Es el tira y afloja que Trump mantiene desde principios de año, siempre con la invasión de ucrania como telón de fondo, el protagonista de muchos de sus exabruptos habituales. Ya en febrero elogió a los invadidos afirmando: «Están jugando con una Tercera Guerra Mundial».

Y, sin embargo, el presidente de los Estados Unidos Se ha erigido siempre que ha podido como el gran salvador del conflicto. «Creo que ahora estamos más cerca. Creo que hemos logrado muchos avances en Rusia y Ucrania. Eso espero», dijo Trump el 15 de este mes.

De hecho, el presidente Incluso ha llegado a luchar por el Premio Nobel de la Paz, casi nada. «Me lo merezco, pero nunca me lo darán», afirmó descaradamente en abril de este año.

El inquilino de la Casa Blanca no ha dejado un título con cabeza en todo este tiempo, amenazando también al presidente ruso, Vladimir Putina quien le dijo en agosto que «habrá grandes consecuencias».

Pero Sobre todo, ha sido cruel con el presidente ucraniano.Volodimir Zelensky, a quien dijo en octubre que tenía «que ser realista» en referencia a sus peticiones de acuerdo con Rusia.

Y aunque se muestra aparentemente optimista, asegurando que «la paz va a funcionar» y que no tiene «nada de duro», como ya hizo en agosto, En realidad, ha intentado que esa paz llegue a costa de concesiones de Ucrania.. «Le tendrá que gustar, y si no le gusta entonces supongo que deberían seguir peleando, ¿sabes?» dijo hace poco más de un mes.

Tampoco ha ocultado su enfado hacia la Unión Europea, su principal aliado hasta ahora. «Europa debe tener cuidado. Va por el camino equivocado«, dijo a principios de este mes.

Como lo demuestran estas palabras,La relación se ha ido resquebrajando hasta volverse más frágil. «La unidad de estadounidenses y europeos es esencial en la cuestión de Ucrania», dijo en mayo el presidente francés, Emmanuel Macron.

«Europa no está haciendo un buen trabajo. Están fracasando», dijo Trump en septiembre. Antes, en febrero, llegó a decir que «la Unión Europea se creó para joder a Estados Unidos».

Enfoques y desacuerdos que, en cualquier caso, Poco o nada le han importado a Putin, que sigue bombardeando Ucrania sin piedad a medida que se acerca el cuarto año desde el inicio de la guerra desatada por el presidente ruso en febrero de 2022.

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