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miles de millones para ser la potencia hegemónica de África

miles de millones para ser la potencia hegemónica de África
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  • Publisheddiciembre 26, 2025



Último tiempo Marruecos levantó el Copa Africana Fue en 1976. Luego, en Addis Abeba, La selección marroquí selló su primer y único título continental con un empate ante Guinea en la fase final.

Hoy, casi cinco décadas después, en su propio suelo y con una inversión de miles de millones de dólares, la selección de “Leones del Atlas» busca romper una sequía que ha definido su historia deportiva moderna: ser un eterno favorito sin poder ganar el trofeo más valioso del continente.

Lo que ha ocurrido en Marruecos desde esta victoria en 1976 no se puede comparar con nada. No se trata sólo de un mejor equipo o jugadores brillantes. es un proyecto industrial Estado, orquestado desde los más altos niveles de la autoridad política marroquí, que transformó al país en una potencia futbolística continental capaz de rivalizar con cualquier equipo europeo.

El punto de partida fue Academia Mohamed VIinaugurado en 2009 con una inversión de más de $65 millones. Esta institución, ubicada cerca Rabat, Surgió como el corazón del renacimiento del fútbol marroquí.

Su complejidad no tiene precedentes en África: múltiples campos de juego, un centro médico de élite, instalaciones de alojamiento, una piscina olímpica y auditorios de entrenamiento. No era un estadio de fútbol; Era una fábrica de talentos.

Pero Marruecos comprendió rápidamente que la creación de talento local, aunque necesaria, no era suficiente. El país estaba condenado a esperar años para que esta academia diera frutos. Así nació la segunda etapa del proyecto: el reclutamiento sistemático de personas con doble nacionalidad.

Se ha desplegado una red de exploradores por todas partes. Europa, Desde Alemania hasta Italia, pasando por Francia, Países Bajos Y España. El mensaje era claro: los jugadores que no tenían garantizado su futuro en las potencias europeas, aquellos que eran candidatos a ser excluidos por Francia o Bélgica, encontrarían en Marruecos un proyecto deportivo atractivo y un futuro asegurado.

Jugadores marroquíes con el Príncipe Moulay El Hassan

Jugadores marroquíes con el Príncipe Moulay El Hassan

EFE

La estrategia funcionó. Noussair Mazraoui, Sofyan Amrabat, Achraf Hakimi, Brahim Díaz y decenas de otros jugadores de élite de origen marroquí fueron reclutados a una edad temprana. El sistema no sólo buscaba talento; Buscaba talento mejor preparado.

Estos jugadores, formados en academias y ligas europeas, trajeron consigo los estándares de competición y la experiencia más exigentes del mundo. De los 26 jugadores que Marruecos alineó en sus recientes competiciones internacionales, 14 nacieron fuera de Marruecos. Esta es una cifra que ilustra la escala de la transformación.

De Qatar a la cumbre

El resultado fue devastador. Adentro Copa Mundial de Catar 2022Marruecos no sólo llegó a semifinales, sino que eliminó a España en el camino. Fue la primera semifinal en la historia de un equipo africano en un copa del mundo.

Luego llegó la medalla de bronce olímpica en París 2024donde el equipo sub-23 marroquí derrotado Egipto con un aplastante 6-0 en la lucha por el tercer puesto. Un año después, el pasado mes de octubre, el equipo sub 20 ganó el título mundial por primera vez al derrotar Argentina en la final.

Estos no son hechos aislados; Son síntomas de un ecosistema deportivo completamente reconfigurado.

Marruecos celebra el título del Mundial sub-20, conquistado en 2025

Marruecos celebra el título del Mundial sub-20, conquistado en 2025

EFE

Lo más destacable es que Marruecos ha consolidado esta supremacía en todas las categorías. El fútbol sala es una potencia de talla mundial. Las categorías juveniles dominan habitualmente sus torneos continentales.

Incluso el fútbol femenino ha alcanzado un estatus inimaginable hace apenas diez años. Este no es un equipo excepcional; Es un sistema que constantemente produce ganadores.

Sin embargo, hay una incómoda paradoja en este proyecto multimillonario: Marruecos no ganó la Copa Africana. Esta sequía de 50 años pesa como un peso porque pone en duda la eficacia de toda la inversión.

En el baloncesto, en el atletismo y en todos los demás deportes, la máquina marroquí ha dado resultados. Pero en el torneo más importante a nivel continental, aquel en el que está en juego la supremacía africana, hay un vacío que ninguna medalla de bronce olímpica ni título mundial sub-20 puede llenar por completo.

Es en este contexto donde la importancia de esta Copa Africana que acoge Marruecos como anfitrión cobra todo su significado. No es sólo un torneo deportivo.

Es la prueba de fuego de una década de planificación estratégica. Este es el momento en que la inversión, los ojeadores, la academia y el doblete nacional deben cristalizar en lo único que se le ha escapado al país: un título continental en la categoría absoluta.

Brahim Díaz celebra su gol con Marruecos en el partido inaugural de la Copa de África

Brahim Díaz celebra su gol con Marruecos en el partido inaugural de la Copa de África

EFE

Walid RégraguiEl seleccionador que llevó a Marruecos a la semifinal de Qatar entiende perfectamente esta presión. Su filosofía se basa en una defensa compacta y un contraataque rápido, un modelo que resultó devastador contra las principales potencias europeas.

Pero ahora se enfrenta al mayor desafío de su carrera: romper una maldición que se remonta a la era anterior a Internet.

Los Mundiales de 2026 y especialmente el de 2030, que Marruecos acogerá junto a España y Portugal, son proyectos a largo plazo. Pero primero está este torneo. En primer lugar, existe la urgente necesidad de demostrar que la máquina marroquí no sólo produce equipos competitivos, sino también ganadores.

Después de casi cinco décadas de espera, Marruecos no puede darse el lujo de volver a fracasar.



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