BURGOS, 17 dic (EUROPA PRESS)-

La Guardia Civil, en el marco de la ‘Operación Pelletblessed’, ha desmantelado varias redes criminales dedicadas al fraude mediante suplantación de identidad online en la venta de perdigones, con una empresa burgalesa como principal víctima y con más de 150 personas afectadas por una cantidad cercana a los 200.000 euros.

Como resultado, doce personas, de entre 25 y 40 años, han sido puestas a disposición judicial tras ser localizadas en distintos puntos del territorio nacional -Cataluña, País Vasco, Comunidad Valenciana, Extremadura, Región de Murcia y Canarias-.

La investigación se inició a raíz de una denuncia presentada por la empresa ‘Burpellet’, con sede en Burgos y principal afectada, después de que numerosas personas contactaran telefónicamente con la empresa exigiendo pedidos adquiridos, supuestamente, a través de su página web.

Tras diversas comprobaciones, se ha podido comprobar que estas compras no se habían realizado en la propia dirección de correo electrónico de la firma, sino en páginas de terceros que suplantaban su marca, contenidos, datos comerciales y teléfono de contacto, engañando así a los compradores, indicó la Guardia Civil en un comunicado.

Como consecuencia, miembros del Equipo de Investigación Tecnológica -EDITE- de la Comandancia de Burgos iniciaron las diligencias necesarias para identificar a los responsables, bloquear los dominios fraudulentos y recuperar el dinero defraudado.

Con el avance de la investigación se han identificado 27 páginas web relacionadas con la estafa -algunas de ellas extranjeras-, así como 40 cuentas bancarias utilizadas para canalizar los pagos de las víctimas.

Hasta el momento se han contabilizado más de 150 víctimas en todo el país, aunque no se descarta que la cifra sea muy superior, con unas pérdidas económicas estimadas superiores a los 200.000 euros.

A su vez, las investigaciones realizadas han permitido comprobar que parte del dinero habría sido transferido a países del sur de África, mientras que otro porcentaje se repartía entre los miembros de la red afincados en España, mediante continuos movimientos económicos diseñados para dificultar su seguimiento.

A los implicados se les imputan los delitos de estafa, blanqueo de capitales y pertenencia a organización criminal, así como otro tipo de delitos relacionados con la propiedad intelectual e industrial, por el uso no autorizado de las marcas y diseños de la empresa afectada.

Tanto las diligencias practicadas como los presuntos autores de los hechos han sido puestos a disposición del Juzgado de Instrucción de Salas de los Infantes.

La investigación permanece abierta para garantizar el completo esclarecimiento de los hechos, por lo que no se descarta la práctica de nuevas detenciones en el futuro.

La Guardia Civil ha tenido conocimiento de otras empresas del sector afectadas por prácticas similares, por lo que se recomienda a los ciudadanos extremar las precauciones a la hora de comprar online, especialmente ante ofertas con precios muy por debajo del mercado o páginas que solicitan pagos exclusivamente mediante transferencia bancaria, concluye el comunicado.