Las personas que más saben de felicidad son las que tienen capacidad de levantarse, a pesar de que los obstáculos sean muy grandes







¿Alguna vez te has preguntado qué es lo más importante en esta vida? ¿Cuál es la esencia básica de la que se compone la felicidad? ¿Qué es lo esencial? Este es el tema que abordan tres grandes maestros del crecimiento personal, como lo son Francesc Miralles, Álex Rovira y Xavier Guix, en su nuevo libro, Esencial.
Con ocasión de su publicación, en Cuerpomente hemos tenido la oportunidad de conversar con Francesc y Xavier para poder abordar algunos de los temas principales de su libro: qué es la felicidad, cómo hacer frente al miedo o porqué necesitamos el amor para ser felices. Es, en definitiva, una de esas conversaciones que transforman y dejan una huella imborrable.
-En Esencial nos prometéis los pilares de una vida extraordinaria. Pero ¿qué es una vida extraordinaria en realidad?
Xavier: Una vida extraordinaria, probablemente, es una vida que vale la pena ser vivida. Y entonces, precisamente porque vale la pena, es extraordinaria. Lo otro es lo cotidiano.
Entonces, si contrastamos cotidiano con extraordinario, diríamos que lo que vivimos habitualmente es lo cotidiano. Pero lo extraordinario es aquello que es esencial, aquello que realmente nos hace que lo que vivamos valga la pena ser vivido.
-¿Existe, entonces, un secreto de la felicidad? Y si existe, ¿cuál es?
Francesc: Yo te diría, Celia, que si supiéramos un secreto de la felicidad que sirviera para todos, seríamos billonarios. Porque el gran problema que tiene la felicidad es que es individual. Porque la felicidad tiene que ver con cuáles son las necesidades particulares de cada persona.
Para la persona que tiene una enfermedad crónica, la felicidad sería aliviar esa enfermedad de la mejor manera. Para quien está solo, contra sus deseos, la felicidad sería encontrar compañía. Yo no hablaría de felicidad, sino de felicidades.
Y, por lo tanto, no se puede dar una fórmula que sirva para todo el mundo. Hay libros que prometen la felicidad ya en el título de portada. Como si fuera sencillo y fácil.
Pero no es nada fácil, porque para llegar a tener un cierto grado de felicidad, hay que dar unos pasos previos, que sería saber qué es lo que tú quieres por encima de todas las cosas. Y mucha gente, y lo sabe bien Xavier, que atiende en consulta cada día, ya no saben ni siquiera lo que quieren. Tendríamos que partir de ahí y nuestro libro, que no es un libro de fórmulas, ni es un libro práctico, sino que es un libro para leer y pensar, lo que da son herramientas para que cada persona medite sobre cuál sería el tipo de felicidad que está buscando.
-¿Qué papel juega para vosotros la resiliencia en la felicidad?
Xavier: Sin duda, es uno de sus baluartes. O sea, la capacidad de asimilar, adaptarse, o lo que llamaríamos la capacidad de caer y volverse a levantar. Si uno no tiene esa capacidad, difícilmente va a poder ser feliz, porque la felicidad, de algún modo, está en cada uno en forma de su plenitud.
Entonces, si yo en un momento determinado caigo porque tengo un disgusto, porque tengo una separación, porque tengo una muerte, porque hay una pérdida importante, siempre van a suceder cosas en la vida que van a hacer que aquella plenitud parezca que falta, que se rompe. Entonces, la capacidad de volver a ese lugar básico, fundamental, esa es la capacidad de resiliencia. Las personas que tienen esa capacidad de levantarse, a pesar de que los obstáculos sean muy grandes, esas personas seguramente aprenden mucho más de la felicidad.
-De hecho, en vuestro libro escribís que no es posible obviar el papel del dolor en la felicidad. Y suena paradójico, pero ¿puede existir felicidad sin dolor?
Francesc: Es como el yin y el yang, una cosa no existe sin la otra. Y, de hecho, se ha comprobado, si miras las vidas de hijos e hijas de millonarios o de grandes estrellas, que muchos caen en las drogas, la felicidad se vive por contraste. Una persona que no tenga ningún tipo de dificultad, que pueda acceder a todo lo que desea, porque su familia se lo puede permitir, va a caer en un tedio vital que le puede llevar a la autodestrucción.
Mientras que, creo que eran los Rolling Stones, que cantaban al principio de todo, cuando eran pobres: “no tengo dinero, pero sé dónde gastarlo”.
Entonces, el hecho de que hayas carecido de una cosa, hace que luego le puedas dar valor. Si tú ahora pasas por una situación de salud complicada y tienes dolor, cuando el dolor cesa, llega una gran felicidad.
