Los precios del aceite de oliva en Marruecos han experimentado una importante caída en los últimos días, tras dos años de máximos históricos que afectaron gravemente a las familias, informan medios del país vecino. En la región de Marrakech-Safi, una de las principales zonas productoras de aceituna, varias unidades de producción han registrado un descenso de casi el 60% respecto al mismo período del año pasado.

Según datos de campo, el precio del litro de petróleo, que se vendía a unos 120 dírhams (11,13 euros) en 2024, ha bajado a 50 dírhams (4,64) en algunos mercados, un nivel poco común en los últimos años. Esta disminución se atribuye principalmente a la abundante oferta tras la mala temporada de 2024, ya que las condiciones climáticas en 2025 fueron ideales: temperaturas moderadas, precipitaciones adecuadas al comienzo de la temporada de crecimiento y una renovada fertilidad de los árboles después de un período de latencia, lo que dio como resultado una cosecha abundante.

El optimismo reina entre los productores de aceituna, ya que las almazaras funcionan a pleno rendimiento. Las partes interesadas creen que esta dinámica contribuirá a la estabilización de precios y beneficiará tanto a los consumidores como a los productores.

Una encuesta realizada por Media24 en varios mercados importantes, incluido Casablanca, confirmó esta tendencia, con precios que ahora oscilan entre 50 y 85 dírhams por litro, frente a 90 y 120 dirhams el año pasado.

El ministro de Agricultura, Ahmed Bouari, espera que la producción de esta campaña alcance los 2 millones de toneladas, el doble que la registrada en 2024, mientras que el precio del kilogramo de aceitunas no superará los 5 dírhams, frente a los 13 o 15 dírhams del año pasado, lo que el ministro consideró «una buena noticia tanto para los agricultores como para los consumidores».