y ya, no que fuera algo normal», afirma. Hasta la fecha no me había conocido Valery Postriganotro disidente ruso que estuvo preso en España y que pasó por una situación similar a la suya, tal y como relata en este informe.
Después de analizar la situación, presentó denuncia ante la Fiscalía Anticorrupción. «La denuncia consiste en contar toda su vida, desde que empezó a trabajar como policía, como policía especial antidrogas en Rusia. Contar todos los detalles de los casos en los que había trabajado, de este caso concreto, que es la causa que lo llevó por el camino del rencor. Y, a partir de ahí, contar todos los datos, sustentados en testimonios, grabaciones y pruebas que tenía en su poder», dijo.
La Fiscalía y la Policía Nacional española tomaron en serio la denuncia y «le dieron credibilidad y comenzaron la investigación para determinar a estas personas en España, qué hacían y tratar de descubrir si había más personas involucradas en esta organización que se dedicaba a la extorsión».
La estrategia de Bykov
Desde el primer momento, Bykov actuó con estrategia. «Mostró su disposición a pagar, realiza negociación con los extorsionadores. Del millón que pedían se baja a medio millón. Cuando está en medio millón, piden un depósito de buena fe de 50.000 euros. El trato se reduce a 20.000. Y, finalmente, insiste en que la entrega de esos 20.000 euros se haga en Madrid. Porque dice que es territorio neutral”, explica Javier Ruiz Blay.
La reunión se celebró en el Hotel Chamartín de Madrid, en coordinación con las autoridades españolas, que intervinieron y Detuvieron al implicado tras recibir el dinero. «Cuando recibe el dinero y se levanta de la silla, esta persona es arrestada y llevada ante la justicia», añade el abogado. La entrega fue supervisada por alguien cercano a Bykov, quien luego actuó como testigo protegido en el caso.
La red detrás de la extorsión estaba formada por diferentes perfiles. «Hay gente que se dedica sólo a lavado de dineroEs decir, recibían el dinero y lo transformaban de tal forma que aparentaba tener origen legal. Y la gente, incluso, ya conocido por las autoridades, como el líderque es un conocido líder de organizaciones criminales rusas y estrechamente vinculado a las autoridades rusas», afirma Ruiz Blay.
Logró demostrarlo, pero fue inútil.
Aunque un juzgado de Málaga concluyó que las acusaciones eran falsas, La Audiencia Nacional rechazó suspender la extradición y el Ministerio de Asuntos Exteriores dio luz verde a su entrega a Rusia.. Hoy, Bykov permanece escondido, con una orden de búsqueda y arresto activa, mientras aún se espera un último recurso para evitar su extradición.
La historia de Bykov refleja cómo las autoridades rusas utilizan las acusaciones falsas, la extorsión y la amenaza de extradición como herramienta de presión contra sus ciudadanos, incluso cuando están protegidos por sistemas judiciales de otros países. Como resumió Postrigan: «Rusia es un país infernal y terrorista. No hay ley. Hay una dictadura dura. Muy dura. Muy estricta».
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