A veces necesitamos verle los dientes al lobo, necesitamos ver todo lo que no nos gusta, para luego apreciar como algo extraordinario aquello que hablábamos antes. Yo te diría que las personas que más han sufrido y han crecido a través de ese sufrimiento, son las más capacitadas para celebrar las pequeñas cosas que nos trae la vida.
-En el libro dedicáis también un apartado a hablar de las creencias. ¿Qué papel juegan las creencias en nuestra vida?
Xavier: Las creencias son como el filtro a través del cual yo veo la realidad. Entonces, decimos: creer es crear, porque lo que tú crees está creando la realidad que tú estás viviendo. Por lo tanto, el substrato de nuestra vida se fundamenta en una serie de construcciones que llamamos creencias.
Y lo que tú crees está creando todo aquello que tú ves, lo que miras, lo que observas. Donde pones la atención, eso se resalta, y lo que se resalta es lo que voy a vivir. En cambio, voy a obviar todo el resto. Por eso es muy importante entender qué son las creencias.
En este sentido, no hablamos de ideologías ni hablamos de temas que son religiosos, sino hablamos de los substratos o los maones, los cimientos que construyen tu realidad. Y, por otro lado, también es bueno entender que, si esto es tan importante para tu vida, va a ser muy importante que atiendas a qué tipo de creencias tienes, porque unas creencias te van a ayudar a vivir, otras creencias te van a ayudar a sufrir.
Por lo tanto, ¿qué estoy creyendo yo sobre lo que sucede?, ¿qué es lo que estoy creyendo yo sobre mí?, ¿qué es lo que estoy creyendo sobre la vida? Eso es lo que va a determinar cómo la voy a vivir.
El efecto sanador del humor
-¿Es importante tomarse la vida con humor?
Francesc: Bueno, dicen que el humor es el disolvente universal de las preocupaciones, y está claro que el humor lo que nos da es una perspectiva muy interesante. O sea, tú puedes estar dentro del drama, pero en el momento en el que le encuentras cierta gracia a tu propio drama, es como si te vieras desde fuera.
El humor nos permite ver desde fuera, con una perspectiva mucho más objetiva lo que hay, y desde distintos lados, pero como Xavier ha sido actor cómico, yo creo que él va a estar más autorizado para aportar algo más sobre este tema.
Xavier: Lo has dicho perfecto. En el mundo del teatro, sabemos que lo que une más a la gente es o el drama o el humor, o sentir que estoy sufriendo con la persona y empatizo con ella, o el humor, porque de algún modo recuerdo que cuando salía de los espectáculos, nos abrazaban, nos daban las gracias por aquel ratito que habían podido olvidarse de todos sus asuntos y habían podido realmente sentirse un poco más felices. Entonces, ese espacio de apertura interior, esa alegría a la que te acercas con el humor, creo que es muy sanadora.
-Hablabas antes, Francesc, de la autenticidad. Y me preguntaba, ¿qué papel juega la autoaceptación en esto de ir a lo esencial?
Francesc: La aceptación y la autoaceptación son la clave del amor. O sea, tú no puedes amar a alguien si no aceptas a quién tienes delante. Si lo que estás viendo es lo que esa persona es en potencia y la quieres cambiar, eso no es amor, eso es ciencia ficción.
Y la autoaceptación es exactamente lo mismo, es un amor que se basa en comprender quiénes somos, que no podemos tener cosas que otros tienen, pero sí que tenemos otras de las que otros carecen. Que haya una visualización, una aceptación, una identificación con lo que eres tú, como ser humano real, con todas tus imperfecciones.
Desde ahí, puedes vivir con autenticidad, ya no hace falta imitar a nadie, ya no hace falta compararse, y dejas de sufrir, porque ya sabes qué es lo que hay.
–Ahora que hablamos de amor, ¿necesitamos el amor para ser felices?
Xavier: Sí, desde luego. Porque naturaleza, felicidad, plenitud, amor, son formas de decir lo mismo, que es, ¿de qué estamos compuestos? Entonces, nuestra composición inicial es el amor, en tanto que somos creación, somos unión. Entonces, la vida es un constante unir, crear, unir, crear, unir, crear.
Cuando nos juntamos, justamente ahora, Francesc y Álex y yo mismo, ¿qué hemos hecho? Nos unimos, desde la amistad, para crear algo.
Cuando las personas se quieren, crean cosas. Puede ser una familia, puede ser un proyecto, puede ser una forma de vivir, puede ser cualquier cosa, pero tenemos necesidad de traducir el amor en creación, en materialización.
Por lo tanto, si lo convertimos en materialización, la base que genera todo es la capacidad de unirnos, y esa capacidad de unirnos es lo que llamamos amor. No hablamos del amorcito, corazoncito, cuánto te quiero. No, hablamos de un amor que es un amor sustancial, es como una naturaleza profunda que indica realmente lo que somos.
