Mendizorroza, otro obstáculo para el Madrid
hacer mendizorroza un fuerte Ésta era una de las grandes prioridades del Alavés para esta temporada. Una especie de obsesión por parte del cuerpo técnico y de los jugadores. Gran parte de la autocrítica de la temporada pasada se debió a dejar escapar demasiados puntos en casa. Sólo ganó seis partidos ante su afición. y dos de ellos llegaron durante el último mes de competición.
El Alavés emergía en abril con apenas cuatro triunfos en casa… los mismos que acumulaba en apenas ocho partidos. A medida que se acerca el ecuador de la competición, los hombres de Chacho Coudet tienen motivos para creer que están consiguiendo el objetivo que se propusieron durante el verano. Ganaron la mitad de sus partidos en casa. y sobre todo, volvemos a tener la sensación de que visitar Mendizorroza es un reto de enormes proporciones.
Rivales como Atlético, Real Sociedad o Espanyol Se quedaron puntos en Vitoria, donde sólo ganaron Sevilla y Celta. Mendizorroza tiene todos los ingredientes para convertirse en un fortín siempre que su equipo le dé argumentos. Y el Alavés lo comprueba de primera mano. Un aficionado que vuelve a sentirse identificado con su equipoque se sienta identificado con la ambición de su entrenador y que sea partícipe del gran momento que atraviesa su equipo.
Coudet es en gran parte responsable de esto. porque consiguió desarmar a un Alavés que juega de tú a tú en todos los partidos. Lo demostró en Barcelona, donde su equipo estuvo en partido hasta el final y obligó a más de uno a acabar pidiendo tiempo. Y quiere hacer lo mismo este domingo antes. un Real Madrid obligado a ganar para no ceder más la distancia con el conjunto blaugrana.
El Alavés sueña con repetir la hazaña de hace siete años e imitar la última victoria contra el Madrid. El equipo blanco llegó al evento en una situación similar a la actual. Lopetegui fue tan cuestionado como Xabi Alonso y acabaría siendo despedido tres semanas después de su paso por Mendizorroza. El Madrid sabe que no puede permitirse más contratiempos y para ello tendrá que competir con la agresividad y la intensidad que caracteriza en cada partido a un Alavés que se ve con más opciones que nunca de echarle el guante a los merengues.
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