Caroline Idiens es un fenómeno del fitness a nivel mundial. La mayoría de sus vídeos de rutinas de ejercicio exprés se hacen virales porque inspiran a muchas mujeres de todo el mundo a ponerse en forma en medio de sus ajetreada rutinas. No en vano, es famosa por su proyecto Caroline’s Circuits, que nació a raíz de la pandemia del COVID, cuando muchas descubrimos las ventajas de entrenar en casa.

En contra de sus expectativas, esas sesiones de entrenamiento de fuerza de apenas 30 minutos fueron todo un éxito que se mantuvo en el tiempo, más allá del cofinamiento.  ¿La clave? Una mujer que ya ha cumplido los 50 y que hace ejercicio en el salón de su casa, es un ejemplo en el que muchas se pueden ver reflejadas.

Por eso ahora muchas no pueden vivir sin los famosos circuitos de 15, 20 y 30 minutos de esta entrenadora personal para la que el ejercicio es toda una filosofía de vida. Una que quiere compartir a través de sus entrenamientos exprés.

Con ella charlamos sobre su trayectoria, el papel que el entrenamiento de fuerza ha jugado en su vida y su experiencia como entrenadora personal online a nivel global.

Una comunidad fitness global

-¿Cómo te iniciaste en el mundo del ejercicio físico?

Siempre he disfrutado de los deportes y el ejercicio en general. En el colegio jugué al hockey y fui una corredora entusiasta. El ejercicio siempre ha sido una parte importante de mi vida. A mis 20 años, cuando trabajaba en una agencia de publicidad, mi rutina de fitness se basaba mucho en el cardio, principalmente correr, clases de spinning y ejercicios de alto impacto. Me encantaba el HIIT.

Luego descubrí una clase grupal de 45 minutos con peso de Body Pump. Fue mi introducción al levantamiento de pesas y, a partir de entonces, el entrenamiento de fuerza se convirtió en mi foco. Desarrollé un gran interés por la salud y el bienestar y tuve mi propia entrenadora personal.

Me encantó cómo el uso de pesas en mis entrenamientos no solo transformó mi cuerpo, sino que también me dio confianza y fuerza interior. Cambió por completo mi forma de ver toda mi rutina y descubrí que todos los beneficios, desde la postura, el movimiento diario, el rendimiento e incluso el sueño, mejoraron como resultado.

Ese sentimiento de empoderamiento, fuerza y bienestar me hizo querer compartirlo con los demás. Decidí dejar mi trabajo en publicidad y formarme como entrenadora personal porque quería profundizar este conocimiento, desde la nutrición, la rehabilitación deportiva, el ejercicio prenatal y posparto y más allá.

Así que en 2001, me titulé en Londres y comencé mi negocio de entrenadora personal con clientes individuales, a menudo en sesiones matutinas en parques de Londres, lo cual me encantaba. Cuando nos mudamos al campo, comencé a impartir clases grupales en la escuela de mis hijos para las madres, a menudo con 20-30 madres a la vez, junto con clases grupales adicionales a nivel local.