Lufthansa suspende el transporte de carga militar hacia y desde Israel por una orden británica de control de exportaciones
Lufthansa Cargo ha paralizado el envío de material militar y equipamiento de seguridad hacia y desde Israel. Lo hizo sin previo aviso. Y lo hizo porque la UK Export Control Order, sumada al actual régimen de sanciones, deja a los operadores con poco margen para moverse. El resultado: un frenazo que vuelve a tensar la logística en la región. La compañía confirmó la decisión en un comunicado remitido a medios, entre ellos The Times of Israel, que adelantó la noticia.
[–>[–>[–>«Lufthansa Cargo cumple plenamente con todas las leyes y regulaciones aplicables», señaló un portavoz citado por The Times of Israel. Añadió que, «debido a la UK Export Control Order y a las sanciones relevantes, el transporte de equipamiento y componentes militares hacia y desde Tel Aviv no es actualmente posible», independientemente de la ruta utilizada. La aerolínea asegura que está trabajando “en una solución que permita reanudar estos envíos”.
[–> [–>[–>El canciller alemán Friedrich Merz y el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, durante una conferencia de prensa conjunta como parte del primer viaje de Merz a Israel. / ARIEL SCHALIT / EFE
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Visita de Merz
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La suspensión coincide con la visita del canciller alemán, Friedrich Merz, a Israel y llega pocos días después de que el país entregara el sistema de defensa antimisiles Arrow 3 a la Fuerza Aérea alemana, una operación de 4.000 millones de euros que marca la mayor exportación de defensa de la historia israelí.
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La UK Export Control Order, diseñada para cubrir un espectro amplio de materiales sensibles, tiene efectos que trascienden las fronteras británicas. Y, combinada con las sanciones vigentes, estrecha aún más el margen operativo de compañías con redes internacionales.
[–>[–>[–>Para Lufthansa Cargo, el impacto recae en un segmento pequeño pero especialmente delicado. La aerolínea deberá reorganizar parte de sus rutas, revisar compromisos con clientes institucionales y adaptar su operativa mientras busca una salida que mantenga el cumplimiento normativo sin cerrar definitivamente esta línea de negocio.
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Un parón con significado político
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El movimiento tiene un innegable componente simbólico en plena tensión regional. En un momento en que cada paso relacionado con la logística militar se examina con lupa, la compañía apuesta por la prudencia: evitar cualquier choque con las autoridades reguladoras y blindarse ante posibles costes reputacionales. La situación evidencia, además, cómo normas nacionales como la UK Export Control Order pueden tener efectos extraterritoriales, condicionando a actores que operan muy lejos del origen de la regulación.
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[–>Lufthansa defiende que la suspensión es temporal y que trabaja para restaurar los envíos dentro del marco legal. Pero el episodio vuelve a mostrar lo frágil que resulta el engranaje logístico vinculado al sector de defensa cuando las tensiones políticas se intensifican. Bastan unas horas —y una orden administrativa— para que los flujos de carga estratégica se reconfiguren por completo.
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