Un gran número de municipios de Extremadura están en riesgo de despoblación. Uno de ellos es Ahillones, en Badajoz, donde no nace ningún niño desde hace casi 18 meses, algo que para los vecinos es «muy triste«: «Hay muy pocos niños en la escuela que son los que dan vida y alegría al pueblo», dice una mujer.

En los últimos 526 días han celebrado un nacimiento y 23 entierrossegún confirmó el párroco del pueblo. Por eso, cada niño que llega a estos pueblos es un soplo de aire fresco.

«En el pueblo de al lado nació una niña después de muchos años y era una fiesta«, revela otro vecino en esta situación. El 40% de los pueblos extremeños corren riesgo de quedar despoblados y muchos jóvenes se han visto obligados a marcharse y formar sus familias lejos del nido.

Obligado a marchar

Sin embargo, muchos de ellos no querían salir de sus casas: “Por la falta de oportunidades laborales nos vemos obligadas a irnos pero con esa cosa de ‘quiero quedarme y me veo obligada a irme sin querer’”, explica una joven.

De un grupo de 14 niños y niñas, sólo cinco viven todavía en el municipio: «Resulta que soy uno de los pocos que quedan en el pueblo. No seremos más de 20». En este pueblo de 793 habitantes, este es menos del 3%.

«Los jóvenes de aquí no tienen futuro. Estamos aislados, las carreteras son terribles y no tenemos autopista», se lamenta al respecto una mujer. La situación se extiende por toda la Extremadura rural, a todos los pueblos y a todas las edades.

Un hombre sostiene que «los jóvenes tienen que trabajar. Y si no lo hacen, no son ellos los que fracasan». Otro defiende la necesidad de ayudas para que este sector encuentre vivienda y es que los mayores quieren que sus jóvenes se queden o regresen.

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