Tanto en hombres como en mujeres, el síntoma más común es el dolor y la presión en el pecho. Pero él no es el único. Las mujeres pueden experimentar otros síntomas diferentes que no están asociados con la cardiopatía isquémica y pueden confundirse con otros problemas como un ataque de ansiedad, problemas digestivos o debilidad general.

No siempre es intenso. A veces se trata simplemente de una molestia que no parece del todo normal, por lo que la gente tiende a esperar antes de acudir al médico. «Cuanto más espere, más probabilidades tendrá de experimentar consecuencias negativas después de un ataque cardíaco».

No todos son dramáticos, dolorosos y rápidos. En realidad, los ataques cardíacos pueden ser muy leves, durar horas o incluso días y estar acompañados de poco o ningún dolor. Los síntomas de un ataque cardíaco pueden variar mucho de persona a persona. Pueden incluir dolor y malestar en el pecho, pero también causar malestar en otras áreas, como los brazos, la mandíbula y el estómago.

La dificultad para respirar es otro signo común de ataque cardíaco, que puede ocurrir incluso cuando no hay dolor en el pecho. También pueden producirse sudores fríos, náuseas, fatiga y mareos.

Las mujeres tienen un umbral de dolor más alto, duran más y tardan más, y cuando van, no suelen decir que sienten presión ni dolor. A veces, las mujeres comienzan a informar otros síntomas que pueden resultar confusos, como sentirse muy cansada, malestar o frecuencia cardíaca acelerada.