La crianza de los hijos puede hacer que los padres se vuelvan excesivamente hipervigilantes durante la noche, lo que afecta el sueño hasta tal punto que uno de los padres desarrolla miedo a quedarse dormido o lo que se llama somnifobia. Diferentes trastornos del sueño pueden provocar ansiedad o nerviosismo antes de conciliar el sueño y durante la noche, derivando en una mala calidad del sueño. Según la Sociedad Española de Neurología (SEN), casi el 50% de la población adulta española y hasta el 25% de la población infantil no tienen un sueño de calidad, y además, más de 4 millones de españoles padecen algún tipo de trastorno del sueño catalogado como crónico y grave, y entre estos últimos, la llamada hipnofobia o miedo fuerte al sueño, aunque no está incluido en el Manual Diagnóstico de los Trastornos (DSM-5), sus consecuencias pueden ser algo graves si no se tratan adecuadamente.

«Algunos padres pueden desarrollar un sentimiento de excesiva vigilancia, de modo que no sólo prestan atención a lo que su hijo necesita, sino que lo hacen por ansiedad. Al sentirse responsables de cuidar a su hijo, pueden generar el miedo de que ‘si les pasa algo es culpa mía, porque no estuve lo suficientemente atento’, explica la psicóloga infanto-juvenil Mariló Pérez. «Los padres que tienen este sentimiento de hipervigilancia tienden más fácilmente a desarrollar fobia al sueño», continúa. Y las diferentes responsabilidades asociadas a la paternidad, como por ejemplo la preocupación constante por cuidar a un bebé, especialmente por la noche, llorar y no escuchar su llamada, son algunos de los desencadenantes de la somnifobia denominada Miedo a dormir, publicada en la revista científica Sleep Advances en 2023, precisa cómo algunas de las causas más comunes de este trastorno psicosomático provienen de experiencias traumáticas relacionadas con el sueño como pesadillas, apneas o estrés durante el sueño, entre otras más graves.