Cantatas y canciones para un país en llamas
Un país en llamas no necesita más gasolina; demanda el combustible del sentido. Sentido y sensibilidad derrocha el francés Philippe Jaroussky, tal vez el contratenor más brillante de su generación. ‘Gelosia! Italian Cantatas’ (Erato), es su nuevo trabajo, en el que le acompaña el notable ensemble Artaserse. Los celos, como el título del disco indica, atraviesan estas cantatas seculares en las que virtuosismo y la emoción se dan la mano. Jaroussky ya había grabado un álbum de cantatas, en homenaje a Farinelli, compuestas por Nicola Porpora (1886-1768), pero aquí vuelve a ese compositor con ‘Perdono, amata Nice (La Gelosia)’, con libreto de Pietro Metastasio.
[–>[–>[–>El texto de este autor fue también usado por Baldassare Galuppi ( 1706-1785) para su ‘La Gelosia’. Ambas piezas, presentes en el disco y grabadas por primera vez, son extraordinarias y sobresalen, que es mucho destacar, en un repertorio que aborda gozosamente obras de Scarlatti, Vivaldi y Handel. No abundaré, por la obviedad de la calidad de las creaciones elegidas por Jaroussky, en esos tres grandes, ni en cómo los aborda; pero presten oídos a lo menos conocido: al genio camerístico de Porpora y Galluppi , y a cómo el contratenor muestra en ellas, además de su talento, la sabiduría adquirida a lo largo de su carrera.
[–> [–>[–>¿Roquero o cantautor? Ruper Ordorika (Oñate, 1956), ha roto desde hace años ese espacio liminal que en ocasiones, por una convención absurda, separa géneros y estilos. Poeta y compositor de larga y fructífera trayectoria (lástima que el asunto del idioma lleve a no pocos a aceptar sin problemas canciones en suajili y a torcer el gesto cuando escuchan textos en euskera). ‘Lurra Ikutu Barik’ (elkar), que podríamos traducir como ‘Sin pisar la tierra’, es su nuevo y reciente disco, una muestra más de los códigos propios que maneja Ruper, y un paso adelante en una discografía cuajada de excelentes apuestas. Lo efímero de los sueños, la ausencia, el paso del tiempo y las fronteras, entre otros asuntos, configuran el imaginario poético de ‘Lurra Ikutu Barik’ , en el que han colaborado con algunos textos Eva Linazasoro, Javier Aguirre Gandarias, Tonino Guerra y el mismísimo ‘Eclesiastés’ (sí, uno de los libros del Antiguo Testamento).Y el soporte musical, ese que conforma un rock repleto de referencias sutiles, marca de la casa, con una singular forma de decir, lo ponen la guitarra y teclados de Leo Abrahams (Eno, Blur, Anohni), la batería de Kenny Wollensen (John Zorn, Bill Frisell) y el contrabajo de Jon Thorne (Lam). Inmejorable compañía para un álbum que atraviesa el tiempo.
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‘La Tarara y Guitarra mía’
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El armonicista Antonio Serrano, miembro que fue del grupo de Paco de Lucía, resuelve con idéntica maestría a Bach y a Toots Thielemans. Ahora se ha aliado con Kaele Jiménez, pianista, para facturar ‘Jazz Caló’ (Kamala) con un puñado de composiciones al alimón y recreaciones de escrituras de Alejandro Sanz, Paco de Lucía, John Coltrane, Chano Domínguez y Billy Strayhom (la recreación que hacen de su ‘Take the ‘A’ Train’ es muy ingeniosa). También entran en liza la tradicional ‘La Tarara’ y ‘Guitarra mía’, atribuida a Atahualpa Yupanqui. El resultado es un atractivo mosaico de contrastes entre el piano satinado y los teclados revoltosos de Kaeke y la armónica encendida o incendiaria de Antonio.
[–>[–>[–>Convengamos en que ‘The Last Record Album’ (Warner) no es el disco más estupendo de Little Feat, reeditado hace poco en un pack especial. Quedémonos entonces con el contenido del CD que le acompaña (maquetas, tomas alternativas , remezclas y otras visiones de piezas de ‘The Last’ y de otros álbumes), pero, sobre todo, con la joya de la corona del paquete: dos CD que recogen un concierto ofrecido por la banda en el Orpheum Theatre de Boston, el 31 de octubre de 1975, e inédito hasta ahora. Aquí sí que Little Feat despliega toda su magia, incluso en las tres canciones sacadas del mencionado disco no estupendo. Aquí sí que rula la engrasada máquina de Lowell George y sus pillastres, incluso cuando firma Bill Payne. ¿Títulos? ‘Two trains’; ‘Skin it back’; un demoledor ‘Fat man in the bathtube’; ‘A apolitical blues’; ‘Oh, Atlanta’; una versión antológica de ‘On your way down’, de Allen Toussaint; un ‘medley’, alguno de cuyos retazos bien podría haber sido un bis tocado completo (‘Cold cold cold’, ‘Dixie Chicken’, ‘Tripe face boogie’, ‘Bag of reds’); ‘Willin’, ‘Teenage Nervous Breakdown’, ‘Spanish Moon’… En fin, que bienvenida sea, pese a los reparos iniciales mencionados, esta edición especial de ‘The Last Record Album’.
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Portada de ‘Jazz Caló’, de Antonio Serrano y Kaele Jiménez. / epa
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Más celebraciones: Al hilo de los 50 años de ‘El patio’, primer disco de Triana, se publica ‘Triana En Directo’ (Warner). Las cuatro últimas canciones del CD (‘Recuerdos de una noche’, ‘En el lago’, ‘Luminosa mañana’ y ‘Abre la puerta’), registradas en julio del 75 en el programa de TVE ‘Ahora’, ya se incluyeron en la edición 40 aniversario de ‘El patio’; el resto, no publicadas antes, se grabaron en 1980 en los estudios de Radio Nacional: ‘Hasta volver’, ‘En el lago’, ‘Aroma fresco’, ‘Un extraño más’, ‘Encuentro fugaz’, ‘Tu frialdad. Abre la puerta’, ‘Sr. Troncoso’, ‘Un nido en mi ventana’ y ‘Todo es de color’. Triana, encarne viva.
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[–>Charada Trío, que reside en Barcelona, y lo forman experimentados músicos guiados por el guitarrista y productor Raúl Costafred, ha publicado ‘Chanson Française Vol. 1′ (La Fundación sonora), un artefacto musical de variada factura y vocación callejera que mete en cintura mediterránea y jazz manouche, entre otras especias, clásicos populares de Bécaud, Brel, Prévet, Moustaki, Piaf, Ferré… y una pieza propia. Destacan los imaginativos arreglos y una voz muy barrial. El Sena pasando por Cerdanyola. O casi, vaya.
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