Aprender del miedo
-Otro tema que tratáis en el libro es el miedo. ¿Podemos aprender a convivir de forma saludable con el miedo, a convertirlo en un compañero y no en un enemigo?
Francesc: Sí. Creo que era Jung quien decía que el miedo, si lo rechazas, se refuerza. Por ejemplo, si piensas que tendrás mal rollo al ir en metro, antes de entrar ya te estás sintiendo mal. Es lo que se llaman metaemociones, es una emoción encima de otra.
Lo que podemos hacer, desde un punto de vista terapéutico, con el miedo es acompañarlo. Lo que dice el conductismo: terapia de exposición progresiva.
Si a ti te da miedo hablar en público, cosa que sucede a muchísimas personas, pues practicas primero hablando a dos o tres amigos, luego hablas a los vecinos de la escalera, y poco a poco ese miedo va dejando una impronta positiva donde antes había pánico.
Hay cosas que hay que hacerlas con miedo. Mira, Xavier Guix fue mi terapeuta, y yo recuerdo que me invitaron a dar una gira por teatros de la India, y estaba aterrorizado. Soy una persona más bien tímida, y pensé, ¿vas a ir a un teatro en una cultura diferente, delante de 500 personas y además hay que hablar en inglés? Yo le pregunté a Xavier y él me dijo: “mira, si te lo piden es que puedes hacerlo. Si no pudieras hacerlo, no te lo pedirían”.
Fui allí con miedo. En l primer teatro quizás temblaban un poco más las piernas, el segundo ya no tanto, y al final de la gira, pues bueno, ya has entrado en un flow que te das cuenta de que la amenaza que se dibuja en tu mente no tiene nada que ver con los desafíos que encuentras en el lugar real.
-Muy relacionado con este tema, quería preguntaros si las crisis que tanto miedo nos dan, son realmente oportunidades de crecimiento, como se suele decir.
Xavier: Sí, bueno, en el ideograma chino, eso lo sabe bien Álex, el símbolo representa una imagen que sube y baja. Y viene a decirnos que, de algún modo, una crisis tiene los dos semblantes. Tanto puede ser una oportunidad como puede ser una amenaza. Depende cada uno cómo lo viva, depende de las creencias, depende de su actitud vital, depende de la resiliencia. Entonces, crisis, en realidad, significa cambio. Y el cambio siempre es amenazador y generador de incertidumbre.
No sabemos qué va a pasar, no sabemos cómo acabará, no tenemos ni idea de cuáles serán las consecuencias. Ante ello, hay quien confía y dice: “venga lo que venga, será lo mejor que pueda venir”. Y hay otros que no confían y quieren controlarlo todo, quieren asegurarlo todo. Estos últimos sufren mucho, y al sufrir y angustiarse, lo convierten en una amenaza que les hace daño.
Por lo tanto, las crisis son necesarias. De hecho, la vida misma, la naturaleza misma, se expresa a través de crisis. Parece que todo está bien y, de golpe, viene una DANA, viene un tsunami, vienen esas cosas, y dices, ¿cómo es posible? Pues sí, porque todo tiende a estar moviéndose, cambiando y reorganizándose.
El ser humano es lo mismo. Cambiamos, crecemos y pasamos por etapas y, a veces, por pereza, no lo haríamos. Por pereza, no nos moveríamos de casa. Algo nos tiene que empujar para que nos movamos y podamos cambiar.
-Para acabar, si tuviéramos que configurar una especie de botiquín de emergencia con libros que nos orienten en momentos complicados, además de meter dentro Esencial y otros libros que habéis escrito, ¿qué libros meteríais cada uno?
Xavier: Así de inmediato, por supuesto, el bestseller, que todavía lo sigue siendo hoy, que es El poder del ahora. Todo lo que hemos hablado está resumido ahí.
Y otro libro que voy a recomendar es el que estoy leyendo ahora mismo, de Dan Brown, El último secreto. Aunque es un thriller, una novela, tiene un buen tema de fondo: la conciencia. Hay un gran misterio ahí, que en los próximos tiempos creo que alguna pista encontraremos.
Francesc: Por mi parte, voy a poner un clásico, como El hombre en busca de sentido, de Viktor Frankl. Es un libro para entender la resiliencia, y para entender el poder de la actitud ante la máxima adversidad.
Y dado que las noticias que nos llegan a través de los medios tienen siempre un sesgo negativo, y nos pintan una humanidad que solo se mueve por la crueldad, recomendaría el ensayo Dignos de ser humanos, de Roger Bregman, que da una historia de la humanidad a través de la bondad. A mí ese libro me sanó.
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