tensión aunque los precios se estabilicen
La memoria RAM es uno de los términos que últimamente está en los titulares, suele traernos muchos problemas. Ha estado marcando el pulso del mercado de hardware durante meses, un recordatorio constante de que algo todavía sale mal y que vale la pena no perder de vista el hecho de que las cosas casi nunca desaparecen en una crisis tecnológica. No suelen pasar de “graves” a “resueltos” día tras día; más bien, entran en una fase intermedia en la que poco a poco se diluyen o se afianzan durante más tiempo del esperado, y todo apunta a que ésta será una de esas situaciones.
En MuyComputer venimos advirtiendo de esta situación desde hace tiempo, por lo que no nos encontramos ante novedades inesperadas. últimas semanas Han comenzado a predominar interpretaciones más optimistas. Esto sugiere que el mercado puede estabilizarse en el mediano plazo, prediciendo que lo peor de la crisis ocurrirá dentro de seis a ocho meses, en 2026. Vale la pena enfatizar esto desde el principio: estamos hablando de expectativas, no de mejoras reales en la situación actual, y mucho menos de un retorno a los niveles anteriores de precios y oferta.
Lo más importante es que esta visión proviene de actores cercanos al producto final, como ensambladores y fabricantes que operan más abajo en la cadena industrial, un sentimiento del que Sapphire nos hizo eco hace apenas unos días. Desde esta perspectiva, la estabilidad significa alejarse del fuerte crecimiento y la extrema volatilidad del año pasado. Esto no significa que los precios estén bajando en general; Un escenario más predecible, aunque basado en niveles ya elevados, y la oferta seguirá estando limitada.
Las lecturas han cambiado significativamente desde la fabricación. Micron, uno de los principales fabricantes de memorias del mundo, advirtió que Las tensiones actuales no son sólo cíclicas, sino estructurales.. La demanda relacionada con los centros de datos, la inteligencia artificial y el almacenamiento de alto rendimiento sigue creciendo y absorbiendo partes muy relevantes de la capacidad de producción. Esto dificulta que la DRAM para el mercado de consumo recupere su dominio incluso después de 2026..
Este contraste no significa que algunas predicciones sean inválidas. Más bien, los dos pueden coexistir sin contradecirse porque describen diferentes perspectivas sobre el mismo problema. puede haber un Relativamente estable a medio plazo Y, al mismo tiempo, Los desequilibrios fundamentales en el precio y la oferta siguen determinando A lo largo de los años. Estabilidad no es igual a normalización, y esta diferencia es clave para interpretar correctamente el momento en el que se encuentra el mercado.
Para los consumidores, la situación sigue siendo poco alentadora. Los posibles frenos al crecimiento no garantizan configuraciones más generosas de computadoras portátiles y de escritorio, ni garantizan caídas significativas de precios en el corto plazo. La memoria RAM seguirá siendo un componente caro y estratégico sujeto a una fuerte presión de la demanda, que seguirá impactando en el diseño y coste final de muchos dispositivos.
Al final, la crisis de la RAM no se resolvió, simplemente cambió de etapa. Pasar de una escalada incontrolada a una estabilidad tensa puede traer un alivio relativo, pero no un final feliz. Comprender esta diferencia puede ayudar a moderar las expectativas y asumir que la memoria seguirá siendo uno de los mayores cuellos de botella en el hardware actual durante al menos la mayor parte de 2026. Al mismo tiempo, no tenemos más remedio que aprovechar al máximo los recursos que tenemos, por ejemplo, haciendo un uso completo de la memoria virtual.
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