La gente no se pone
En toda historia, tan importantes como el personaje central son los secundarios, que en la captación de públicos van rebañando los bordes, conquistando minorías. A veces basta una frase. Afronto la tercera entrega de la saga de Netflix «Knives Out» (Puñales por la espalda) con el escepticismo propio de un lector de Edgar Alan Poe y Agatha Christie poco amante de la cocina de mezclas, hasta que un personaje secundario, refugiado en una pequeña secta religiosa tras haber buscado su realización personal aquí y allá, relata en menos de un minuto su experiencia frustrada como propagandista de la izquierda. Tras describir artículo por artículo todo su muestrario o kit, concluye con la razón de su total fracaso en la captación de seguidores: «La gente está anestesiada y no se pone». De inmediato quedo enganchado por la frase, un diagnóstico en ocho palabras de la crisis de la izquierda.
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