Helene y Claire esperan en el frío glacial, en una cola de más de veinte personas, para entrar en el Mercado navideño de Reims. Ambos amigos, treintañeros nacidos en la ciudad, explican que nunca se saltan esta tradición de iniciar las vacaciones navideñas en este lugar. “Lo que sorprende es la gran vigilancia en la entrada”, comenta uno de ellos mientras un equipo de cuatro guardias de seguridad bajo un toldo registra uno a uno a todos los que entran. Lo revisan todo al milímetro, bolsos y mochilas. La escena recuerda a los peores años del terrorismo yihadista en Francia, cuando la amenaza se cernía sobre cada acontecimiento y el conocido plan Vigipirate se activaba permanentemente.

Un correo electrónico del ministro del Interior, Laurent Núñez, enviado hace una semana a los prefectos locales, hizo saltar las alarmas. Núñez pidió «máxima vigilancia» en las celebraciones públicas navideñas y especialmente en los mercados. como este de Reims, tan popular sobre todo en la región de Alsacia y zonas fronterizas con Alemania. En el mismo comunicado calificó el nivel de alerta terrorista para estas fechas como “muy alto” y pidió no sólo medidas de disuasión reforzadas y visibles, sino también un control eficaz de los flujos de entrada a los recintos. Cada una de las entradas a este mercado de Reims está protegida por varios bolardos y vallas y el personal se esfuerza en realizar controles rápidos y eficaces para evitar que muchas personas se aglomeren en las entradas.

Para los servicios de inteligencia franceses, hay dos factores que convierten a estos mercados en claros objetivos terroristas, como ha señalado el propio Núñez. Por un lado, son espacios concurridos pero, sobre todo, son lugares simbólicos de la Navidad en diversas localidades del país. En la memoria de los franceses, el atentado al mercado navideño de Estrasburgo en 2018 que dejó cinco muertos y, más recientemente, el año pasado, el de Magdeburgo en Alemania con seis muertos, prueba inequívoca de que la amenaza continúa.

Según Núñez, dirigiéndose a todas las fuerzas de seguridad del Estado, la Navidad es «un momento único con eventos locales, regionales y nacionales que reúnen siempre a un grupo numeroso de participantes. Ante esta realidad tan profunda, debemos garantizar una seguridad óptima, con todo tipo de medidas, empezando por prohibiciones especiales, limitaciones de establecimiento y circulación«En el caso de los mercados tradicionales del este de Francia, y siguiendo las instrucciones del Interior, este año a las patrullas terrestres se suman drones de vigilancia y otras tecnologías.

Las fuerzas estatales han descartado durante mucho tiempo la amenaza directa de las organizaciones terroristas islamistas internacionales y los temores han tomado otras formas desde hace algún tiempo. El Ministerio del Interior ha detectado signos significativos en la propaganda islamista internacional que intenta radicalizar a las personas con discursos de odio para que puedan proceder al acto del ataque. En estos discursos la prioridad es incitar contra las celebraciones cristianas o judías.

Los mercados no son el único escenario de riesgo. Hay eventos que incluso han sido cancelados para estas fechas en Francia. La mítica avenida de los Campos Elíseos de París celebrará la Nochevieja de 2026, aunque este año romperá con una tradición: no habrá concierto de fin de año, como suele ocurrir. La Prefectura de Policía de París pidió a la alcaldía cancelar el evento musical para minimizar los riesgos y evitar grandes aglomeraciones. La alcaldesa de París, Anne Hidalgo, aceptó esta petición, aunque la ciudad propuso organizar un concierto en directo idéntico a los dos años anteriores, idea que la prefectura de policía rechazó por motivos de seguridad. Las celebraciones de Año Nuevo en París suelen reunir hasta un millón de personas en la avenida y las calles circundantes. Para la edición del año pasado se desplegó un contingente de 6.000 policías y gendarmes. Aunque el concierto fue cancelado, el Ayuntamiento de París anunció que mantendrá los tradicionales fuegos artificiales que iluminarán el cielo de la capital para trasladarse a 2026 como estaba previsto, aunque con un importante refuerzo policial.

Según el periódico Le Figaro, Desde 2019, se han abierto 429 casos por actos de carácter yihadista en toda Francia. De ellos, 51 fueron detectados este año, una década después de los atentados del 13 de noviembre de 2015 en París que dejaron 130 muertos. Los servicios de inteligencia franceses estiman que los pequeños grupos islamistas que amenazan a Francia y otros países europeos se consideran “cruzados” de la causa islámica.