PARTIDO LABORISTA | La división sobre el regreso a la unión aduanera eleva la tensión en el Gobierno británico
Las divisiones internas en el Partido Laborista británico han vuelto a florecer en las últimas horas y han vuelto a poner en entredicho la autoridad del primer ministro, Keir Starmer. De nuevo, con el mismo protagonista: el ministro de Sanidad, Wes Streeting, cuya figura ha emergido en los últimos meses como un posible sustituto de Starmer en caso de que el líder laborista no consiga revertir los malos pronósticos electorales. En esta ocasión, la polémica ha surgido a raíz de los comentarios de Streeting en los que ha defendido el regreso del Reino Unido a la unión aduanera, una posibilidad que ha sido descartada por Starmer en repetidas ocasiones desde su llegada al poder en julio de 2024.
[–>[–>[–>En una entrevista en ‘The Observer’, Streeting ha atribuido al Brexit gran parte de las dificultades económicas por las que atraviesa el Reino Unido y se ha mostrado a favor de dar un paso más en el acercamiento a Bruselas. “Tenemos un nivel de endeudamiento que debemos tomarnos muy en serio. La mejor manera de conseguir un mayor crecimiento de nuestra economía es profundizar en nuestras relaciones comerciales con la UE”, ha asegurado el ministro. “La razón por la que salir de la UE nos ha afectado tanto como país es por los enormes beneficios económicos que nos reportaba formar parte del mercado único y de la unión aduanera”, ha remarcado.
[–> [–>[–>Streeting sí ha descartado recuperar la libertad de movimiento con la UE, una marcada línea roja fijada por el Ejecutivo, pero ha insistido en la importancia de mostrar determinación en el acercamiento a Bruselas para distanciarse del discurso del partido de derecha populista Reform UK, firme defensor del Brexit. “No vamos a ganar las próximas elecciones intentando imitar el discurso de Reform”, ha asegurado. “Eso no es lo que somos. Esos no son nuestros valores y tenemos que derrotarlos, no unirnos a ellos”.
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Tensión interna
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Las palabras de Streeting han hecho aumentar la tensión con Downing Street, que ya acusó al ministro de orquestar su propia campaña para defenestrar a Starmer en caso de que se confirme una debacle electoral en las elecciones regionales en Escocia y Gales y en las elecciones locales en Inglaterra del próximo mayo. “Ni siquiera es sutil”, ha asegurado una fuente cercana al primer ministro a la prensa británica. “Wes [Streeting] este sentando las bases para el liderazgo y no hay nada que el número 10 pueda hacer [de Downing Street] al respecto”.
[–>[–>[–>Pero lo cierto es que el eventual regreso del Reino Unido a la unión aduanera cuenta con el apoyo mayoritario de los votantes del Partido Laborista. Según una encuesta publicada por el diario ‘The Times’, el 80% de los simpatizantes de la formación se muestran a favor, una cifra parecida a la de los votantes del Partido Liberal Demócrata (78%) y de los Verdes (75%). Algo que confirma la creciente inclinación de los electores británicos por deshacer el Brexit tras años de fracasos y de promesas incumplidas.
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Acercamiento a la UE
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Starmer es consciente de esta tendencia y ha vuelto a mencionar el Brexit —un tema tabú para los laboristas durante mucho tiempo— como una de las principales causas de las dificultades económicas que atraviesa el país. Este cambio en sus discursos se ha sumado a los gestos cada vez más explícitos para retomar las relaciones con Bruselas: el Gobierno está trabajando para cerrar antes de la cumbre bilateral del próximo año acuerdos como la eliminación de los controles sanitarios y fitosanitarios a los productos agroalimentarios en las aduanas; el retorno del Reino Unido al mercado común de la electricidad o un pacto de movilidad juvenil que permitiría a los británicos menores de 30 años estudiar y trabajar en la UE, y viceversa, durante un periodo determinado. Un primer paso en ese sentido ha sido el regreso del Reino Unido al programa Erasmus+ a partir de 2027.
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[–>Pero a pesar del apoyo popular entre el electorado de centro y de izquierdas, Starmer no ha querido ir tan lejos como su ministro ante el temor de asustar a los votantes de Reform UK, ya que tan sólo uno de cada cinco se muestra a favor del regreso a la unión aduanera. Tanto esta posibilidad como el regreso al mercado único y la recuperación total de la libertad de movimiento siguen estando fuera de la agenda del primer ministro. Falta por ver si la presión de sus electores, y de los miembros de su propio partido, logra hacerle cambiar de opinión.
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