Pasas de jugador a gestionar una empresa y es delicado
David Villa Colgó las botas en octubre de 2024, poniendo fin a una carrera de casi dos décadas en la élite del fútbol mundial. Pero cuando se prepara para jubilarse, descubre que la verdadera competencia apenas comienza: administrar un imperio empresarial sin una red de seguridad.
En el podcast»Café del dominio«, Villa desglosó la realidad financiera de la posjubilación: «Pasamos de ser un actor a tener que gestionar contratos, flujo de caja, inversiones. Es delicado, primero hay que rodearse de profesionales.»
Esta no es una frase lanzada al aire. Es un reflejo de años de aprendizaje acelerado, de errores corregidos sobre la marcha, de capital acumulado que requiere una defensa activa.
Su estructura empresarial es tan compleja como lo fue su carrera en el campo. Academia DV7 opera en más de 20 países, ofreciendo programas de formación de fútbol con el objetivo de detectar jóvenes talentos y perfeccionarlos según la metodología Villa.
No es una actividad pasiva: implica gestión de recursos humanos, negociación con federaciones locales, estándares internacionales de calidad, adaptación cultural por territorio.
Consultor
Paralelamente, Villa dirige una agencia de representación donde asesora a los futbolistas sobre su carrera, contratos y transiciones. En otras palabras, ahora es él quien guía a otros en lo que tuvo que aprender durante años mediante prueba y error.
La perspectiva es única: incluye tanto el lado emocional (dejar una carrera glamorosa) como el comercial (cláusulas de negociación, impuestos, patrocinios).
A ello se suma su inversión en cafeterías especializadas en España y su participación en proyectos inmobiliarios. Villa reconoce que estas incursiones requieren delegar en expertos: contadores, abogados mercantiles, asesores fiscales.
El error más común entre los atletas retirados, dice, es creer que la experiencia acumulada en el deporte les da autoridad en áreas en las que son absolutos novatos.
David Villa volvió a jugar minutos con España tres años después / Reuters
«Es complicado», enfatiza Villa, porque una mala decisión financiera puede erosionar décadas de ingresos deportivos. Ha visto casos de compañeros que multiplicaron sus fortunas y casos de compañeros que acabaron quebrando. La diferencia, insiste, es el equipo que te rodea. No según tus instintos ni tus éxitos pasados.
Su enfoque es casi científico: auditoría interna de cada proyecto antes de la inversión de capital, análisis de viabilidad a largo plazo, diversificación geográfica y sectorial. Evite centrarse en un solo negocio porque “si fracasa, todo fracasa”.
Esta mentalidad de riesgo calculado proviene de jugar en ligas donde un error defensivo puede costar toda una carrera.
Villa también destaca la importancia de la educación financiera temprana. Lamenta que muchos futbolistas jóvenes no se beneficien del asesoramiento profesional en sus primeros grandes contratos. «Si empiezas a los 18 años con un salario de seis cifras y no sabes qué hacer con él, estás en problemas».
Presionó a clubes y federaciones para que integraran módulos de gestión de activos en sus academias.
“El deporte me enseñó a ser disciplinado, a trabajar en equipo, a no rendirme ante la adversidad”, concluye Villa. «En los negocios necesito estas cualidades. Pero también necesito humildad para reconocer que hay cosas que no sé y profesionales que saben más que yo».
Puedes consultar la fuente de este artículo aquí

